Laudato Si

Laudato Si (Loado Seas), nombre de la Encíclica, donde el Papa Francisco reflexiona  exhortando la congregación a cuidar la tierra, nuestro espacio vital. Las encíclicas son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigidas por el Papa a los obispos y fieles católicos de todo el mundo. Encíclica traduce “envolver en el círculo”.

El texto de ochenta y ocho páginas, agrupadas en seis capítulos se denomina: Sobre el cuidado de la Casa Grande y es un hermoso, histórico, poético y fundado discurso que permite acercarnos desde una perspectiva espiritual-ambiental al diagnóstico de la vida y sus expectativas de sustentabilidad en un mundo agredido mortalmente por un modelo voraz y contaminante como es el capitalismo.

Como el Papa Francisco señala en el texto: “Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta”, la Encíclica nos advierte la gravedad de la contaminación y el cambio climático, el problema del agua y la desertificación, las migraciones entre otros temas técnicos. Además, hunde el análisis crítico en los aspectos culturales, políticos y económicos de una sociedad consumista y derrochadora proponiendo la ecología integral desde la educación y espiritualidad ecológica.

Pero más aun, el significado de la Encíclica radica en la transformación de un discurso soso y dogmático que ha caracterizado a la Iglesia tradicional en uno vivo, actualizado; en un discurso que devuelva el poder de Dios a la gente a través de la comprensión de sus problemas reales y colectivamente con la Iglesia, y personas de buena voluntad, construir soluciones. Cada día, el discurso de gran parte de la curia venezolana, se hace huero y se “apicha”, petrificado en el mundo de los arcángeles, ángeles y serafines, en el fuego eterno.

Ese discurso cansón y altamente dogmático sin visos de oxigenación, ha provocado la deserción de muchos de sus fieles, sumado al sectarismo político. En otros casos las reuniones de las congregaciones religiosas católicas se reducen a “ferias de mercadeo” o a extremos rituales de “sanación” que se asemejan a los cultos “profanos” que combaten, sin obviar las reuniones conspirativas contra nuestro gobierno constitucionalmente fundado.

Algunas preguntas necesarias ante la exhortación del Papa Francisco son: ¿La jerarquía eclesiástica venezolana defensora del capitalismo será capaz de convertir sus homilías en espacios de reflexión y de oración de acuerdo al mandato expreso en la Encíclica? ¿Podrá la Conferencia Episcopal Venezolana transformarse de acuerdo a los nuevos tiempos? Dios lo sabe….pero el tiempo dirá.

 

*Sociólogo

 

morrocoynosubepalo@hotmail.com



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