Lenin y la economía socialista

“El socialismo lo edifican millones de seres, dijo el gran Lenin.”
Aunque por su superficie la Rusia zarista ocupaba el primer lugar en el mundo y por su población el tercero, por las proporciones de su producción industrial quedaba en quinto lugar, después de los EE.UU., Alemania, Inglaterra y Francia. Si bien era considerada una gran potencia, dependía económicamente de los grandes países capitalistas, estaba endeudada con ellos y tenía que pagarles grandes intereses. Muchas empresas industriales —fábricas, minas, etc.— habían sido fundadas con capital extranjero; los propietarios de aquellas empresas vivían fuera de Rusia, y las ganancias iban a parar al extranjero.

A pesar de sus riquezas naturales, la Rusia zarista era un país pobre y atrasado. La renta nacional por habitante era en la Rusia zarista mucho más baja que en Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos. La Rusia zarista era un país agrícola. Las cinco sextas partes de la población vivían de la agricultura; cerca de las tres cuartas partes de la exportación del país lo constituían los productos agrícolas; correspondían a la agricultura las dos terceras partes dela renta nacional; la industria estaba poco desarrollada. Por su ramificación, la industria de la Rusia zarista se parecía a la de una colonia o semicolonia.

En la vida económica de la Rusia zarista participaba menos de la mitad de su territorio. Incluso en la parte europea del país había considerables áreas sin incorporar a la vida económica: tanto en el riguroso norte (en la península de Kola y en la zona norte del Pechora), como en el seco sudeste. Al este de los Urales, en Siberia Occidental, únicamente se explotaba por entero la franja mixta de bosques y estepas situada entre la taigá (en el norte) y los semidesiertos de la Kazajia Central (en el sur). En el Kazajistán Meridional y el Asia Central sólo podían considerarse poblados los oasis, que ocupaban menos de un vigésima parte del área total. En Siberia Oriental y el Extremo Oriente, la zona aprovechada se extendía a lo largo del ferrocarril, formando una estrecha cinta.

En tiempos del zarismo, el proceso de población de nuevos territorios tropezaba con enormes dificultades. Los campesinos que se trasladaban a Siberia no recibían ninguna ayuda: sólo la mitad de ellos lograba asentarse en los nuevos lugares; los restantes se arruinaban definitivamente, pues a la mayoría de los campesinos le faltaban recursos para montar su hacienda y no tenían dónde ganarlos; además, en los lugares inmediatos a la taigá, el desmonte de los terrenos requería mucho trabajo.

Eran pocas las personas inclinadas a construir empresas industriales en lugares casi despoblados. En las regiones nacionales periféricas, el desarrollo de la industria tropezaba incluso con la resistencia del gobierno zarista, que defendía los intereses de la burguesía rusa de antiguas regiones industriales, protegiéndola contra la competencia de las regiones periféricas. Además, el gobierno zarista temía, por razones políticas, la formación de centros proletarios en las zonas periféricas.

Después de la Gran Revolución Socialista de Octubre cambiaron radicalmente las condiciones del aprovechamiento económico de nuevas tierras, pues éste ha dejado de ser una empresa privada y se lleva a cabo con medios y recursos del Estado, de un modo organizado y con arreglo a un plan. El desarrollo industrial de las antiguas regiones nacionales periféricas no sólo no es dificultado, sino que, por el contrario, se acelera por todos los medios. El poder soviético está vitalmente interesado en la industrialización de las regiones periféricas y en el crecimiento numérico de los trabajadores entre la población local. El aumento de la productividad del trabajo, indisolublemente ligado con el socialismo, exige la aproximación de la industria a las materias primas y el aprovechamiento económico de los recursos naturales aún sin explotar. Cuanto más cerca de sus materias primas se encuentre la industria, tanto menores serán los gastos para transportarlas a las fábricas. Como es lógico, la reconstrucción socialista de la economía nacional, no sólo va acompañada del aumento general de la producción, sino también de considerables cambios en su distribucción geográfica.

La geografía económica de un país, es la geografía de la economía nacional del gran país socialista. Su objetivo principal es el estudio de la distribucción geográfica y la coordinación espacial de las fuerzas productivas, es decir, del principal elemento de la producción: los instrumentos de producción y la mano de obra, con su experiencia y hábitos de trabajo.
En la ramificación de la industria, lo principal es la proporción entre la industria pesada y la ligera:

En la industria pesada entra la producción de medios de producción, es decir: la fabricación de máquinas y otros medios técnicos necesarios para la industria. La agricultura y el transporte, así como la extracción de combustible (hulla, petróleo, etc.) y la obtención de las materias primas (metales, productos químicos y materiales de construcción) con las que se fabrica el utillaje industrial y todo lo necesario para la producción. En la industria ligera entra la fabricación de medios de consumo, es decir: la de víveres, ropa y artículos de uso doméstico, en general; todo lo que se destina directamente al consumo y no al desarrollo de la producción. Se considera económicamente independiente al país que produce todo el equipo industrial que necesita. Además, la industria pesada es necesaria para la defensa de la Nación. Las colonias, semicolonias y países dependientes, en general, se distinguen porque su industria pesada es inexistente.

La Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 suprimió en Rusia el poder de los capitalistas y terratenientes e instauró el poder de los obreros y campesinos. La tierra, el subsuelo y todas las fábricas pertenecen en la Unión Soviética al Estado, a diferencia de lo que ocurre en los países capitalistas, donde estos medios de producción son propiedad de los capitalistas. La economía nacional del Estado socialista se desarrolla con arreglo a un plan elaborado en beneficio de todo el pueblo. En correspondencia con los planes del Estado, crece y se desarrolla constantemente la economía socialista, aumenta sin cesar el bienestar del pueblo.

Para edificar con éxito el socialismo, todos deben saber y comprender qué sentido y qué importancia tiene la edificación, deben conocer y comprender el plan según el cual se lleva a cabo la edificación en todos los confines del país soviético. Para ello hay que conocer el material con que se edifica la economía socialista, es decir, las condiciones y recursos naturales de todo el país en su conjunto y de cada gran zona en particular; hay que conocer la herencia que dejó la Rusia zarista al país soviético; hay que conocer cómo se desarrolla la edificación y cuáles son las tareas inmediatas que deben ser resueltas en todo el país y en cada una de sus grandes zonas; hay que conocer los vínculos de producción en cada zona, es decir, conocer y comprender cómo se coordinan, en cada región, las diversas ramas de la economía, formando un todo único; como las diversas ramas se ayudan unas a otras con materias primas, combustibles, materiales auxiliares e instalaciones; cómo se complementan unas a otras, constituyendo un organismo productivo único.

La edificación de la U.R.S.S., que se lleva a cabo tomando en consideración con la mayor plenitud posible las diferencias naturales, no queda limitada a aprovechar las riquezas naturales, pues, además, transforma radicalmente la naturaleza.

La inteligencia, unida a la voluntad del proletariado que ejerce su dictadura, deseca pantanos, extrayendo combustibles; riega las estepas áridas, dando nuevos cauces a los ríos; hace que la fuerza de los saltos de agua genere fluido eléctrico y fuego; abre carreteras en montañas intransitables; vence a los hielos perpetuos del Ártico; une los mares por medio de canales; modifica la geografía física del enorme país de las Repúblicas Socialistas.
La geografía económica de la U.R.S.S. describe la transformación consciente y planificada de la naturaleza por la sociedad socialista, sobre la base de una ciencia avanzada y bajo la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética”.

¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Venceremos!


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Manuel Taibo


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