Me fui al cuartel de la montaña a charlar con Chávez. Resultado: Terremoto tipo Nepal en el 23

Hola Hugo…

Te debía esta visita…

Perdóname hermano…

Como han cambiado los tiempos comandante…

Hoy la cosa esta color de hormiga…

¿Mi compañera?

Se me fue un año después de ti compañero.

Fue muy duro para mi, primero tú, después ella; pero bueno, aquí estamos, palante comandante.

¿Qué cómo están las cosas?

Bueno presidente, las cosas están bien jodidas…

El bolsillo del pobre se volvió a quedar vacio

Todo ha cambiado después de tu partida…

Recuerdas la guerra económica del 2002 que tú venciste sobrado…

Bueno, ahora tenemos otra mucho más jodida…

¿Por qué digo que es peor?

Bueno, porque llevamos dos años en esto y como que no tiene solución…

Maduro implemento un poco de mecanismos y como que la cosa no quiere mejorar…

Bueno, imagínate como estará la cosa que el negrito esta desaparecido.

No, no, compañero, el que vende los periódicos no, el que tú te bebías todos las mañanas.

Si, si, el cafecito de tu Alo Presidente…

Las colas son interminables en los supermercados y hoy compramos por el numero de cedula, como aquellos días de parada que invento el viejito Herrera Campin en su gobierno.

Como por ejemplo, a mi me toca comprar los miércoles…

Me reaprendí el padre nuestro, comandante (el mismo que lo tenía como olvidado)…

¿Qué cómo es eso?

Bueno, todo los miércoles me lo rezo antes de ir al Bicentenario, porque si no hay pollo o carne, o café o leche, tengo que esperar al otro miércoles, por eso lo del café, que ya no puedo preparármelo en las mañanas, hace ya más de tres meses…

De seguro llega, pero si no es en miércoles, un doble padre nuestro el próximo miércoles, y hacer penitencia para ver si algún día el barba me escucha…

El primer temblor se hizo escuchar en el 23 de Enero…

Pensé que ya no era una charla tipo monologo…

¿Será que me está escuchando? Pensé…

No sé si fue por el temblor o por pensar que me estaba parando bola, que acelere mi desahogo…

Los riales no alcanzan comandante…

Como será la cosa, que un interior, bóxer como lo llaman los carajitos, ronda los mil quinientos bolívares…

Los viejos no presidente, los bolívares fuertes que tu inventaste, que con esta carestía que estamos viviendo, parecen los viejos que desestimamos…

¡¡Carajo!! Me dije para mis adentros…

Dejo de ser un temblor, ya parecía un terremoto…

Cuando regresó la calma, creí escuchar otra vez su voz, como en tiempos cuando molesto le preguntaba a Nicolás por las comunas…

¿Se lo digo, o no se lo digo?

“Comandante el salario del obrero, ronda 40 dólares oficiales y 14 dólares en el mercado negro”…

“Y para peor, Maduro se hace el sordo con esa lavativa”…

Fue como si el fin del mundo se apareciera ante mis ojos…

Mis pies ya no tocaban el suelo…Más bien era como que bailaba por los aires…

Y el Chávez que vi una vez en la ONU, cuando dijo del jedor del azufre en dicho predio, por la reciente visita del diablo, lo sentí nuevamente…

Y el Cuartel de la Montaña junto con el 23, ardía por la arrechera de nuestro comandante…

No me atreví a decirle nada más…



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José Varela


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