Juan Contreras Suniaga un diputado del pueblo y para el pueblo

A propósito del ascenso a diputado principal del camarada Juan Contreras, producto de la lamentable perdida del Eterno Líder Juvenil, Robert Serrat, vale la pena reflexionar y preguntarse, es este un diputado dispuesto a la lucha revolucionaria de base. Como debiera ser esta vinculación con la gente de a pie, con la gente más vulnerable, de esos sectores que se identifican como pueblo puro, que sale a hacer revolución en coyunturas especiales y necesita reivindicar el poder de esa masa, que en movimiento consciente permite que se generen los cambios y las transformaciones necesarias para la elevación moral de su clase y de su sociedad entera. Respetando y considerando muy en alto la memoria de Robert, y conociendo de toda su trayectoria, voluntad y deseo de continuar luchando por nuestra patria, vamos de manera definitiva a trabajar con Juan, el cual es un luchador social no solamente del 23 de enero sino de Caracas, de Venezuela y de Latinoamérica.

Cuando recordamos la figura de ese joven moreno, dinámico, luchador, de 12 o 13 años de edad, viendo desde su clase desposeída, de ese barrio reprimido, toda la infinidad de injusticias por la que atravesaba su pueblo y la vida de todos los pueblos de nuestro continente, comienza a formar un nivel de conciencia para lo grande, para estar dispuesto a combatir, en unidad dentro del contexto del momento, Juan, como lo conocimos en aquella época ya ubicaba la lucha revolucionaria de los años 1950 1960 y 1970 como la guía ideológica hacia el camino del socialismo, los líderes o héroes a quien admiro y predico ser como ellos, Argimiro Gabaldon, Fabricio Ojeda, Américo Silva, el Che Guevara, siguen presentes en su condición de líder social. En una etapa de suerte pudo irse a la universidad para prepararse como licenciado en trabajo social, continuando con un post grado en esta misma área, en su camino del liceo a la educación superior pasando por su barrio y el hogar, con su madre al frente que lo vio crecer, no hubo desanimo ni desvió en su conducta y en su humildad.

El panita, el amigo, el compadre, el camarada, el hermano, no dudo en ofrecer sus años al trabajo social, a la actividad de formación intelectual, concatenada con la lucha revolucionaria. como lo sigue haciendo, manteniendo su palabra Irreverente como al principio de su vida y como siempre lo es, Juan sabia, desde muy joven, que desviarse a otras lides era vincularse a una vida vacía, que en la sociedad de consumo en la que nacimos no tendría sentido porque quedábamos los jóvenes y las jóvenes envueltos en esa molienda de la calle, la droga, el ocio, y la incultura, para formar parte de la lógica del capital. Cuantos amigos y camaradas se fueron en esos años, cuanta experiencia se acumuló para lo bueno para lo grande, el estudio continuo, la lectura, le sirvió a este líder y joven ya comprometido, para expandir sus conocimientos, su relación permanente con la gente le sirvió para identificar un camino necesario, el de formarse como revolucionario. Pudiéramos empezar a contar las vivencias y hazañas de Juan, pudiéramos también ubicar un currículo interminable; y más allá de esto cuales proyectos desprecio para dedicarse como persona de concepción revolucionaria, pero no se trata de hacer apología de un hombre o de cómo se define políticamente, se trata del compromiso de este y más aun dentro de la coyuntura en que llega hoy a la asamblea nacional, en cuanto a la situación que atraviesa el país, me refiero a las definiciones políticas e ideológicas, además de hacer o contribuir con ello, irreversible este proceso revolucionario.

Cuanta necesidad de ayudar a corregir los errores del proceso, como ubicarnos de nuevo en ese momento de lo que Chávez llamo el gabinete de nuevo curso, con la intención de darle forma al planteamiento de Golpe de Timón. Hacia dónde va esto Nicolás, hacia donde vamos, pregunto el líder poniéndose el como ejemplo y asumiendo la crítica y autocrítica para profundizar el cuestionamiento del momento. Por lo tanto, no se ha salido ni apartado Juan de este planteamiento, tampoco la Coordinadora Simón Bolívar, ni ninguna de las organizaciones que en accionar colectivo trabajamos en el camino del socialismo, tratando de romper con la lógica del capital, que nos impone todo a través de la sociedad de consumo a la cual nos referíamos al principio; para poder fortalecer al gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro. En líneas generales el diputado Juan Contreras cree en la Participación de la gente, del pueblo puro, del movimiento popular, porque el cargo, o la figura de diputado no puede ser condensada solo en él, es necesario que la gente ofrezca sus criterios para impulsar el vínculo, pueblo, movimientos sociales y gobierno, es por esto que desde el 23 de Enero, la gran Caracas y aun en el ámbito nacional, creemos en la unidad del pueblo como máxima expresión que oriente la direccionalidad para encausar las luchas. Estaremos pues atentos al llamado de las luchas venideras, con la confianza de que este Diputado que infiltramos en el gobierno, en este caso en la Asamblea Nacional, mantenga su planteamiento original que en los arbores de su formación lo definió como el poder local, hacia lo local, atender lo fundamental de la comunidad para que esta entienda la necesidad de los cambios hacia una vida de iguales, la recuperación de los espacios como la acción más vital de poderle arrebatar a nuestros jóvenes a la deformación y al ocio, todo esto orientado dentro de un marco educativo retomando la concepción de Simón Rodríguez y Pablo Frei sobre la educación para la vida.

Y la continuación de seguir luchando para que se despejen con mayor claridad todas las vías hacia el canino del socialismo En definitiva y en estos momentos de crisis moral, decimos como Rosa Luxemburgo, Socialismo o Barbarie. Pues contra la derecha apátrida y parasitaria, contra la burguesía pro imperialista no a la barbarie, no a la contra revolución. Por lo que decimos y convencidos estamos de ello: que solo una política de acumulación de fuerzas que restituya la potencia del poder constituyente permanente del pueblo, será garantía de la hegemonía necesaria para profundizar el proceso revolucionario y hacerlo irreversible. En la Asamblea Nacional necesitamos una diputación o valga mejor decirlo uno o varios equipos de diputados dispuestos a trabajar y morir por la verdad.



Unidad, Lucha, Batalla Y Victoria.

Por: fundación: Ali Primera Monte Piedad.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1230 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter