¿Revolución Socialista o Capitalismo Social?

Aun esperando reacciones naturales de unos y otros, y quizás algunos señalamientos en contra de mi persona, me escudo en las palabras de Platón cuando dijo, "Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre". Por esta razón, aunque en la actualidad se fustiga la crítica y autocrítica, traigo a este espacio, algunas críticas necesarias que quizás permitan volver a su cauce a esta lucha Revolucionaria que comenzó en 1992 con nuestro Comandante Chávez y su heroico accionar visionario. Accionar, que de manera comprometida y crítica asumió Nuestro Comandante, cuando finalmente entendió que el rumbo de nuestra Latinoamericana toda era indudablemente el Socialismo.

¿Socialismo?, tan solo una palabra, palabra que infaliblemente representaba un proyecto que evidenciaba un rumbo claro al humanismo, como diría el compañero Nicmer Evans, “hacia el privilegio de lo colectivo, al respecto y estímulo del sujeto en función del bienestar social, en el reconocimiento justo del valor del trabajo, antimperialista, que fuese una alternativa al modelo neoliberal empobrecedor, explotador y miserable”.

Ya en este momento, Nuestro Comandante Chávez, nos orientaba con conciencia revolucionaria a salir de esa mentalidad consumista terriblemente dañina para el Pueblo. Y realmente no nos hablaba de echarnos a la montaña, alejándonos de la civilización, convirtiéndonos en personajes aislados e insociables. NO, nos llamaba a la redención del oportuno dominio y juicio del hombre nuevo que lucha contra la miseria, pero luchando al mismo tiempo contra la alienación, y todo esto por encima de la opinión del resto del mundo que veía como camino político, el Capitalismo.

Hace unos días, encontré un interesante artículo de Luis Perales, Integrante del periódico alternativo El Lápiz Rebelde. Sus palabras nacidas en el seno de unas "Breves reflexiones desde la periferia con respecto a las recientes elecciones en el PSUV", fue escrito en el 2008, pero hoy no podría estar más viva y argumentada esta reflexión, sino estuviese en la base del pensamiento crítico del Hombre Nuevo, el pensamiento del Nuestroamericano Ernesto “CHE” Guevara.

En el inicio de esta reflexión, ahonda la idea del Che, de lo que debe ser un Partido, aspirando que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educados para el comunismo. Un Partido como ejemplo vivo donde sus cuadros deben dictar cátedras de laboriosidad y sacrificio, llevando con su acción, a las masas, al fin de la tarea revolucionaria. Luego madura una idea interesante acerca de que, “Ningún Partido Político en la Historia venezolana (sin excluir el PSUV), ha sido creado con otro fin que (…) para la manipulación de grandes sectores de la población en el momento electoral y en cuanto a la finalidad que persigue: el poder del Estado. En este sentido (…) la estructura del Partido es totalmente vertical, por lo tanto, en el mismo existe un sistema de jerarquías, establecidas históricamente por los diversos elementos que sostienen la sociedad capitalista. Quienes están en las cúpulas de los Partidos Políticos (…) son quienes pueden aspirar y pueden llegar a la meta establecida, que no es sino la continuación de un camino ya trazado para sostener el estatus quo que les permitió llegar”. Y con esta aseveración es oportuno preguntarse, ¿Apreciamos en la actualidad elementos comunes por mera casualidad? Imposible. Es nuestra actual realidad en el PSUV. Obviamente desligando de este fenómeno las excepciones naturales de la revolución. Esas excepciones dentro del Partido como cuadros y Líderes naturales formados y comprometidos con nuestra Revolución y el Pueblo. Pero no es secreto para nadie, que hay otros personajes de la dirección del partido, que se encuentran, como Roy Chaderton afirma, “…incrustados en el Proceso Bolivariano disfrutando las mieles del poder, subestimando a los trabajadores o abandonando a sus compatriotas humildes y en su autismo revolucionario no escuchan la voz de la calle

Explica Heinz Dieterich sobre este fenómeno que, “Toda revolución genera inevitablemente tres hechos: a) la destrucción parcial o completa de la clase política del antiguo régimen, b) la constitución de una nueva clase política y, c) el ataque de la contrarrevolución. Si el proceso sobrevive a los embates de la contrarrevolución, su principal peligro emana de la nueva clase política: sectores dominantes de esa nueva clase pueden desvirtuar el proyecto revolucionario original”. Y a pesar que este 28 de Junio hubo Elecciones Internas dentro del PSUV, nosotros, los venezolanos de a pie, observamos con intranquilidad apremiante, el desvirtuó del Legado de Chávez,   la constitución de una neo-burguesía, que esgrimiendo el oportunismo político o “enchufamiento”, han escalado posiciones a nivel económico y político. Y aquí fue observado como las bases se sumaron como borregos al juego de satisfacción política de los que direccionan el partido, recayendo sin conciencia política a las prácticas de la cuarta, y algo aún más preocupante, practicas reforzadas, casi de 5ta generación. ¿Porque? ¿Dónde quedo el pueblo consciente y crítico  de Chávez?

