A casi un año de aquel "Golpe de Timón" ¿Quién se mira al espejo?

El triunfo electoral del Presidente Hugo Chávez el 7 de Octubre del 2012, presagiaba una nueva etapa de la Revolución Bolivariana Venezolana, las condiciones generales del país así lo dejaban ver. Los resultados electorales correspondientes a un 56% de los votos a favor del Comandante Supremo sobre la oposición, hacían perentoria por parte de la revolución una estrategia que mantuviese al pueblo en una dinámica de movilización y de mejoras en las condiciones generales de vida, reafirmándose a través de la vía electoral, la transición al Socialismo.

El día 20 de octubre, el Presidente Chávez realizó su primer Consejo de Ministros –después de su victoria-, que vendría a ser el último públicamente conocido por los venezolanos. Luego, la enfermedad del presidente, su posterior convalecencia y finalmente su lamentable deceso, dejaron un hondo vacío en el seno no solamente de la revolución y de la sociedad venezolana, sino también en la comunidad internacional, así lo demostraron las manifestaciones de duelo mundial.

Hay dos documentos que es imprescindible revisar y estudiar para comprender el proceso que orientará los próximos años de la Revolución Bolivariana: el Plan de la Patria y el “Golpe de Timón”, siendo este último el objeto de análisis de este trabajo. El documento que originalmente fue un video, y luego fue transcrito por el Ministerio de Poder Popular para la Comunicación y la Información, inicia con la argumentación hecha por el líder de la Revolución venezolana sobre las fortalezas económicas del país y hace especial énfasis en la situación de PDVSA, informando acerca de su recuperación que la llevó a ser una de las cinco empresas más importantes del mundo, y nervio vital del proceso revolucionario por su situación estratégica en el mercado mundial; en palabras textuales: "PDVSA aparece ahora como la segunda empresa dentro de las 500 más grandes de América Latina y una de las más grandes y sólidas del mundo" (Chávez, H. 2012).

Posteriormente, el documento hace referencia al problema de la democracia, ubicando al socialismo como la verdadera concreción de este sistema de gobierno, el Presidente Chávez expresó: "estamos dejando atrás de manera progresiva y firme el modelo de explotación capitalista y creando el nuevo modelo: el socialismo venezolano bolivariano del siglo XXI" (op.cit., p.13).

En esa oportunidad, calificó lo que representa un nuevo ciclo de la revolución, realizando propuestas y reflexiones que respondían a dos circunstancias específicas: 1) la disminución relativa de los votos chavistas revolucionarios, y 2) el avance electoral de las fuerzas opositoras. Tales premisas, requerían que las fuerzas revolucionarias dieran un nuevo impulso y sobre todo, concretaran los logros de la revolución en aspectos que trascendieran el plano asistencialista. Convertir esos logros alcanzados, en situaciones de conquistas irreversibles para el pueblo venezolano, es la propuesta para que la Revolución llegue al punto de no retorno.

Pero si analizamos a profundidad, o hacemos como dicen los historiadores un análisis del discurso, sacaremos como conclusión que la intención de Chávez en aquel evento reveló por un lado, la conciencia del líder sobre su inevitable partida producto de la gravedad de su salud, y por otro, la desesperación por dejar claro el camino que debería seguir la revolución para transformarse realmente en un proceso sin punto de retorno. Para ello, llamó a la "autocrítica para rectificar", y allí, Chávez encontró nuevamente la fórmula milagrosa que la revolución posee para mantenerse: "el poder popular" expresado en la comuna y representado por ese mismo huracán hecho pueblo, que lo legitimó como presidente socialista y revolucionario y que el 13 de abril de 2002, lo rescató de las fauces asesinas de la contrarrevolución. Pero ¿cómo ordenar aquella voluntad popular? ¿Cuál sería la manera de moldear ese espíritu libertario expresado en un pueblo redimido?

