Ambientalista y ecologistas: Cuadros de la Revolución

El ecologista hace uso de las relaciones ecológicas “sacándoles provecho” (en el buen sentido de la palabra) Se rige por dos principios: Utilización y Activismo. Por lo mismo es un preservador y defensor de las relaciones ecológicas “naturales”, que sabe, son necesarias para su productividad y en general para una vida sana. El ambientalista se orienta a los asuntos del “entorno”, en lo particular en lo vecinal comunitario local municipal regional nacional y hasta internacional, pues entiende que “el medio ambiente es uno”. El ambientalista puede que ni siquiera tenga contacto con “la naturaleza cruda”, puede que habite en pleno corazón de una metrópoli, pero actúa en pro de un entorno limpio y sano.

Ambos entienden que es necesario actuar y mejor colectivamente. Son personas preocupadas por la vida, por sus hijos, por sus vecinos, por la humanidad, por el presente y futuro de todas y todos. Ambos son “activistas ambientales”, aunque, en la mayoría de los casos, interviniendo solo por instinto o intuición o con poco conocimiento teórico de la complejidad ambiental y ecológica. Además también trabajando “con las uñas” o casi mendingando para poder adelantar sus nobles significativas y valerosas acciones.

El movimiento ambientalista venezolano debe estar constituido por mujeres y hombres “duchos en la materia”. Los ambientalistas y ecologistas debemos dejar de ser simples aficionados para convertirnos en entendidos emprendedores y efectivos cuidadores del ambiente natural y eco – social. Sin perder nuestra “vena ambientalista” debemos actuar menos impulsivamente y más metódica y políticamente.

Los ambientalistas y ecologistas de nuestra Venezuela deben emplear todas las herramientas disponibles para corresponder al crucial tiempo actual: Conocimientos, habilidades técnicas y metodológicas, instrumentos operativos, fortaleza comunicacional, solvencia económica y conciencia política.

Sí. Por una parte, las y los activistas ambientales deben, no me mal interpreten, “educarse más”. Debemos tender a la metódica del pensamiento y la acción. Debemos profundizar nuestros conocimientos en ciencias naturales (ecología, fisiología, zoología, botánica, climatología, edafología, geología) en ciencias sociales (sociología, historia, economía, epidemiología, estadística, dialéctica materialista, filosofía) y en las llamadas ciencias exactas (física, química y matemática) Sin pretender convertir al activista ambiental en un científico, el bagaje multidisciplinario y a cierta profundidad del conjunto de ciencias permitirá la formación de un conocimiento holístico, sistémico, orgánico y certero de la realidad y dinámicas socio – naturales y permite también la formación de una conciencia social política y ambiental, consistente y fuerte.

Por poner un ejemplo. De existir mayor conocimiento ecológico, nuestros esfuerzos de reforestación serían más efectivos. Hasta ahora nuestro ejército de ambientalistas, llegados esos “momentos o jornadas especiales de arborización”, siembran o plantan “lo que consigan”, donde sea que se les indique o puedan. No existe aplicación de criterios técnicos de selección de especies ni de sitios por lo que muchas de nuestras iniciativas a este respecto se desvanecen (desaparecen) Es muy común observar plantaciones de apamates, caobas y otras similares en suelos altamente erosionados o sujetos a quemas periódicas o bajo condiciones climáticas muy desfavorables, donde jamás podrán subsistir esas especies (otras, sí)

Un proceso educativo permanente, ágil y cómodo, liderizado por nuestro MPPAMB, debe ser desplegado en todo el país al interior de los movimientos ambientalistas y demás organizaciones sociales y socio – productivas que tienen que ver con el asunto ambiental. Esta es tarea fundamental para consolidar y triunfar con esta noble iniciativa de conformación del gran movimiento ambientalista y ecologista nacional. Hasta ahora nuestras escuelas vienen haciendo un ejemplar trabajo con nuestras niñas niños y jóvenes a este respecto, pero al interior de nuestros movimientos ambientales tenemos fuerte debilidad formativa.

Como uno de los objetivos primordiales del activista ambiental es la de “convencer a las personas”, también debe ser preparado en el área comunicacional: oratoria, escritura, técnicas de impresión, técnica documental, manejo de grupos, negociación, manejo de conflictos, etc.

Tenemos así dos facetas en nuestras y nuestros activistas: conocedores y comunicadores. Faltan otros dos aspectos que deben “marcar” a nuestras luchadoras y luchadores por el mejoramiento ambiental.

Nuestro soldado ambiental debe ser un “Emprendedor nato”. Esta cualidad también “se siembra” en la persona, aunque, por supuesto, debe poseerse inclinación gusto o identificación por ello (como todo) Gente que siempre “ande inventando algo”, algo que hacer, una campaña, una jornada, un plan, una iniciativa. Así, nuestro activista ambiental debe ser eso: un Activista, y como tal, debe ser perseverante, organizado, disciplinado, proactivo, comprometido y altamente comunicativo. Para este aspecto del ecologista y ambientalista nuevo, nuestra Fuerza Armada Bolivariana tiene mucho que aportar.

El cuarto aspecto icónico que debe poseer el nuevo combatiente ambiental es el político. Las y los ecologistas y ambientalistas deben estar perfectamente claros sobre la relación que existe entre los modelos políticos y socioeconómicos y el uso que se le da a los recursos naturales y al ambiente en general. Nuestras legionarias y legionarios deben estar totalmente convencidos de la contradicción irresoluta que existe entre el capitalismo y la preservación ambiental. Nuestras y nuestros activistas ambientales deben saber explicar qué es el ecosocialismo; explicarlo y mostrarlo, explicarlo y conducirlo.

Las y los activistas ambientales debemos ser la vanguardia revolucionaria para la construcción del ecosocialismo. Ser vanguardia exige de cuadros políticos de mucha calidad y compromiso. En esto nuestro PSUV y demás organizaciones revolucionarias del Gran Polo Patriótico tienen una fundamental tarea formativa.

Si nuestra Dirección revolucionaria opta por configurar de esta manera al nuevo combatiente ambiental que gesta por su misma iniciativa y lo apoya protege y aúpa, daremos la mayor y más trascendente batalla para la concreción del ecosocialismo y en beneficio de toda la humanidad.


*Ingeniero



ingenieroisoto@gmail.com



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Inocencio Soto C.

Ingeniero Forestal

 ingenieroisoto@gmail.com

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