Por eso no pararé de hablar contra Maduro hasta que él renuncie

No voy a parar de hablar contra Maduro hasta que él mismo decida de renunciar.

Pero primero quiero decir algo.

Soy una persona muy paciente, y reconozco la capacidad natural del ser humano de cometer errores, o de dejarse llevar por engaños o vicios, y aun de tratar de hacerse pasar por un fantástico o un vivo bajo circunstancias de incertidumbre o estrés, pero hay tres cosas que no soporto:

1) Cuando se abusa de una persona más débil

2) La mentira, en todas sus facetas

3) Cuando una persona se cree inteligente

Una cosa es ser inteligente, y otra cosa es creerse inteligente.

Por ejemplo, Maduro se cree inteligente cuando dice mentiras, ya que obviamente, siendo el jefe mayor del gran universo burocrático venezolano, supone que todos los que lo escuchan son menos inteligentes que él, o más estúpidos que él, y por eso puede decir mentiras al sonreír:

“Mira esos bobos, me creen cada palabra.”

Bueno, así lo veo, y así lo siento.

En el caso de Maduro, él cumple con los números 2 y 3 arriba.

¿Pero Maduro cumplirá con el número 1 arriba?

Ciertamente.

Me explico.

Al mentir constantemente, y al pensarse inteligente, lo que Maduro ha hecho es de “legalizar” la mentira y la prepotencia, o hacer que sean aceptables dentro de la sociedad en general.

El cerebro humano es algo muy misterioso.

Al cerebro humano le gusta la zona de confort, de seguridad, donde pueda hacer sentirse bien, o cómoda, a la persona a quien le pertenece el cerebro, es decir, busca normalmente el camino de menos resistencia y más seguridad.

Es casi siempre automático.

Por ejemplo, si la mayoría piensa o hace algo de cierta manera, la tendencia del ser humano es de imitarlo, y eso es totalmente natural ya que es un método genético de sobrevivencia del grupo.

En los tiempos de los cavernícolas --- entre más o menos 1.500.000 y 50.000 años atrás --- si llegaba un oso tipo Arctodus simus de 1000 kilos (ver foto) a atacar al grupo al final del invierno, cuando no había mucho que comer, y cuando muchos miembros del grupo se encontraban en riesgo de morir de hambre, era necesario que todos reaccionen de la misma manera, ya que no serviría de nada que por ejemplo un tercio del grupo tratara de abrazar al oso como si fuera un peluche, mientras que otro tercio se quedara inmovilizado esperando de ser comidos, y mientras que el otro tercio haga todo lo posible para matar al oso con el fin de 1) no ser comidos, y 2) comer carne de oso para no morir de hambre.

Entonces, poco a poco, durante los cientos de miles de años del desarrollo de nuestra especia, el cerebro común desarrolló mecanismos para la sobrevivencia.

En este caso, se desarrolló una reacción comunal contra la amenaza, donde por ejemplo la gran mayoría del grupo automáticamente decide atacar al oso antes de ser comido, es decir, entre otras cosas similares, el cerebro genético humano busca a desarrollar maneras de protegerse a él mismo y a la persona que tienen ese cerebro al unirse a la mayoría necesaria.

En el caso de la Venezuela de hoy, si “todos” dicen que Miss Venezuela es aceptable, muy poca gente se pondrá en contra, o por lo menos no abiertamente, ni demasiado, ya que si lo hace, pudiera ser considerado un traidor a la cultura venezolana, sería excluido, y no sería protegido por las masas, o por el cerebro comunal.

Igualmente, aunque Maduro mienta regularmente, ya que “todos” dicen que al presidente hay que respetarlo --- lo que supone, “aunque sea un ladrón,” como en el caso de CAP --- el que hable contra Maduro pudiera ser considerado un traidor al movimiento político que lo apoya, en este caso el PSUV y “el chavismo” visto desde el punto de vista de “todos.”

Bueno, entonces, ya que la mentira y la prepotencia son hoy esencialmente aceptables bajo el mando de Maduro, la pregunta que sigue es:

¿En general, dentro de una sociedad, quienes son los que más tendrían la tendencia hacia la mentira y la prepotencia?

Evidentemente, serian aquellos y aquellas que ya tienen tal predisposición, ¿Pero quiénes son ellos?

Bueno, las personas que más mienten son normalmente las personas que tienden --- conscientemente o genéticamente --- hacia el engaño, la manipulación, la hipocresía, la delincuencia, etc.

En el caso venezolano, esto pudiera representar a la gente que tiende hacia el acaparamiento de alimentos y medicina, hacia el contrabando, la corrupción, la estafa inmobiliaria, y el robo planificado de los cofres del gobierno.

¿Quiénes son los que más tienden a ser prepotentes?

Bueno, normalmente, en mi experiencia como entrevistador profesional, esas son las personas que tienen egos enormes, y utilizan la prepotencia para compensar por sus debilidades naturales.

Por ejemplo, alguien que sabe que es inteligente, también sabe que la inteligencia no tiene nada que ver con el poder, o con el éxito en la vida, entonces no necesita demostrarlo normalmente, simplemente se comporta de tal manera que sea evidente cuando sea necesario, pero sin rebajar a nadie, ya que esa persona también sabe que existen otras personas más inteligentes que él.

Bueno, eso dicho, en el caso mío, me vuelvo súper arrogante cuando me encuentro con cualquier prepotente, y es por esa razón que siempre, sin excepción, me he entendido muy mal, pero muy mal con cualquier opositor venezolano, ya que ellos tienden generalmente a rebajar a los demás para sentirse bien.

“El comunista es una basura, el chavista es un ignorante, Chávez era un mono, etc.”

Bueno, eso es precisamente lo que Maduro ha instigado a través de su propia prepotencia dentro de nuestra sociedad, la permisibilidad de rebajar a alguien sin base en el razonamiento, es decir, el permiso de ser prepotente --- así como él lo hace cuando utiliza la expresión “pelucón” sin discriminar el momento --- lo cual tiende a generar un incremento generalizado de la actitud prepotente dentro de una parte importante de la población.

Un excelente ejemplo es la banca opositora de la Asamblea Nacional --- creada indirectamente por el comportamiento de Maduro --- quienes se creen más inteligentes que todos.

NOTA: Recién me di cuenta que la manera en la cual utilizo la palabra “inteligente” pudiera ser remplazada con “superior,” es decir, una persona prepotente se cree superior a los demás.

Ahora, sobre si Maduro cumple con el numero 1 arriba --- cuando se abusa de una persona más débil --- yo diría que sí ya que a raíz de su actitud y comportamiento en general, Maduro ha creado la situación donde el que más está sufriendo esta situación desastrosa, económica y social de hoy, es el pobre, el más débil, el que menos miente, y el que menos se siente inteligente (o superior), y eso no es correcto.

Es contrario a los conceptos y actitudes de la Revolución.

Por eso no pararé de hablar contra Maduro hasta que él renuncie y le ceda al espacio a otro Revolucionario que entienda esto y que lo practique.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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