Los “Boli-Mencheviques”

El autor del artículo titulado Los “Boli-Bolcheviques”, hace una comparación, con los años 1920 y las premisas que se tenían por válidas, en los Congresos de la “Internacional de los Partidos Comunistas”, para finalmente decirnos , según su criterio, que las críticas de los “ bolcheviques de hoy” a los” bolivarianos de hoy ”, no se aplican a la realidad, si se analizan basadas en los métodos de los “bolcheviques de ayer”.

Y termina diciéndonos que el “pragmatismo” de los “bolivarianos de hoy” es el mejor camino hacia el Socialismo del Siglo 21 de Chávez.

Mi objetivo en este artículo , es explicar, que el termino Bolchevique, encierra históricamente, no solo los métodos que se utilizaron, para llevar adelante, la más importante Revolución, en defensa de los intereses de la clase trabajadora en el mundo entero, sino que también sus ideas, para marchar hacia el socialismo.

Ideas que se enriquecían y se enriquecen hoy mismos, en el marxismo, el del materialismo histórico y dialéctico.

Tomar como lo hace el articulista de “Los Boli-Bolcheviques“, los métodos que se utilizaban un siglo atrás, dejando de costado el análisis comparativo de las ideas, es lo que le permite exhibir un aparente “pragmatismo”, que en realidad oculta, un claro camino hacia la entrega a la burguesía, de la Revolución Bolivariana.

Para no hacer larga esta nota, prefiero desarrollarla sobre algunas frases del mismo autor:

Lo interesante de revisitar esta historia es que, curiosamente, aunque las circunstancias hayan cambiado radicalmente desde 1920, todavía haya quienes utilicen la dicotomía entre "revolución" y "reforma" para intentar darle el mismo contenido que tenía hace casi 100 años. Más curioso aún, es que lo intenten hacer en Venezuela, pues además de la distancia temporal, a los venezolanos de hoy nos separa un abismo histórico, político o cultural con, digamos, la Alemania de los años 20 del siglo pasado. Si cometiéramos el anacronismo de examinar a la Revolución Bolivariana intentando juzgar si se adecúa o no a lo que en su momento preconizaban las 21 condiciones de Lenin, es bastante probable que los bolivarianos de hoy no superásemos la prueba de los bolcheviques de ayer”.

Hasta allí estamos de acuerdo.

Y como se lee en lo transcripto, el articulista se refiere sin duda, a que los integrantes del Gobierno actual de Venezuela Bolivariana, no superarían las pruebas de los “bolcheviques de ayer”.

No tengo duda que es así, basta recordar que en 1920, hacia 3 años que los bolcheviques rusos, estaban en lucha, en una guerra civil ininterrumpida, desde la Revolución de Octubre, contra el Ejercito Blanco del Zarismo, todavía activo y además contra los ejércitos de 14 países capitalistas, que desde 1918 hasta casi 1922, atacaron incesantemente, a la nueva patria socialista de obreros y campesinos.

Es que entre nosotros, “los bolivarianos de hoy”, no pueden superar tampoco, el ejemplo de la heroica lucha, de los miles de patriotas que se inmolaron en Caracas, desde el 27 de Febrero de 1989 en el Caracazo.

Entonces ¿porque traer estas ideas incongruentes a colación?.... y no en cambio, el ejemplo de las proposiciones, análisis y conclusiones del Marxismo Histórico y Dialectico, de donde surge claramente que es ser “reformista” y que ser “revolucionario”.

Ocurre que los “bolivarianos de hoy”, están apoltronados en sillones de gabinetes y ministerios, colaborando activamente con la oligarquía venezolana, a la que proveen entusiastamente de dólares, mientras otros muchos dólares, desaparecen en el camino, riqueza esta que pertenece al pueblo venezolano todo.

Este hecho, por todo el mundo conocido e indiscutible, ni siquiera puede llamarse delicadamente “reformismo”, el nombre exacto es “ corrupción colaboracionista”.

Más adelante, el articulista se refiere a las 21 condiciones, que Lenin había propuesto al Congreso de la Internacional, y toma algunas como ejemplo, aunque no tienen nada que ver, con el momento actual de la Venezuela Bolivariana,

Eso es tomar por los pelos el tema.

