No hay duda: el capital no tiene amigos, solo tiene intereses

La economía mundial es controlada por el gran capital financiero de los bancos y de los industriales de la guerra. Ambos se nutren del gran negocio del narcotráfico siendo los banqueros encargados de lavar el dinero producido por este vil negocio cuya cantidad es mucho mayor que el dinero producto del petróleo.

Aquí en Venezuela el capital privado dueño de los medios de producción pero esencialmente improductivo se nutre en mayor cantidad de la renta petrolera la cual es su accionista mayor. Pero también se nutre de la corrupción, de la especulación, del acaparamiento y del Estado creado por ellos mismos con el único fin de defender sus intereses.

El capital privado también se nutre de la delincuencia organizada y de la delincuencia social que ellos generan para mantener a raya a todos los honestas ciudadanos quienes para el capital son solo objetos de compra y venta tal como se vendían a los esclavos en tiempos coloniales.

El capital del Estado al igual que el privado se nutre de la renta petrolera para ello cuenta con PDVSA como su principal accionista: Empresa que desde su creación ha sido manejada por los gobiernos de turno (incluyendo este) a su antojo y libre albedrío. Si antes no rendián cuenta al ciudadano de a pie, hoy en día tampoco lo hacen. Actualmente no sabemos cuantos barriles de petróleo produce al día. No sabemos en realidad cuanto es su capital y cuanta su deuda.. Mucho menos conocemos cuanto tiene en cuentas por cobrar. Su nómina es una incógnita que jamás se podrá despejar.

El capital del Estado necesita del capital privado para sobrevivir en el capitalismo y Venezuela no es la excepción. Somos un país capitalista con un sistema de gobierno social demócrata que está al servicio de ese capital. Y, como todo capitalista necesita de los cuerpos policiales creados exlusivamente para reprimir a la clase trabajadora y para proteger los intereses del estado capitalista, más no para proteger los intereses del pueblo. El estado capitalista también se ha visto en la necesidad de aliarse con la delincuencia para que le sirva de muro contención contra los ciudadanos organizados en colectivos cuyo único pecado ha sido dejarse utilizar por políticos corruptos. Hay varios ejemplos: Colombia, Mexico, Estados Unidos, Ucrania. Venezuela no escapa de esta situación. La inseguridad nos acorrala en nuestras casas y el Estado capitalista es muy poco lo que hace para protegernos contra el hampa. Nosotros tampoco hemos sabido defendernos ante esta gravisima situación. Solo nos quejamos pero no nos organizamos para protegernos del hampa creada por este sistema. Todo se lo dejamos al estado quien es que la propicia. Por ello la delincuencia nunca se acabará mientra exista un gobierno capitalista.

Cuando el capital privado se ve en peligro recurren a la delincuencia organizada y en caso extremo a los organismos de seguridad controlados por el Estado los cuales siempre han estado a sus servicios.para que den un golpe de Estado que le restituya sus derechos perdidos. El golpe del 2002 contra Chávez es un caso tipico de esto. Lo mismo puede suceder cuando los burgueses que controlan el capital en manos del Estado ve en peligro su stato quo, hacen lo mismo que el capital privado.

Por eso cuando uno no puede acabar con el otro y sienten amenazados sus respectivos capitales por organizaciones sociales organizadas contrarias a sus intereses se unen para luchar contra esa amenaza. Exactamente, eso es lo que actualmente está sucediendo en nuestro país especialmente despúes de las guarimbas. Las mesas de diálogo y paz fueron exactamente eso: un pacto entre el viejo y el nuevo capital burgues.

Ambos se unieron para repartirse la renta petrolera sin la cual ninguno de los dos puede susistir. De esta repartición a nosotros no nos queda otra que organizarnos para abrir nuevos caminos que verdaderamente nos conduscan a una plena libertad en lo social, en lo político y en lo económico. Una libertad que impida que los burgueses de viejo y nuevo cuño acaben con nuestra esperanza de vivir en el socialismo liberador y creador. Donde la renta petrolera esté al servicio de los más necesitados y no al servicio de una claque de políticos que solo sirven para aplaudir la ignorancia.



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Nelson Jesús Lanz Fuentes


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