Chavistas que piden la cabeza de Maduro

Nadie es indispensable pero todos somos necesarios cuando se trata de consolidar grandes obras colectivas como el Estado Democrático y Social, de Derecho y de Justicia ptevisto en la Constitución Bolivariana. 
 
Una amplia alianza de clases, géneros, etnias y doctrinas fue la estrategia de Hugo Chávez para alcanzar el poder político como nunca otro movimiento de izquierda lo había logrado en Venezuela y así impulsar grandes cambios sociales, políticos y económicos a beneficio del pueblo venezolano.
 
Ocurre que en el presente han surgido dificultades políticas y económicas severas que Chávez advirtió y por ello llamó a la unidad de los revolucionarios para vencerlas. El comandante fijó una dirección política clara ungiendo a Nicolás Maduro como su sucesor a fin de evitar anarquía o dispersión en nuestras filas. 
 
Al ungir a Maduro como próximo presidente le puso condiciones para ejercer el cargo, cito textualmente a Chávez: "al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria".

Ante las crecientes adversidades que padece la patria, algunos camaradas ponen en duda si actualmente las condiciones de Chávez han sido cumplidas o si por el contrario nuestro pueblo ha sido abandonado por el liderazgo actual. 
 
Tengo certeza que la vigencia del llamado de Chávez y sus condiciones dependen principalmente del colectivo revolucionario, porque mal podemos plantear una ruptura contra de la nueva dirigencia chavista sin antes transitar los caminos unitarios de la reunificación y las alianzas políticas que dieron vida al chavismo y a la revolución bolivariana. 
 
Antes que venerar religiosamente a individuos, defendemos radicalmente la ideología de la igualdad social, por ello tenemos a Chávez como alta referencia histórica ya que fue un supremo exponente de lad más justas luchas sociales. 
 
Hoy Maduro, con sus características propias es quien por circunstancias de la historia ocupa el lugar de Chávez y ello le hace merecedor del apoyo chavista siempre que se subordine al interés popular, por lo tanto descartamos cualquier tentación divisionista, fraccionalista o de guerra interna pues ello sólo favorecería a los enemigos del pueblo que anhelan retomar el poder. 
 
Perseveremos en la crítica y la autocrítica como revolucionarios, promovamos debates, rechacemos desviaciones contrarevolucionarias como la adulación al poderoso y la satanización de que opina diferente. Exijamos respeto al liderazgo socialista actual pero al mismo tiempo ratifiquemos nuestro sólido apoyo a la revolución y a los programas de justicia social que se ejecutan en todos los aspectos del país.
 
Antes de las elecciones patlamentarias, convendría convocar a un congreso nacional de revolucionarios que vaya más allá de los partidos y que sirva para la discusión franca y honesta sobre la situación actual de Venezuela, la unidad con igualdad entre revolucionarios y las soluciones colectivas que se deben implementar con el masivo apoyo del pueblo.
 
Priorizando la unidad popular, observando la realidad nacional de hoy y participando en ella para transformarla, declaramos nuestro rotundo rechazo a la idea de construir un chavismo opuesto a Maduro y al alto mando político del Estado. Esperamos la misma claridad política de parte de la dirigencia.
 
Dentro de la unidad revolucionaria todo, fuera de ella nada.


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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