La autocrítica es para corregir y no un ejercicio de retórica

La España de los Reyes Católicos, una vez derrotados los Moros (Musulmanes), los expulsó del país, exigiéndoles como condición para quedarse el convertirse al catolicismo, de ahí viene la palabra “converso” que traduce aquella persona que abandona su credo o creencia y se convierte o adopta otra distinta. Pero esa conversión no era tan fácil; había unas reglas para la conversión que debía ser un arrepentimiento real y sincero, era lo que los inquisidores llamaban “dolor de corazón”, la persona no solo renunciaba a su antigua creencia sino que debería demostrar un arrepentimiento, un profundo dolor, salido del corazón por haber fallado, por haber estado en la religión o ideología anterior.

Pero el arrepentimiento sincero, salido del corazón, no era suficiente, la persona tenía que demostrarle a los inquisidores que había un propósito de enmienda, es decir, no basta el reconocer que se ha fallado y arrepentirse sino que había que demostrar que se estaba dispuesto a no volverlo hacer, a corregir (Por lo general ese propósito de enmienda así como el arrepentimiento había que hacerlo públicamente); y aun así con el arrepentimiento sincero y las ganas de corregirse, no se escapaba de una sanción o penitencia, que por lo general era hacer una obra pía aparte de rezar unos cuantos rosarios diarios.

Escribí, algo de esto hace 15-16 años aproximadamente (1999-2000), cuando veía con estupor como adecos y copeyanos malas conductas y convictos “brincaban la talanquera” hacia el movimiento quinta república y fueron aceptados sin ponerles ninguna condición; cuestión esta que fue avalada tanto por el mismo Chávez pero fundamentalmente por Luis Miquilena, uno de los quinta columna y doble agente más connotado que ha tenido el chavo-madurismo, hasta ahora (Adentro y ahora hay otros, pero a estos es la historia que le tocará desenmascararlos) y Nicolás Maduro y Aristóbulo Isturiz, a cuenta de sindicalista, uno y el otro a cuenta de “humanismo”. En aquel entonces, dije que si bien no podíamos caer en el fundamentalismo y fanatismo religioso, tampoco podíamos caer en el otro extrema que era “de puertas y piernas abiertas para todo el mundo”, esto trae como consecuencia que el enemigo termina infiltrándote y asumiendo la dirección del partido y del estado, tal y como ha sucedido con el chavo-madurismo, en parte.

En el caso a lo que nos referimos, llevándolo al aquí y ahora, la actitud correcta y laica, no teologal o fundamentalista, de la derrota electoral sufrida el pasado 6-D, debe ser, el primero reconocer que se ha fallado, que se ha sido negligente, que se ha sido inconsecuente y traicionado en parte (La “traición en parte”, es por el pueblo, mas no por la cúpula), lo que he denominado “el espíritu del 27-F-89” o “Pensamiento Bolivariano-Revolucionario”, plasmados en un 70% , en la constitución del 99.

La crítica y autocrítica, post-6D, debe ser sincera, es decir, con dolor de corazón con arrepentimiento, pero no es suficiente el arrepentimiento sino que debe existir un propósito de enmienda, la intención de corregir y no volver a cometer el mismo error y por otro lado, el error, debe tener un responsable, unos autores, unos culpables, siempre se debe buscar a los culpables, es asunto de justicia, de lo contrario es apañar injusticias o ser cómplice o alcahueta de ella, y la culpabilidad lleva consigo una sanción y sancionar al culpable crea precedente y cohesión social, en este caso sería cohesión social favorable al socialismo.

¿ESTA ACTUANDO MADURO CON SINCERIDAD CON LA CRITICA Y AUTOCRITICA PLANTEADA?

Primero que todo debemos felicitar al Presidente Nicolás Maduro, por haberle pedido el colocar el cargo a la orden a todo su gabinete, con fines de evaluación y reestructuración; y también por haber asumido, en lo personal, la responsabilidad de la derrota electoral del 6-D, pero esos gestos no son suficientes y son incompletos sino no se compagina con otras acciones, como sería:

1.- Que pongan su cargo a la orden, todos los funcionarios públicos nacionales (Altos Funcionarios) y Gobernadores, Alcaldes  y sus respectivos trenes ejecutivos, en los casos de los elegidos por el voto, “colocar su renuncia a la re-elección”, e igualmente los jefes partidistas.

2.- Que conjuntamente con poner el cargo a la orden los funcionarios renunciantes coloquen sus respectivas cuentas; rendición de cuentas.