Esta neo-burguesía dentro de la Revolución, hoy juega en el plano político con las reglas del Capitalismo, donde “…quien más tiene, más puede”.  Por ende, quien no tiene, solo sueña que puede.  Siendo lo peor del asunto el engaño del cual sufren los segundos pues queriendo poder no hacen más que impulsar aún más hacia arriba a quienes están parados sobre sus hombros, es decir, los primeros”, como lo expresa Luis Perales. Convirtiendo en un rotundo engaño estas “Elecciones Primarias”. Donde claramente vemos Viceministros sectarios y excluyentes con apadrinaje, Ex-Alcaldes neoburgueses burócratas enamorados de su propia importancia, supermilitantes manganzones, corruptos camuflados de rojo y demás personajillos reformistas con morales y éticas cuestionables, que se postularon y evidentemente ganaron ser “candidatos”. Pero ese no es el principal problema, sino que estos personajes hoy están aspirando puestos de elección popular de importancia trascendental para el desarrollo de esta revolución, a través de demagogia, amenazas, enroscamientos o empadronamientos y plata. Personajes, que más que conservar el proyecto Revolucionario, les preocupa es sostener su “poder”, mantener un curul, seguir alimentando su status quo. Y de esta manera, negándole irreversiblemente a la vanguardia y cuadros del partido, comenzar a direccionar sus propios destinos en ese deseo de llevar el compromiso revolucionario con los más necesitados, a través de una cosmovisión coherente y realista que guíe la teoría hacia el éxito de la praxis socialista para el nacimiento de la Mujer y el Hombre Nuevo. Debido a la acción de estos personajes, se vuelven oportunas las palabras de George Cristoph Lichtenberg, "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto".

Por esta razón, Nuestro Partido, el Partido de Chávez, el Partido de la Revolución, sigue siendo una utopía. Como diría Luis Perales, “...pareciera que esta sociedad ha llegado a tal punto de degradación de lo humano y de la supremacía de las relaciones mercantilistas para la supervivencia, que el camino hacia la construcción de tal espacio se hace cada vez más difícil, y por ende más truncado el camino hacia la Revolución socialista...”. Desde las bases hemos olvidado que el Partido de la Revolución, fue creado para ser instrumento de liberación y formación de la Mujer y el Hombre nuevo. Nuestro Partido debe dejar de ser el partido electorero que usa las armas melladas del sistema capitalista. Debemos comenzar a tener la voluntad política para enfrentar y deslindarnos de una vez por todas de las mafias oligarcas y círculos civiles y militares que actualmente direccionan las instituciones gestoras de los servicios básicos, sociales y económicos para su propio enriquecimiento. Para llevar a esta Revolución al punto de no retorno, necesitamos luchar contra la impunidad y la corrupción. Empecemos a concientizar al pueblo, no basta solo con políticas sociales e incluyentes sino es preciso la formación política, ideológica y humanista. Es obligatorio comenzar a empoderar al pueblo, iniciando políticas verdaderas de democracia participativa y protagónica a través de su mayor instrumento de liberación, como lo son las asambleas de ciudadanos.

Si Ud. Compañero Nicolás Maduro Moros, no tiene la voluntad política y humana para comenzar a hacer estos cambios necesarios en su gobierno e impulsar el Legado de Chávez en el marco de la construcción sin dogma del socialismo bolivariano, de la REVOLUCIÓN SOCIALISTA DEL SIGLO XXI. Si la Unidad, Lucha, Batalla y Victoria del Comandante Chávez son asumidas por Ud. como sumisión e inacción del pueblo, aun vapuleando de manera enajenante la crítica y autocrítica, pues déjese ya la hipocresía y traición al Comandante Chávez, y nombre su gobierno de una vez por todas como CAPITALISMO SOCIAL.



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