Venezuela. ¿Puede triunfar el Socialismo del Siglo XXI? (I)

1. ¿ Qué es el socialismo venezolano ?

“En Venezuela no habrá comunismo” dice categórico el nuevo Ministro de Defensa venezolano, almirante Orlando Maniglia, recientemente nombrado por el Presidente Hugo Chávez. “La constitución es muy clara, dice que somos un país democrático, con libertad de expresión, con derecho a la propiedad, muchas cosas que en el modelo comunista no existen.”

“¿Es socialista o capitalista la nueva ley sobre el Banco Central?”, le pregunta el moderador televisivo al diputado Rodrigo Cabezas. Después de un momento de reflexión, el coautor de la nueva normativa contesta: “Es socialista.” Si esta ley es socialista, pienso, entonces Alan Greenspan también lo es, porque la política del Federal Reserve Board es precisamente lo que contempla hacer la nueva ley.

Al recibir la Presidencia pro tempore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en Lima, el Presidente Chávez define, que la revolución es “nacionalista, bolivariana y cristiana”. Mucha gente piensa que “ya estamos en el socialismo”. Sin embargo, el Presidente dice que vamos “hacia el socialismo”, lo que implica que todavía no estamos allí. Asimismo sostiene que Bolívar y Jesús serían socialistas en la Venezuela actual y que el socialismo venezolano es socialismo porque prioriza al ser humano, en lugar del capital.

Que nadie piense que estemos “improvisando la transición hacia el socialismo; cada paso está planeado y pensado” precisa el Mandatario en su programa “Aló Presidente” y como prueba muestra su cuaderno de trabajo, en el cual hay esquemas sobre las diferentes etapas de la transición hasta la fase final, la “sociedad global postcapitalista”.

El exComandante guerrillero Douglas Bravo, no coincide con el Presidente. Juzga en el diario “El Nacional”, que “Aquí no se ha producido la revolución que muchos sectores aspiraban, sino la mayor transformación de la historia a favor del imperio y de la burguesía” y que, “Chávez, desde luego, es el gran neoliberal”. Otro exguerrillero, Teodoro Petkoff, dice públicamente que Chávez va hacia un “socialismo militarizado”.

El vicepresidente José Vicente Rangel afirma en La Habana que “vamos a pasar de la democracia bolivariana a la democracia socialista, al socialismo del siglo XXI, con nuestros propios recursos, sin manuales, soberanamente, a partir de nuestras realidades, sin mesianismos de ninguna especie, sin voluntarismos”. Una proposición muy positiva aunque, como es obvio, ningún socialismo del Siglo XXI se puede realizar sin un fuerte ingrediente de las aportaciones de la cultura mundial, particularmente la ciencia.

Roy Chadderton, exCanciller del gobierno bolivariano, quien procede del partido de la oligarquía socialcristiana (COPEI), abraza el socialismo del siglo XXI porque “no tiene que ver con el socialismo trasnochado y antidemocrático” del pasado. “Cuando veo a mi Presidente hablando de la democracia participativa y del compromiso con los pobres”, estoy de acuerdo, porque todo esto “se basa en la doctrina social de la iglesia”: hay un mensaje “profundamente cristiano donde prevalece lo social”.



2. Los Grados de Libertad de la Revolución Bolivariana

Las citas evidencian que existe una enorme fragmentación en la comprensión del concepto “socialismo del siglo XXI” que según la intención del Presidente sería el vehículo teórico estratégico para llevar la Revolución Bolivariana hacia la sociedad poscapitalista. Esta fragmentación resulta de varios hechos, entre ellos: a) de la ausencia de una vanguardia nacional y de un estrato de cuadros medios, capaces de explicar a las clases sociales lo que es el socialismo del siglo XXI; b) la distorsión premeditada de la discusión por parte de intelectuales oligárquicos y, también, de sectores antisocialistas y antibolivarianos dentro y fuera del “Chavismo”; c) la falta de asimilación del único paradigma científico existente del Socialismo del Siglo XXI, elaborado por las Escuelas de Bremen y de Escocia, que resulta en un nivel precientífico de comprensión de los grados de libertad ---las posibilidades de evolución--- de la Revolución Bolivariana.

Tal fragmentación ideológica, por incomprensión o manipulación antirrevolucionaria, imposibilita la formación de un bloque histórico de poder, unificado por un mismo proyecto de liberación, que pueda servir de sostén defensivo y ofensivo al Presidente, capaz de derrotar las múltiples amenazas a la revolución, desde fuera y, también, desde adentro, donde la falange violenta y la nueva clase política ---“los hijos de Miquelena” como la llaman algunos revolucionarios--- pretender destruir a Chávez y su Revolución.


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Heinz Dieterich


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