Es lógico, que las condiciones de Rusia y la Revolución en el tiempo de Lenin, no eran las de ahora, ni tampoco fueron las del Comandante Chávez, cuando se propuso el Socialismo del Siglo 21.

Analicemos entonces las condiciones, en las que el Comandante Chávez llego al Poder, Estas fueron para mí, una demostración, del espíritu “revolucionario” unido al carisma, de un hombre jugado por su pueblo.

De que no estamos en presencia, de un oportuno “reformista”, nos lo dice el hecho, de que pese a haber fracasado, en su primer intento de golpe militar, haber reconocido su responsabilidad en el fracaso, y haber intentado una segunda oportunidad, usando las armas de su enemigo, las elecciones representativas de la burguesía.

Triunfante en ellas, gracias a su extraordinario carisma, y a la confianza que se ganó con la clase humilde, precisamente por su sinceridad y la consecuencia de sus ideas, para favorecer al pueblo mayoritario.

Pero a diferencia de Lenin, no tuvo la suerte Chávez, de ser acompañado por masas de obreros y algunos campesinos.

Tampoco Chávez venía, de una larga lucha ideológica, formando cuadros con el Marxismo bajo el brazo, como Lenin.

A Chávez cuando saliendo de prisión, comenzó la lucha electoral, se le acercaron algunos cuadros progresistas, de la clase media venezolana. Que vieron en él un líder indiscutible, que podía llegar al Poder, con una ideología firme hacia el socialismo, pero que no estaba dispuesto a romper en ese momento, con el sistema capitalista que dominaba Venezuela.

Había una lógica práctica, en su decisión.

Venezuela físicamente estaba a un paso del Monstruo capitalista, y políticamente, su población no estaba conformada por trabajadores y campesinos organizados, había una fuerte tendencia al rentismo en las elites de su burguesía y muchos bachaqueros en las clases humildes.

Aun así Chávez, logro utilizar la riqueza petrolera, poniéndola al servicio del pueblo y volcando ingentes sumas, en la mejora de las condiciones de vida de los humildes.

La creación de servicios sociales imprescindibles en salud educación, vivienda y encabezo incluso serios intentos hacia la vida comunal.

Es decir pasos concretos hacia el socialismo, dentro de las limitaciones lógicas, creadas por la convivencia forzada, con el Capitalismo en la economía. Lamentablemente resulto en la práctica, que dicha economía transito hasta el día de hoy, bajo la dirección de los capitalistas.

Más adelante el articulista nos explica su criterio sobre el desarrollo y la característica de la Revolución Bolivariana:

Salvando las distancias históricas y geográficas, si miramos los últimos 16 años en retrospectiva, la Revolución Bolivariana ha transformado a la sociedad venezolana a través de una serie de reformas. Reformas profundas, radicales, incluso reformas revolucionarias si se me permite esta aparente contradicción, pero la verdad es que, a los ojos de un bolchevique de 1920, la Revolución Bolivariana tendría serios visos de desviacionismo reformista. Aquello del pluralismo, la participación protagónica, la centralidad de la constitución y la ley como herramientas de construcción de una nueva institucionalidad, la separación de poderes, la transferencia de poder al pueblo y la conformación de un poder comunal como auténtica descentralización del poder, la organización de elecciones libres y abiertas, con sufragio universal y directo… Francamente, no sonaría muy revolucionario a los oídos del Komintern. Y sin embargo nosotros sabemos lo que ha costado y sigue costando, lo que ha implicado e implica en términos de confrontación de intereses, en suma, conocemos el carácter profundamente revolucionario de este "reformismo radical"”.

Aquí nuevamente, el autor del artículo, vuelve a someternos a un ejercicio de Semántica lingüística, con su expresión” reformas revolucionarias “y nos dice que son una aparente contradicción.

Pues que tenga por seguro, que no hay contradicción alguna, pues bien pueden existir reformas revolucionarias.

Pero en este caso, se trata simplemente de una falacia.

Ya que las reformas que enumera son reformas, pero no revolucionarias.

Son simplemente reformas, que no sacan los pies del plato capitalista.

Veamos, descontando “el pluralismo y la participación protagónica”, conceptos que no significan nada en especial, el orgullo con que nos describe “La centralidad de la Constitución y la Ley como herramientas de la construcción de un nueva institucionalidad”.

Esto debe ser porque esta Constitución Venezolana, autoriza el derecho de propiedad de los privados sobre los medios de producción, como así también la propiedad privada irrestricta, de las mejores constituciones capitalistas.

Es fácil comprobar los resultados, cuándos se ven las tremendas diferencias, que subsisten en Venezuela, entre los ricos y los pobres.

Me pregunto, cómo puede referirse a la “separación de poderes”, como un avance hacia una reforma radical, cuando en realidad, corresponde al viejo sistema del republicanismo burgués, que en todas las Constituciones de los países capitalistas, consagra el “divide y reinaras”, que le permite a la burguesía, maniobrar desde el Ejecutivo, Legislativo o Judicial, enfrentando permanentemente, un Poder con otro que le es esquivo, si no pueden manejarlos al unísono.

O cuando se refiere a la “organización de elecciones libres y abiertas con sufragio universal y directo”, queriendo referirse a las elecciones representativas, del claro estilo burgués, como en todo el mundo capitalista, que rigen en Venezuela.

Donde no existe ni siquiera, la obligatoriedad del voto, como en todos los países socialistas, sino que es libre la decisión del votante, como en los principales países capitalistas, donde las clases humildes no concurren a votar y con apenas un 25 % de los votantes, se puede elegir el gobierno, generalmente de representantes de la elite.

En Venezuela, se alcanzó siempre un mayor porcentaje de participación, por el carisma indudable de Chaves y su compenetración con las masas populares.

Se verá en el futuro, sin Chávez y sin voto obligado, si el caudal del voto se sostiene.

Termina diciéndonos el articulista :

La situación política y económica compleja que atraviesa la Revolución Bolivariana ha hecho surgir, entre otras, una crítica dirigida hacia el gobierno y sus políticas, que se posiciona a sí misma desde la "izquierda del chavismo". Sin entrar en detalles que francamente no me apasionan, estas críticas insisten en la pérdida del carácter "revolucionario" del gobierno y argumentan que se ha vuelto "reformista", en una suerte de pacto secreto con las élites. Curiosamente, algunas de estas críticas han sido dirigidas hacia mi, porque en algún momento dije algo que sigo pensando hoy, y es que el gobierno del Presidente Maduro debe hacer prueba, particularmente en su política económica, de pragmatismo.

Pero quién sabe, mientras algunos hemos estado aportando para transformar la realidad aquí y ahora, hay quienes se pasan el día entero buscando clasificar a los demás, como en 1920, entre "revolucionarios" y "reformistas".

Parecen pasar por alto que Chávez llamó a construir un socialismo "del siglo XXI", y que para adaptar el socialismo a nuestros tiempos, no basta con disfrazarse de "boli-bolcheviques".

Quiero tranquilizar al articulista, de que no hay pacto secreto ninguno. Todo está a la vista.

Cuando Lenin “el bolchevique de ayer”, realizo su Revolución en Octubre de 1917, la hizo desalojando al gobierno Provisorio de Kerensky, que se aupó al Poder, en el primer estallido contra el Zar en Febrero de 1917.

El gobierno de Kerenski era “Menchevique”.

Los Mencheviques eran la fracción moderada, del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, y abogaban por una liquidación progresiva del zarismo, mediante una revolución burguesa.

La muerte temprana de Lenin y la llegada de Stalin, dictador brutal que empobreció a la Revolución, al privar al pueblo soviético, de su participación, en las decisiones políticas económicas y sociales de su país, hizo su parte para que 70 años después, el sueño Menchevique se hiciera realidad.

Sin ser una dictadura como la estalinista, el gobierno del compañero Maduro, tampoco le otorga al pueblo Venezolano la oportunidad de participar activamente en la vida comunal y en el manejo directo de la economía.

Seguramente si así lo hiciera, se acercaría más al cumplimiento de las premisas de Chávez y los Boli-Bolcheviques se quejarían menos.

Bastaría, con quitar a los Mencheviques del Gobierno Bolivariano y así facilitar la marcha al Socialismo.



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Hersh Zakheim

Lic. en organización de Empresas Industriales. Politólogo graduado en la ex URSS

 HZ.virtud@gmail.com

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