Los demócratas del sistema como golpistas consecuentes

Se subordinan al imperio norteamericano.

Son y dependen de los patrones de la economía.

Su momento de verdad es cuando un gobierno elegido actúa con libertad ante el imperialismo y los capitalistas. Entonces apoyan los golpes.

En Chile en 1973 la democracia cristiana dio ya públicamente el paso ilegal.

Ahora es parte de la campaña internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Lo mismo hacen socialistas vinculados nominalmente al allendismo.

Un gobierno suyo reconoció de hecho el golpe militar civil contra Hugo Chávez el 2002. Chávez no perdonó durante mucho tiempo a Ricardo Lagos. Así lo hizo ver en 2004. “Cuando fue el golpe de Estado, el gobierno emitió un comunicado apoyando prácticamente el golpe. Yo me quedé callado. Reventó la cuerda por lo más delgado: sacaron al embajador. El fue a despedirse, yo lo recibí, y casi llorando me dijo: ‘Yo soy inocente, cumplí instrucciones, me están sacrificando a mí’. Ahí cambiaron a ese pobre hombre”. Hugo Chávez en cumbre en Monterrey. [Fortín Mapocho]

Adhieren renovados al orden todavía imperante.

Hay que conocerlos.

Cualquier acuerdo político con los partidos demócratas sistémicos y sus mandantes solo puede referirse a programas al interior de la dependencia internacional y del patronazgo… en crisis.

El gobierno venezolano internamente depende de la fuerza popular chavista.  

Por un Movimiento para una civilización sustentable-solidaria

 

romulo.pardo@gmail.com



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