La crítica: ¿Qué es y para que es?

En torno al principio revolucionario de la crítica y la autocrítica mucho se ha escrito en los últimos meses. Podemos encontrar diversas posiciones políticas que han generado un debate cargado de subjetivismo y dogmatismo. Muchas de estas posturas se basan en descalificaciones personales, donde el principal protagonista es el ego individualista y pequeño burgués de algunos actores que definitivamente han perdido el sentido del momento histórico, no están conscientes de la magnitud de la situación y no tienen idea de la capacidad del adversario. En este contexto, el debate revolucionario de altura se ha diluido y la coherencia política ante la nueva etapa de la Revolución.

Empecemos por aclarar qué es la crítica como principio revolucionario y para qué es. Marx indicaba que la Revolución, para alcanzar su desarrollo, debe ser sometida a la autocrítica, y que ello constituye una de las herramientas fundamentales para superar las contradicciones no antagónicas del socialismo. Pero a su vez Marx en su documento “tesis sobre Feuerbach” plantea que no se trata de interpretar de diversos modos al mundo, sino de transformarlo.

Lenin después de la victoria de la Revolución socialista soviética, hizo que el ejercicio de la crítica y la autocrítica se convirtiera en una de las principales fuerzas motrices del desarrollo del partido y la sociedad, asimismo, dejó claro que la teoría revolucionaria no puede existir sin la práctica revolucionaria y que sin esta última no habría Revolución.

Mao Zedong decía que en medio de una lucha ideológica activa, la crítica y la autocrítica es el arma que garantiza la unidad interna del partido y demás organizaciones revolucionarias, pero esta debe tener como único fin “el fortalecimiento de la capacidad de combate del partido y la Revolución”.

El Comandante Chávez se declaró amante de la crítica y convocó al pueblo, al partido y a las instituciones, a hacer uso de la misma como un instrumento de permanente revisión y rectificación. Sin embargo, siempre recordó el proverbio bíblico: “antes de ver la paja en el ojo ajeno, ve la viga que tienes en el tuyo”.

Observamos con claridad que la unidad dialéctica entre lo que se dice y lo que se hace, debe ser el principal pilar moral antes de emitir cualquier señalamiento. Cada militante revolucionario debe preguntarse todos los días antes de exponer una crítica ¿Qué estoy haciendo por la Revolución? La crítica y los cuestionamientos son muy fáciles de emitir desde afuera de los escenarios diarios de combate por la construcción del socialismo. Cada crítica dentro de la Revolución debe estar cargada de una gran profundidad ética y moral para que pueda ser legítima.

Mao planteaba que al denunciar los errores y criticar los defectos, se debe hacer igual que un médico trata un paciente, “únicamente para salvarlo y no para matarlo”. El proceso bolivariano está bajo asedio mediático permanente, es por ello debemos tener cuidado del cómo y cuándo se realiza una crítica o señalamiento público, pues podemos convertimos en las armas del enemigo como ha ocurrido recientemente. Ejemplo:

Observamos con inquietud que se presenta una situación característica, algunos revolucionarios nos hemos acostumbrado a creer que la Revolución se hace únicamente desde el ejecutivo nacional, y nos esforzamos en escribir documentos con la esperanza de que un alto dirigente lea el escrito. La realidad es que los espacios de construcción colectiva del socialismo están en las bases populares, en el consejo comunal, en la comuna en construcción, en el colectivo, en el movimiento social, en el partido, en el Gran polo patriótico, está en la comunidad. Esos son los espacios para discutir, proponer y ejecutar acciones revolucionarias.

El oportunismo estanca el proceso, es necesario blindar la revolución desde las bases. Camaradas, la humildad es el alma del código de ética de un revolucionario. No podemos decir quién es más revolucionario, por la cantidad de consignas que escribe, el número de artículos de opinión, comunicados, o aportes teóricos. Estos elementos tendrían mayor validez si son acompañados por los hechos y las acciones concretas a favor de las luchas de base, solo con el ejemplo revolucionario se puede conquistar y merecer la confianza del pueblo.


guevararaul27@gmail.com


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