No es xenofobia

Xenofobia. 1. f. Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros. DRAE

Sólo quien no haya oído la alocución del Presidente Nicolás Maduro, quien analice esta situación sólo desde una perspectiva oposicionista o con una visión elemental dogmática puede afirmar que el gobierno bolivariano tiene xenofobia ante los colombianos. Maduro explicó detalladamente con datos, de manera sosegada y didáctica la situación estructural y coyuntural de la realidad de la frontera, las implicaciones que ello tiene y las causas profundas que la han generado. Nicolás Maduro, el día de su alocución anunciando el cierre temporal de la frontera, expresó textualmente para despejar dudas lo siguiente: "Yo a Colombia la amo, la respeto y al pueblo colombiano lo respeto y en Venezuela residen unos cinco millones y medio de colombianos…. La xenofobia es patrimonio único de la oligarquía venezolana y la oligarquía bogotana. El odio contra Venezuela es cultivado por la oligarquía bogotana y el odio contra el pueblo de Colombia fue cultivado por la oligarquía rancia venezolana".

Efectivamente, xenofobia han tenido los gobiernos de la IV República cuando se instaba a los venezolanos a odiar a los colombianos etiquetándolos de narco traficantes, ladrones, estafadores o “braceros”. Los mantenían indocumentados durante años y por ende, en condición de ilegalidad para maltratarlos y explotarlos más fácilmente y no se pudiesen quejar. Xenofobia han tenido los escuálidos (en clave chavista) ante nuestros hermanos cubanos que han venido a traer manifestaciones de solidaridad en la salud, educación, deporte y otras áreas sociales que impactan favorablemente a nuestro pueblo.

Históricamente, el pueblo venezolano ha acogido en su seno a españoles, canarios, portugueses, alemanes, norteamericanos, japoneses, chinos, chilenos, argentinos, uruguayos, cubanos, sirios, libaneses, palestinos, africanos, peruanos, ecuatorianos y millones de colombianos, entre otros, que en diferentes contextos y por específicas razones, han venido a nuestras tierras. Acá convivimos en paz, respetándonos nuestras culturas, tradiciones y costumbres. Y en la Venezuela bolivariana este convivir se ha ampliado y profundizado.

Sin embargo, ante lo que ocurre en la frontera colombo-venezolana no podemos actuar con ingenuidad revolucionaria, ni con sentimientos xenofóbicos propios de la derecha, el fascismo y el imperialismo en cualquiera de sus manifestaciones geográficas, políticas, sociales o culturales. Pero no se puede tolerar que esta característica de los venezolanos sea aprovechada por las oligarquías nacionales e internacionales (de Estados Unidos, Colombia o España) para hacer retroceder los avances logrados en nuestra patria y la complementariedad lograda con otros pueblos del mundo. Recordemos que las bases militares norteamericanas en Colombia, así como el decreto de Obama, siguen allí como una espada de Damocles contra nuestro proceso revolucionario.

En múltiples oportunidades de nuestra historia común el imperio ha intentado dividirnos mucho más a los habitantes de la Patria Grande que soñó nuestro Libertador del Siglo XIX, Simón Bolívar y nuestro Libertador del Siglo XXI, Hugo Chávez. Han intentado enfrentarnos y llevarnos a una confrontación entre hermanos, lo que aún no han logrado. Pero el peligro sigue latente. Por ello las medidas tomadas son para proteger al pueblo venezolano y al propio pueblo colombiano de la paramilitarización, el sicariato, el bachaqueo y las oligarquías de ambas naciones que son las enemigas de nuestros pueblos.

Nuestro Comandante Chávez, expresó varias frases respecto a Colombia (tomadas de la compilación de Salomón Susi Sarfati, ediciones Correo del Orinoco, sobre Pensamiento del Presidente Chávez), que demuestran sus sentimientos y opiniones acerca del tema: “Qué es Colombia para nosotros? Es el sueño primigenio de una patria grande, es un amor desenfrenado de patria grande, de patria eterna” y “Yo soy colombiano de origen. Nosotros somos colombianos de origen, de la Colombia originaria, de la Colombia bolivariana. Yo me siento colombiano hasta la más profunda médula de mis huesos”.

Por ello insistimos en que la posición histórica, hoy y antes, de la Revolución Bolivariana no es en lo absoluto, xenófoba, sino de soberanía, respeto por nuestros pueblos y de profundización de la lucha por el logro de una sociedad justa, equitativa y solidaria.



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Cécil Gerardo Pérez


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