Izquierda "progresista" y la ofensiva de la derecha en América Latina

Dilma Rousseff,  está en su peor momento, pero no es Dilma Rousseff el problema. El problema pudo ser Lula y su política que ahora comienza a pagar cosas. Este domingo se definía un proceso electoral en Argentina que va a una segunda vuelta, lo cual quiere decir, que las cosas allá no funcionaron como debían de funcionar porque electoralmente se ha perdido espacio por alguna razón. Se dice y uno cree, que la confrontación allá es entre dos modelos.

En Venezuela, estamos pujando para ganar una elecciones parlamentarias y a este tiempo, no debería ser la realidad.  El Pujar pudo haber quedado para las tres primeras elecciones de las tantas que hemos tenido.

Curioso, mientras más se “consolida” la revolución o mejor dicho el progresismo, más pujamos para una victoria electoral y quedan pendientes victorias políticas. Entre este sábado y este domingo, tuve la oportunidad de leer algunos análisis (artículos) que deben ponernos a pensar seriamente el curso de lo que viene pasando en América Latina con el camino que ha encontrado la derecha para su ofensiva.

Si nos atrevemos a preguntarnos: ¿Quiénes son los responsables de esta ofensiva? No hay duda en la respuesta. Los responsables de esta ofensiva, es la derecha internacional y a esta conclusión, podemos agregarle un detalle. La derecha ha impuesto su línea de limar las bases de este progresismo, con el concurso de la “izquierda” o de los gobiernos progresistas, que han contribuido  a la desmovilización de los movimientos sociales a quienes les han impuesto sólo la responsabilidad de votar.

Este sábado 21 de noviembre Luis Hernández Navarro[i] nos ofrece una panorámica del avance de la ofensiva de la derecha, luego de haber derrotado hace diez años al ALCA. No creo que hoy sea oportuno decir que se derrotó al ALCA. Suena mejor decir, que hace 10 años se le dio un “paraó”. Hasta ahí, creo que vale el juicio. Ese “paraó” tuvo un origen; los movimientos sociales que se restearon en la calle contra esa propuesta y Chávez captó su trascendencia y en Argentina, logró el apoyo para frenar el ALCA.

Luis Hernández Navarro cubre la  reunión continental que está desarrollándose ahora en Cuba y que reúne a más de 150 delegados de organizaciones de AL. En un análisis de este encuentro, LHN recoge esta versión:

“Según Irene León, estos últimos 10 años han sido de una alta intensidad histórica. El capital trasnacional (poder que no rinde cuentas a nadie) ha seguido avanzando sobre estados, estableciendo mecanismos de poder fáctico por fuera de cualquier control ciudadano”

Los Presientes se creyeron que fueron ellos quienes asestaron el puntillazo a la propuesta de la derecha internacional con su ALCA y de allá hasta este momento, han transcurridos  muchas cumbres, reuniones de comisiones y expertos, pero en honor la verdad, la tostada no ha tenido suficiente queso. En definitivas hay muchos proyectos pero muy pocas cosas en concreto.

Todo estas cumbres se dieron entre grandes mesas redondas y cuadradas  adornadas  con vistosas flores y precisos discursos. Todo muy lindo y uno supone, que con un clima  muy agradable porque los equipos de enfriamientos estaban dispuestos para eso. Se entendió que el asunto del ALCA era un problema de ese tipo y bastaban las  manos de los jefes de Estado y de gobierno. El pueblo a votar.

Los movimientos sociales que vieron el fondo del asunto y fueron los que forzaron una lucha contra el ALCA, se quedaron o los dejaron relejados en la calle como indigentes y muy al final de las cosas; los proyectos que surgían entre esas cumbres eran negocios (intercambios comerciales) que en la práctica eran resueltos por capitalistas de esos países. Capitalitas de Argentinas y Brasil que traían cosas a Venezuela y otros países y en los países receptores se pagaban. Eso ha sido el “golpe” al ALCA.

Este domingo 22, cuando  me daba un recorrido por algunos medios fuera de Venezuela, me encuentro con dos artículos, que posiblemente leerán a través de portales Web, pero para entender el sentido de la ofensiva de la derecha y como el progresismo en AL le ha metido la mano, voy a permitirle colocarle dos extractos de estos dos artículos.

En uno, Eric Nepomuceno nos dice lo siguiente:

“La banca brasileña alcanzó resultados astronómicos. Gracias a las altísimas tasas de interés, el estatal Banco do Brasil vio cómo su lucro acumulado aumentó 43.5 por ciento en relación con los nueve primeros meses de 2014. El Itaú-Unibanco, mayor banco privado del país, obtuvo un lucro 20 por ciento superior al del mismo periodo del año pasado. El Bradesco, 15.7 por ciento más. Y el Santander, que tuvo un 2014 muy malo, ahora contabiliza un aumento de increíble 268 por ciento en sus lucros. ¿Murió el ALCA? (Subrayad nuestro)

En otra parte del artículo nos ofrece este dato: ¡Perlita!

“Diez millones de hogares brasileños –lo que corresponde a 44 millones de habitantes, poco más de 20 por ciento de la población– carecen de servicios de agua y drenaje. Pero solamente 4 por ciento de los hogares, es decir, unos 16 millones de brasileños, no cuentan con telefonía celular. (….) Entre los nuevos desempleados, 75 por ciento tienen menos de 24 años. Y entre los jóvenes cuyas edades van de 18 a 24 años, solamente 30 por ciento estudian. (….) A finales del año pasado había 7 millones 300 mil brasileños desempleados”.[ii] (Subrayado nuestro)

Se nos han dicho que en Argentina se juegan este domingo la suerte de dos modelos. En la edición de este domingo de Últimas Noticias así se recoge la confrontación y así podrá ser, pero los invito a compartir este extracto que es parte de un artículo que publicó en la Jornada de México el analista Guillermo Alemyra.

“En Argentina, hoy, los ciudadanos deberán elegir entre dos variantes conservadoras y represivas de los movimientos sociales, y es posible que gane un empresario multimillonario inculto y obtuso, pro imperialista y neoliberal declarado que, pese a ello, tendría que aplicar una versión muy aguada del desarrollismo estatalista y extractivista (….) Ha llegado a su fase final la política suicida de la desmovilización de los movimientos sociales, de la oposición a la independencia política y la libre creatividad de los trabajadores, de la concentración de las decisiones en el grupo que controla el gobierno creyendo que tiene el poder y que maniobra en y con el Estado (que sigue siendo capitalista). O sea, la etapa de los gobiernos llamados “progresistas” que buscaban modernizar y reforzar el capitalismo en sus países pero, al mismo tiempo, apelaban al distribucionismo y el asistencialismo para mejorar el nivel de vida (y el consumo de los productos de las trasnacionales)”[iii] (subrayado nuestro)

Cuál derrota del ALCA. Este progresismo y esta izquierda que la sostiene está siendo políticamente muy boba y pajúa.



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Evaristo Marcano Marín


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