La respuesta que encuentra acertadamente el comandante Chávez es la Comuna, como la forma en la que el pueblo puede gobernarse desde el territorio. Casi de manera desesperada, el presidente Chávez en ese instante y de manera pública (el consejo de ministro, fue transmitido en vivo a la nación), se preguntó e increpó de manera descarnada a los ministros sobre el problema medular de la revolución: la comuna, "pero ¿dónde está la comuna... acaso la comuna es sólo para el Ministerio de las comunas? Voy a tener que eliminar el Ministerio de las Comunas”.

Quienes sabemos leer el lenguaje gestual, no necesitamos mayor explicación al ver la cara de vergüenza de los ministros ante el reclamo de Chávez, pero cabe preguntarse ¿ha ocurrido tal autocrítica o la critica pedagógica como he leído en algunos artículos que se han referido al tema? Yo considero que no, aunque el presidente Maduro ha hecho un gran esfuerzo, pareciera que los mandos de la revolución no se encuentran convencidos de la necesidad de impulsar un poderoso y organizado Poder Popular. Poder a través del cual, la gente termine de barrer el sistema democrático representativo heredado de la IV República. Los responsables del tema de la comuna, no han entendido que es necesario para la revolución impulsar el nuevo Estado y potenciar a la enésima expresión los poderes creadores del pueblo, no para la participación en cursos de repostería y uñas acrílicas. El Poder Popular debe tomar los medios de producción, colectivizarlos y hacerlos altamente productivos para el bien común, dejando de ver a la economía comunal como algo marginal, y darle el legitimo rol de soberanía que le corresponde.

Es necesario recordar el encargo de Chávez: "Nicolás te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: La Comuna, el estado de derecho y de justicia". Este encargo forma parte del legado, pero hay que discutir más sobre el mismo, tenemos que hacer del pedido del líder de la revolución una realidad, hay que des-marginalizar, la comuna y entender muy bien el mensaje dejado por Chávez cuando afirmó contundentemente lo siguiente: "Cuidado, si no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos ante el espejo cada vez que vayan al baño o a donde haya un espejo. Yo de primero."

Nos preguntamos, de los ministros que estuvieron en el consejo de “Golpe de Timón” ¿cuántos se han mirado al espejo a dos años de esta "canción desesperada", como diría el poeta Pablo Neruda? De este llamado de atención del comandante Chávez, creo que realmente pocos, habría que revisar quiénes han impulsado decididamente las comunas. ¿Cuáles ministros viven en comunas? ¿Qué tipo de transferencias se han hecho al Poder Popular? ¿Quiénes de los 20 gobernadores han contribuido al impulso y creación de los territorios comunales? ¿Qué han hecho el Ministerio de la Cultura y el de Educación para que vayamos de la cultura individualista a la cultura colectiva, y sobre todo disminuir el consumismo? ¿Cuántos diputados a la Asamblea Nacional han impulsado las comunas desde las regiones en las que fueron electos? ¿Y qué decir de las alcaldías…?

Es cierto, no podemos pedir “peras al olmo”, el poder constituido obviamente opondrá resistencia para no dar paso al Poder Popular, son muchísimos los intereses que están en juego, pero ninguno es más importante que el fin supremo del movimiento que despertó el comandante en nuestro pueblo, el cual no es otro que el genuino poder constituyente.

Evidentemente que, aplicando un simple examen de completar, de aquéllos que solían aplicar los profesores en nuestras escuelas o en bachillerato, responder las preguntas que formulamos, equivale a raspar a la mayoría de los cursantes. Entonces nos preguntamos: ¿Estamos de acuerdo en impulsar las transformaciones necesarias? Dirigir el “Golpe de Timón” a buen puerto, o dejamos que la contra revolución detenga esta primera revolución que la humanidad asiste, en este novísimo siglo XXI. Al parecer las repuestas a todos estos interrogantes las podemos encontrar en el seno de la misma Revolución Bolivariana, somos nosotros los llamados a mirarnos en el espejo del pueblo quien sabiamente ha sabido orientar el verdadero rumbo, para que el Golpe de Timón nos conduzca al afanado puerto donde habita la afanada, máxima felicidad: el Socialismo.


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Arnaldo Guédez


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