Siendo chavista no comparto plenamente artículo de otro chavista publicado en Aporrea

Sin ánimo de cuestionar el artículo de Manuel Ciprés Gómez publicado en Aporrea el 2 del mes en curso bajo el título: Promoviendo el legado del Líder “un nuevo hombre”. No lo comparto plenamente.

Atendiendo a su propuesta de que sea, estudiado, razonado y, en fin, analizado; eso me propongo advirtiendo igualmente que no lo hago desde el punto de vista académico, porque tampoco lo soy.

Mi propósito es expresar mi visión política contratándola con la suya, por cuanto siendo también Chavista, y compartiendo muchos de sus argumentos, sin ser religioso, soy cristiano como también confesó serlo Chávez.

Desde esa filosofía socialista y cristiana, que no es la tradicionalmente denominada socialcristiana va este análisis cuyo enfoque está dirigido a la paradójica contradicción del ser humano como animal racional y el animal depredador aparentemente humano a la que se refiere Ciprés Gómez.

De antemano debo admitir que me identifico en gran parte con su definición sobre a que llamamos POLITICA y como se le busca perfeccionar en normas derivadas en leyes para la convivencia social, generalmente compendiadas en eso que llamamos Constitución Nacional, independientemente de su origen que, en el caso de la nuestra, como ninguna otra, es producto de la voluntad popular.

Para Ciprés Gómez “la política son acciones creadas para la convivencia por los descendientes del Homo sapiens” y es en cuanto a la sentencia sobre el origen de tal descendencia, donde como cristiano difiero de esa afirmación.

El Homo sapiens se señala más adelante, “es nuestro ancestro, que surgió aproximadamente hace 70.000 a 100.000 años, catalogado así por el naturalista zoólogo sueco, Carlos Linneo en 1758, cuyo rasgo biológico más característico es SAPIENS, o sea animal racional, sin dejar de ser igualmente considerado como DEPREDADOR.

Se trata entonces de dos categorías supuestamente imposibles de convivir simultáneamente pero que sería la única manera de mantener el equilibrio, porque de lo contrario nos destruiríamos nosotros mismos.

De acuerdo a lo expuesto en el artículo en referencia, ”los mensajes emitidos por el líder Chávez, cuando hacía referencia a una NUEVA SOCIEDAD”, con expresiones, no de su autoría, pero que al razonarlas dedujo, “sí podía surgir esa nueva sociedad, bajo la condición de que nuestra personalidad predominante depredadora, cambie a una personalidad predominante HUMANA”. Entonces semejante cambio dejaría de ser imposible para convertirse en factible.

El cambio en cuestión, según Ciprés Gómez corresponde al verdadero legado de Chávez. “De no ser así llegaría a pensar que Chávez fue un espejismo o un demagogo”.

A tan dramática conclusión solo se puede llegar, si se ignora su condición eminentemente cristiana, producto de haber encontrado en el discurso del redentor del mundo, que en la Fe reside la clave para resolver lo aparentemente imposible y que el ser humano no puede ser considerado un descendiente del Homo sapiens por cuanto fue creado a imagen y semejanza de quien lo concibió. De allí sus facultades creativas que están años luz de con quienes comparte el reino meramente animal. Y es que la facultad de crear lleva consigo la de destruir equivalente a la del depredador.

El único personaje de la historia sin contradicciones entre el actuar y su discurso fue precisamente, ese Jesús crucificado que Chávez exhibió a quienes lo derrocaron en el 2002 como testimonio de su buena fe para perdonarlos, al igual que Él lo hizo con quienes lo crucificaron.

El utilizar toda la sabiduría comprendida en este personaje como argumento para rebatir el razonamiento del Homo sapiens solo sería posible trayendo a colación el Nuevo Testamento que invito a leer para entender porque Chávez creía en Jesús de Nazaret, como el Dios hecho hombre.

El artículo de mi compatriota y copartidario en cuestión, finaliza anticipando que si lo dejan, continuara exponiendo sobre lo que entiende por el legado de Chávez, lo que quiere para Venezuela y su entender de un partido político revolucionario; “no como los actuales que son tradicionales y por ende dominantes y excluyentes”.

Espero que Aporrea le conceda el espacio para que continúe aportando su interesante visión política, sin que ello me obligue a entrar en una polémica, pero si para enriquecer nuestra cultura político partidista.

(Periodista jubilado)


aramaipuro2@hotmail.com


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