El Socialismo se concreta cuando la gestión se extiende a todos por igual

Las dos nuevas directrices lanzadas por el Comandante presidente luego de largas reflexiones y de evaluar los resultados de las políticas sociales y electorales del 7 de octubre pasado, las micromisiones y los gabinetes sociales, constituyen el mayor reto de la revolución, no podemos elegir entre vencer o morir, necesario es vencer y si no logramos superar nuestra división interna, nuestras metas individuales, nuestra necesidad de protagonismo mal entendido; el resultado será el mismo, nos vencerá la inseguridad, la pobreza, la insatisfacción, la falta de amor y de respeto entre iguales y no se saldará la deuda de 200 años, entregaremos al imperio de turno nuestra independencia.

Socialismo y tiempo de respuesta.-

La velocidad de difusión en lo ancho y largo del territorio del cumplimiento de la Carta Magna, como espíritu de la República Bolivariana de Venezuela, es directamente proporcional al entendimiento cabal de que el socialismo debe encarnarse como expresión de la conciencia de verdadera Identidad, que no es otra que reconocimiento de la unidad en la diversidad; esto se traduce en que a todos nos gobiernan y nos amparan las mismas leyes, nos corresponde el mismo territorio, nos cobija el mismo presupuesto, la misma atención de parte del estado.

La realidad es que ni el territorio, ni el presupuesto, ni la celeridad en la atención por parte del estado es igual para todos y cada uno de los venezolanos. Por el contrario, la distribución y administración del mismo la ha ejercido históricamente un grupo que ha normalizado la corrupción como código de “orden y progreso”. Esa es la dictadura que ha gobernado durante las repetidas elecciones previas a la revolución y que el pueblo dormido se acostumbró a obedecer y la oligarquía se acostumbró a ejercer.

Debemos aceptar que comprender esto completamente nos condujo a tomar decisiones para cambiar la realidad y dio lugar al proceso de cambio en que nos encontramos, la construcción del socialismo del siglo XXI, que se debería expresar en comportamientos acordes con una mentalidad socialista motivada fundamentalmente por ideas tales como las expresadas por Don Simón Rodríguez: “Lo que no es general sin excepción, no es verdaderamente público y lo que no es público, no es social y no se generaliza sino lo que se extiende con ARTE para que llegue sin EXCEPCIÓN ” y Ortega y Gasset: “ Hoy quien no sea socialista se halla moralmente obligado a explicar por qué no lo es, o por qué no lo es sino en parte. El socialismo es una ciencia, no una utopía, y merced a él los problemas políticos actuales Son susceptibles de solución, es la única esperanza abierta en política sobre el amplio mundo”.

El que demora un segundo la entrega de un beneficio, o administra de manera discrecional está incurriendo en corrupción y naturalmente no se corresponde con una conducta inspirada en el socialismo, por otra parte, sin detenerse a pensar que para estar ejerciendo el papel de “servidor público” debe existir público a quien servir, si solo pensáramos en eso no nos intentaríamos decidir por nuestra cuenta cuando y a quien dar, pues la verdad es que nadie debe negarse a sí mismo la oportunidad de dar.

Cuando se afirma que la revolución ha hecho una gran inversión en lo social, es imprescindible distinguir entre gastar e invertir. Cuando se gasta, la onda expansiva de la difusión de los beneficios se filtra en las primeras crestas de la misma, en la oligarquía y la burocracia, y pierde su velocidad, su frecuencia y su energía a medida que transita el medio en que se difunde, de manera que el bienestar social se posterga por corrupción, resistencia, es decir por oposición al propósito.

Es imprescindible reconocer, que el medio de difusión que somos todos los venezolanos se encuentra indispuesto, contaminado de obstáculos para concretar las soluciones que requieren las comunidades aún olvidadas, es decir, aquellas que por su ubicación geográfica, por la naturaleza de sus pobladores a saber indígenas, campesinos, pobladores rurales entre otros; excluidos de: acciones concretas como las misiones, las grandes misiones, la fiesta del asfalto, construcción de nuevas vías de comunicación, del acceso a las técnicas de información y comunicación (TIC); la rehabilitación del alcantarillado, tuberías de agua potable, centros de salud. En este sentido, la decisión a tomar es sencilla, estar atentos y dispuestos a no obstaculizar con “ideas mejores” la gestión de las micromisiones, o de los gabinetes sociales itinerantes, mas bien dedicarse a comprender el alcance de sus pensamientos y sus acciones, pues la oposición nace cuando insistimos que podríamos hacerlo mejor aunque no hayamos creído posible su ejecución, al menos eso nos indicaría que no estamos viendo tan claro como pretendemos.

La mejor inversión es la confianza.

Recordar que, para transformar un gasto en inversión, debemos dejar de obstaculizar los procesos con nuestra desconfianza, nuestros temores y nuestro juicio y nuestras necesidades personales, ya que todos estos elementos provienen de una mentalidad opositora. Solo una mente motivada por el beneficio colectivo (Amor) y totalmente convencida de lo planteado en la cita de Ortega y Gasset (socialista) puede dirigir un proceso como el que se lleva a cabo en la República Bolivariana de Venezuela, tomemos el pasado como punto de referencia, una mirada retrospectiva nos pondría en claro que el proceso ha superado innumerables obstáculos inherentes al avance del proyecto de país en un contexto mundial completamente adverso. La perseverancia proviene de la confianza en el objetivo y no de un enfrentamiento de las fuerzas opositoras en términos militares. Más bien de la confrontación en cada venezolano del opositor que subyace en sí mismo.

El que envía sólo pulsos de amor por la Patria no se detiene porque el medio no le es favorable, persevera hasta que el amor convoca a la mayoría y deshace los obstáculos.

El socialismo está más cerca cuanto más rápido se propaga la onda benefactora del estado a los más olvidados.

- Rodríguez Simón. “Inventamos o erramos”, pag 42. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Reimpresión 2008

 

- Ortega y Gasset, José. Manual de ética socialista bolivariana, contribución al debate. Colectivo Gramsci.2010



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