Democracia y realidad


¿Es la democracia un sistema de gobierno perfecto?
¿Como creación del ser humano estará plagada de vicios y defectos que la hacen inservible?
¿Establecerá la democracia un sistema de libertades manejables y manipulables mediante el ejercicio eficaz de la propaganda?
¿Será la democracia expresión de un sistema de gobierno donde en forma sublime permite la filtración de la mediocridad política?
¿El paradigma democrático actual se debate entre la representatividad neo-liberal capitalista y la directa, popular y protagónica socialista?
En nuestra patria en materia de aceptación democrática se bate record como sistema político capaz de mantener la estabilidad política en un estado sacudido por multiples y variadas contradicciones en la constante lucha por la superación de la decendencia del pasado como legado negativo.
¿Es el pueblo democrático venezolano actual más eficaz, más eficiente y con verdadera conciencia revolucionaria y carga ideológica que el pueblo del siglo XX?
Nuestro gobierno democrático bolivariano, en buena medida ha logrado expulsar después de 15 años de cambios a varios chupasangres de bancos, empresas extranjeras, inversores, pero lamentablemente quedan aún “políticos” que parecen ser patrimonio de nuestra sociedad continuando en su actividad como si no hubiera sucedido nada entre el pasado puntofijista y el cambio bolivariano.
La mayoría de tales “dirigentes” han escalado posiciones de mucha importancia dentro del gobierno bolivariano, pese a la consigna “no volverán”.

¿Pero será verdad esta consigna?

Ciertamente en lo que parece una muestra del miedo hemos visto con asombro como muchos puntofijista se han reencauchado “chevecos bolivaristas”.
Esto puede significar en los hechos que la revolución bolivariana no maneja con absoluta claridad las coordenadas del cambio en materia de la actuación de la burocracia gubernamental.
A estas alturas de un cambio real aún se infiltran en el seno del gobierno revolucionario transfugas y conversos de alta peligrosidad como quintas columnas que hasta ayer y durante todo el tiempo de la IV república fueron sus activos y consecuentes dirigentes.
No confundamos patología con salud, ni distorsiones ni adhesiones huecas con el camino recto del proyecto chavista bolivariano.
El pueblo venezolano todo, sin distingos ni igualitarismos perversos debe ser servido no enajenado, eso pertenece a otra realidad que no es precisamente la venezolana.

Se debe tener mucho cuidado con el asistencialismo clientelar, la ficción revolucionaria y el fundamentalismo político. Todo eso origina involución social muy peligrosa para los intereses colectivos.

Es necesario seguir madurando hacia una mayor autonomía y la constante búsqueda del bienestar económico para alcanzar el desarrollo y construcción del socalismo como sistema de “hombres libres”, tal como lo planificó y soñó el comandante Hugo Chávez.

Profesor Titular de LUZ.


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