3.- Las cuentas deben estar disponibles al pueblo, a fin de escrutarlas, estableciendo mecanismos transparentes de la revisión.

4.- En el caso del gabinete económico, deben especificar, de forma especial, todo lo relativo a la entrega de divisas.

5.- Se debe pasar a la justicia penal o administrativa los casos de irregularidades evidentes.

Ahora no es solo la rendición de cuentas de los funcionarios sino que debemos aprovechar esta coyuntura para dar el golpe de timón requerido, en donde analicemos las instituciones desde la óptica revolucionaria para enmendar el rumbo, en lo económico impulsar el plan de la patria en su esencia e impedir que el presidente Maduro lo venga liquidando y troceando con los denominados “gabinetes de eficiencia en la calle”, no seguir pagando la deuda externa, pero antes de eso exigir información veraz de cuando se adquirió esa deuda, desde cuando volvimos al FMI, y sobre todo ¿por qué?, ¿cuál es el monto de esa deuda externa? y ¿con quién la hemos adquirida?, al igual que debemos tender a autoabastecernos en lo alimenticio e industrial, nacionalizar el comercio, tender a amarrarnos al Real Brasileño o a la moneda de MERCOSUR, dejando el patrón dólar para siempre, debemos impulsar la comuna pero de verdad, verdad y no en ese parapeto gatopardeano establecido en unas supuestas leyes del poder popular, debemos impulsar la autogestión y co-gestión como mecanismos alternos y contrarios a la denominada empresa privada (Capitalismo), debemos hacer una revolución educativa, cambiando fundamentalmente los pensum para que el sistema educativo este intrínsecamente imbricado a la producción nacional, que sería la verdadera educación robinsoniana, la educación en, por y para el trabajo, por la creación de un modelo de salud contrario al negocio de la salud, etc., etc., todo esto se debe hacer con hombres y mujeres diferentes a los existentes actualmente y con otros procedimientos.

Solo de cumplir con estos parámetros de actuación, y otros analogosí, el presidente Maduro estaría actuando con sinceridad y acierto, de lo contrario estaría contribuyendo a acelerar y profundizar los errores, correr hacia delante, y polarizando más al país, cuestión que nos pudiese conllevar a una guerra civil u otras derrotas con gravísimas consecuencia.

LA HORA DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

A veces el tiempo de Dios, no es perfecto, pero es el existente, el real, porque el tiempo de Dios es el tiempo que nace de las condiciones objetivas; y ese tiempo marca la hora de la izquierda revolucionaria, que hubiese preferido que su tiempo fuese el 2010, cuando se degeneró este proyecto bolivariano, cuando se perdió el rumbo, pero lamentablemente, el tiempo es hoy, y producto de una derrota electoral, casi 6 años después.

La derecha (MUD), quiere retrogradar, volver al pasado nefasto neoliberal a los paquetazos fondomonetaristas. La burocracia chavo-madurista (PSUV), pretende mantener las cosas como están una socialdemocracia tardía que es traidora al ideal bolivariano revolucionario; la causa de la perdida de las elecciones el 6-D, que puede conllevar a una frustración mayor e histórica.

Ni el volver atrás ni tampoco persistir en el rumbo desviado que llevamos, es la solución.

Nuestro rol seria evitar que ahora se prolongue la polarización entre dos modelos errados, equivocados que no son la solución para el pueblo; la solución para el pueblo la tenemos en un 70% en la constitución vigente que encierra el espíritu del 27-F-89, el pensamiento bolivariano revolucionario y esto solo se logra creando una tercera opción, una tercera fuerza política en el escenario nacional, por ello la consigna para la creación de esa tercera fuerza, es volver a las bases del país, a las catacumbas del pueblo, hay que hablar tanto con el pueblo del chavismo, que ese pueblo es nuestro, es nuestro pueblo engañado y manipulado por la cúpula e ir también al pueblo opositor, por ahora mayoritario, pero que es el pueblo del 27-F-89 y del 4-F-92 y 27-N-92 y 6D-98  y del 15D-99 y del 11-A-2002 y el que enfrento al paro petrolero en diciembre del 2002 y enero-febrero del 2003 y el del 15-A-2004, ese es nuestro pueblo también que ahora lo han vuelto a estafar con una oferta engañosa por parte de la derecha, producto de la traición-decepción que le provoco la burocracia pumalaca.



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Francisco Sierra Corrales


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