Conocí a la profesora Marta Harnecker, en mis años como estudiante universitario, a través de la lectura, en la cátedra de Historia y Comprensión del Hombre, que dictaban en una de las universidades venezolanas, cuando en éstas, el liberalismo no había hecho de las suyas y aún esas "casas de estudios" se daban el lujo, de invitar a muchos profesores de izquierda y uno podía leer literatura marxista. Por aquellos años era muy conocida su obra: Los Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico, para muchos, la consulta de este libro constituía una “referencia fundamental para la izquierda marxista".
Hoy, luego de casi algo más de treinta años en la Ciudad de Caracas, me encuentro nuevamente con esta amiga y camarada, ya no como el joven estudiante de sus escritos, sino como un revolucionario que al igual que la profesora, ha resistido y militado durante largos años en la utopía de "Un Mundo a construir”.
Ella junto a su esposo, el también escritor Michael Lebowitz de quien, nuestra camarada dice: "quisiera hacer una mención especial a mi compañero Michael Lebowitz, muchas de cuyas ideas han sido aportadas... Quien leyó en su última etapa de elaboración e hizo valiosos aportes y sugerencias…”
Estaban de paso por nuestro país a propósito de recibir el “Premio Libertador al Pensamiento Crítico”. El encuentro fue cálido, estuvimos acompañados de los camaradas William Gudiño y Atenea Jiménez, quienes en verdad eran los invitados a conversar con Marta. Me “colié” como dicen en mi pueblo, para escuchar las impresiones de esta especial visitante quien se confiesa como "ardiente defensora de la Revolución Bolivariana".
Luego del saludo amigable y pequeñas impresiones propias de la ocasión, enseguida sacó una grabadora y comenzó a tomar, pausadamente, nuestras percepciones sobre el proceso revolucionario en nuestro país. Hablamos acerca de nuestras experiencias en el desarrollo de las Comunas, la organización y el carácter de la Red Nacional de Comuner@s como movimiento social que se propone el desarrollo del Estado popular, también conversamos sobre las iniciativas de educación y pedagogía crítica impulsadas por la Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón”, las aulas campesinas, las empresas de propiedad social, nuestras iniciativas de producción colectiva, entre otras temáticas.
Marta nos oyó pacientemente, con muy escasas interrupciones. Ahora que estoy leyendo su libro Un mundo a construir, comprendo el porqué de su silencio; ella es una investigadora excepcional comprometida con las luchas de los pueblos por su liberación y en particular, con las transformaciones que han ocurrido en nuestro continente desde hace mucho tiempo, pero en especial, luego del triunfo de la Revolución Bolivariana liderada por el Comandante Chávez.
Imagino que quería oír las voces de distintos sectores de la vida venezolana, de algunos revolucionarios para hacerse una idea más cercana sobre lucha de clases en Venezuela y las incertidumbres que son propias de estos procesos como el nuestro, donde lo que está en juego es la liberación, no sólo de un país que hasta ayer fue una factoría petrolera norteamericana, sino de todo un continente que como dice el título de la obra de Harnecker está en el rumbo de "Un mundo por construir, nuevos caminos".
La noche fue corta por los temas tratados, pero no faltarán ocasiones para nuevos encuentros; por ahora como dijo el Comandante Chávez, nos queda la satisfacción de haber compartido los caminos de ese mundo que estamos construyendo, con nuestro pueblo y sabiendo que estamos bien acompañados. A su salud Profesora Marta Harnecker!
