Cuadro Revolucionario

Saludos Cuadro; es una forma muy común de comunicarnos los que hacemos vida dentro del proceso revolucionario, se ha hecho cotidiano, pero debemos preguntarnos: ¿Tenemos claridad de lo que es o debe ser un cuadro en la Revolución?

Con toda responsabilidad me atrevo a decir que es la columna vertebral de la Revolución, la fortaleza de un partido, de allí que no todos los miembros del partido sean considerados cuadros.

El Cuadro, es un Camarada que ha alcanzado el suficiente desarrollo político que le permite interpretar las grandes decisiones de las máximas autoridades del partido, entender el momento político que se vive, hace suyas esas decisiones y con mucha responsabilidad las transmite como orientación a las masas. Es un individuo con una profunda disciplina ideológica así como en lo administrativo, libre de todo egocentrismo y egoísmo, que conoce y practica el centralismo democrático, que valora las contradicciones existentes y aprovecha al máximo sus múltiples facetas; que practica el principio de la discusión colectiva, un hombre o mujer cuya fidelidad y lealtad esta probada, cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que esta dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la Revolución.

El Cuadro Revolucionario esta deslastrado de todo espíritu de protagonismo, sabe que donde este, su norte es la Revolución. Es un individuo con capacidad de análisis propio, con criterios, capaz de asesorar con la mejor intención, lo que le permite tomar decisiones necesarias y poner en práctica toda iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina, la cual cuida de cumplir a cabalidad.

El cuadro se fortalece con el día a día, es un individuo que practica la alta política; se entrega por el otro, no es acaparador, es altamente desprendido, coherente entre lo que dice y hace, en un creador, un dirigente de alta estatura, un técnico de buen nivel político que puede desarrollar a la masa desde su puesto político de dirección. Debe ser perspicaz en lo político y muy competente en el trabajo, con gran espíritu de sacrificio, capaz de resolver independientemente los problemas, indoblegable ante las dificultades, fiel en su servicio a la Patria, fiel al Partido. Debe ser ajeno a todo heroísmo individualista, a la ostentación, a la indolencia, a la pasividad y al sectarismo grosero e incluso altanero. El cuadro no cabalga sobre el pueblo, son trabajadores comunes, participan del trabajo colectivo de producción, mantienen los vínculos mas amplios, constantes y estrechos con el pueblo trabajador, no debe ser despótico. No veo un cuadro organizando ataques sorpresas contra los camaradas ni que actúe de forma arbitraria y hasta dictatorial, debe estar libre de arrogancia, debe ser modesto y muy prudente, autocrítico, valiente para corregir las deficiencias y errores en el trabajo, un cuadro jamás debe encubrir sus errores, atribuirse a si mismo todos los meritos e imputar a otro la culpa de lo sucedido.

El PSUV en el III Congreso recién convocado, apuesta como lo establece el libro rojo, por una verdadera Escuela de Cuadros, de allí que dentro de las 32 conclusiones, la numero 18 hace referencia a ello. Recientemente fuimos convocados a discutir este tema de vital importancia para la vida del Partido. Hago votos y pido a Dios le de sabiduría a nuestra dirigencia, en especial a la Camarada María Cristina Iglesia para que lleve a buen fin la conformación de la Escuela de Formación de Cuadros del PSUV.

Delegado del PSUV en Cabimas.

pedro.duarte68@hotmail.com

 

 



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