Socialismo productivo o la producción en el socialismo (parte II)

¿Qué encontramos?.
1. A menudo se critica al gobierno por sus pocos aciertos en lo que a producción se refiere, yo soy uno de estos críticos, pero lo que no veo en los otros críticos es una postura que aborde el origen. ¿de dónde partimos?, ¿Cuál es el origen? ¿Qué fue lo que encontramos?. Y hasta me molesta que el mismo gobierno no considere en serio un aspecto tan fundamental, como este, para lo que se quiere: un país productivo.

Hacia finales de la década de los 80, irrumpe en los escenarios políticos y económicos una propuesta para salvar la economía gringa de la ya previsible debacle “EL ALCA” el cual llegaría por los acuerdos políticos llamado “El consenso de Washington” el cual pretendió imponer a los países americanos la implementación a gran escala de las tesis de los Chicago Boys, o lo que es lo mismo la aplicación del librecambismo o el libre mercado y el neoliberalismo como forma de organización de la producción y de la sociedad misma basado en fundamentos como, el laisses faire, laisses passed, (dejar hacer, dejar pasar).

Términos como globalización y libre mercado se estaban poniendo de moda, muchos teóricos, entre ellos unos cuantos venezolanos levantaban las banderas de aquello que Francis Fukuyama (politólogo, no economista) denominó “el fin de la historia”,según se apresuró a decir en su libro, “El fin de la historia y el último hombre” porque sostenía que el triunfo del neoliberalismo dejaba sin efecto la lucha de clases, partían de que el ensayo en Chile de esa tesis había sido exitosa, obviando, por supuesto, que fue impuesta a punta de bayonetas, terror, y muerte a través de la más cruenta dictadura jamás conocida. Ya suponían que ningún país de libertades democráticas daría cabida a semejante tortura continuada contra un pueblo, tal como lo vive España en la actualidad.

Se inició, pues, una carrera para ver quién era más neoliberal, nuestras universidades entre ellas, mi siempre querida UCV, abandonaron sus viejas tesis y abordaron la modernidad, ¿qué íbamos a hacer?, el modelo propuesto por Milton Friedman estaba de moda, y quienes nos oponíamos éramos unos dinosaurios, tanto en política como en economía.

A partir de allí inició en Venezuela un proceso de desmantelamiento a gran escala de su planta industrial, no por no tener condiciones de desarrollo en nuestro país, sino, que se embarcaron en la propuesta neoliberal de libre movilidad de capitales, cuya lógica suponía que los capitales se desplazarían hacia donde resultaran más rentables, por eso muchos empresarios y grandes grupos económicos iniciaron un éxodo hacia países como México, Argentina, Colombia, Panamá entre otros, dejando atrás lo que eran pujantes zonas industriales como la de Valencia, o Guarenas, y otras reducidas o convertidas en verdaderos cementerios de galpones, que luego poco a poco se fueron reutilizando como depósitos de mercancías importadas, incluso, de las mismas empresas que antes estuvieron allí, parecía que aquel viejo cuento que decía “no produzcas nada, alquílame tu país”, cobraba una macabra vigencia. ¿Se acuerdan del grupo CORIMON, grupo que llegó a ser el grupo empresarial más importante de Venezuela, con un producto superior al grupo POLAR, y que en los años 90 después de su fracasado plan de internacionalización se vino abajo, debiendo ser auxiliado por el gobierno del Dr, Rafael Caldera, a eso los condujo su visión neoliberal. (Revisemos esa historia, no solo se auxiliaron los bancos).

Así transcurrieron los años 80 y 90, a lo que se agregó el hecho de que la planta industrial que se mantuvo en el país era una planta obsoleta, adquirida en la época de la política de sustitución de importaciones de los años 60 y 70, y que aun así no trabajaba al 100% de su capacidad productiva dado que el mercado no daba para más.

Cabe ahora preguntar ¿de quién es la culpa del desabastecimiento?, culpe Chávez y de Maduro? o de aquellos que llevaron el país a la bancarrota, y que lo desmontaban y vendían por pedacitos?, como sucedió con la CANTV, SIDOR, y muchas otras que se les quedaron en el escritorio, entre las que se cuenta PDVSA.

Yo si creo que el gobierno tiene mucho que ver en este asunto, porque lo primero que debió hacerse fue revertir esta grave situación en que se encontraba nuestra planta industrial, inclusive con alianzas estratégicas.

Al día de hoy no nos toca sentarnos abrazados a llorar viendo como se cae la revolución; sino, ponernos la braga y herramientas en manos poner las plantas abandonadas a trabajar, mientras resolvemos la propuesta del nuevo modelo.

2. ¿Qué hemos hecho? Se han hecho muchos grandes y costosos intentos, pero, cargados de incoherencias, desaciertos y falta de compromiso. Dejando claro por lo menos, que el problema NO ES DE DINERO.

3. En algunos casos se le dejó al pueblo la encomienda como el caso del boom de las cooperativas, donde la gente sin mucha preparación, con muchas necesidades, pero con grandes deseos de aprovechar la oportunidad que se les daba, se lanzó al ruedo, algunos invirtieron mal, otros, ni siquiera invirtieron -Se perdió una gran oportunidad y muchos recursos canalizados por el amiguismo y el clientelismo-; igual suerte siguieron los fundos zamoranos, los SARAOS; en cambio con la propuesta de desarrollo ENDÓGENO, la falla fue de origen, no se entendió su significado, ni se creó la forma de como implementarlo, resultados: un nuevo fracaso a tal punto que ya ni se menciona, ni siquiera el Plan de la Patria.
4. ¿Dónde estamos? Hoy por hoy el país sufre las consecuencias del fracaso de estas políticas, a lo que se le suma la promoción e incremento del consumo, sin el rescate de la planta industrial. Lo que condujo al incremento en las importaciones, disminución de las reservas internacionales y aumento incontrolado de la inflación y por ende una gran escasez de productos de consumo masivo. Dejando al país en una situación de vulnerabilidad ante los enemigos de la revolución.

5. ¿Qué proponemos?, yo insisto, en que la propuesta de desarrollo endógeno es la correcta; pero, bien diseñada y aplicada. Por ejemplo: en lugar de estar lanzando dinero a la calle sin un fin concreto, debe partirse de un plan con objetivos claros y bien definidos que considere las cadenas productivas y resuelva sus obstáculos y dificultades, con organismos crediticios casados con el plan, que sin abandonar las posibilidades de financiamiento de proyectos productivos se dedique al seguimiento de las cadenas productivas financiadas hasta alcanzar su éxito y consolidación.

Por lo pronto yo propongo en el marco de las tesis del Desarrollo Endógeno que el estado invierta en industrias intermedias, aprovechando áreas donde los recursos son abundantes como es el caso de las industrias básicas, petróleo, agricultura y otras; donde se incida positivamente en la producción aguas arriba, diversificando e incrementando su producción; y aguas abajo, abriendo un compás de participación de empresas públicas, privadas, comunales y hasta extranjeras si fuese necesario. Siempre teniendo en cuenta que el modelo a ser aplicado no debe ser industrialista; sino, que debe promover todas las variables de desarrollo como de vivienda, salud, educación entre otras. Entendiendo y definiendo cuales son las metas a corto, mediano y largo plazo.


felixesol@yahoo.es


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