Plan Programático

Introducción

El pasado 11 de junio de 2012, el camarada presidente Hugo Chávez, en el marco de su inscripción presidencial, presentó al país la propuesta de Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019. En ella detalló un conjunto de objetivos históricos y nacionales cuyo propósito no es otro que profundizar aun más el proceso revolucionario venezolano, rumbo a la construcción del Socialismo.

Cinco objetivos históricos fueron planteados en dicho documento:

I.- Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional.

II.- Continuar construyendo el Socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la "mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad" para nuestro pueblo.

III.- Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América.

IV.- Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la Paz planetaria.

V.- Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.

Indiscutiblemente, al analizar el contenido del plan de gestión presentado por el compañero Chávez, podemos observar que dichos objetivos históricos proyectados en el segundo plan socialista 2013-2019, si bien se corresponde con un conjunto de aspiraciones generales sobre las cuales se ha afianzado el proceso revolucionario venezolano, su logro solo será posible, una vez que logremos salir del régimen capitalista y muy particularmente de la economía rentista petrolera que aun prevalece en nuestro país.

De igual manera, debemos señalar que tampoco sería posible lograr tan ambiciosas metas, sin que la patria de Bolívar pueda - sin intromisión extranjera - tomar las decisiones que apunten a lograrlas. Es por ello, que en el marco del desarrollo nacional, es de vital importancia que prevalezca una real soberanía en las decisiones políticas, económicas y territoriales de la nación, las cuales deben ser defendidas según sea el escenario que se presente.

Es bien sabido, que la meta política trazada estratégicamente por los militantes revolucionarios, es convertirnos, como frente de lucha, en constructores de un modelo alternativo al capitalismo y generar desde la racionalidad  revolucionaria, un plan de acción común, donde el debate de ideas, los valores y las relaciones en términos sociales tenga coherencia en lo colectivo y esté por encima de lo individual.

En tal sentido, nosotros, militantes del Movimiento Revolucionario TUPAMARO, hemos decidido producir el siguiente documento, con el objeto de que el mismo sirva para abrir un debate que facilite la profundización del II Plan Socialista 2013-2019, siendo nuestra aspiración, que este humilde aporte, se convierta en una herramienta para la construcción colectiva de un Plan Integral de Gobierno Regional, orientado hacia la transición del capitalismo al Socialismo. Evitando así, que se incurra en la misma equivocación cometida durante el I Plan Socialista, el cual se mantuvo como una propuesta nacional, sin que se asumieran de manera real por casi ninguna región y/o municipio, motivo por el cual, en nuestro criterio, desde el seno del pueblo se expresa un descontento cada vez más evidente contra la dirigencia institucional en las regiones, producto del divorcio existente entre la gestión nacional y la realizada por un buen numero de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales, etc.

En el marco del II Plan Socialista 2013-2019

Líneas  Estratégicas  generales para un gobierno regional

Quienes defendemos en cuerpo y alma a la Revolución Bolivariana, lo hacemos bajo la convicción de que el momento histórico nos obliga a desarrollar y profundizar un proceso transformador, mediante el cual, cambiemos definitivamente las relaciones de poder representativo aun existente en nuestro país, por nuevas formas orientadas a consolidar la participación de las bases.

Para lograr esa trascendental tarea, es necesario trabajar arduamente en la construcción y fortalecimiento de un nuevo bloque histórico, orientado a consolidar e instituir una nueva geometría del poder, con un liderazgo político colectivo lo suficientemente fuerte y capacitado para desmontar el complejo andamiaje contrarrevolucionario de la democracia burguesa.

Para tal fin, es necesario lograr una ruptura sistemática y total del orden establecido por el Estado burgués y de los paradigmas sociales, económicos, culturales, políticos e institucionales que le sustentan; a la par - entendiendo que la toma del poder de la Revolución Bolivariana en Venezuela, no es producto de la lucha armada, sino de un proceso pacífico -, es necesario que a partir de la interrelación existente entre el Poder Popular (Bloque Social Revolucionario) y el orden establecido (gobernaciones y  alcaldías), se cristalice un cambio radical en la forma de entender el poder, donde se combata las malsanas costumbres burguesas sobre el  manejo de los recursos económicos, las cuales son aprovechados por pequeños grupos o individuos, y a través de la cual, la clase trabajadora consiga las herramientas necesarias para que se establezca una nueva relación social de producción (sin amos, ni esclavos asalariados).

Nada de lo anterior será posible, sin que se concrete la conformación de un liderazgo político colectivo, que garantice la aplicación de la democracia participativa y protagónica y cuya eficiencia debe alcanzar proporciones bien definida en el debilitamiento del ejercicio del poder gubernamental a favor del Poder Popular (poder dual).

En base a lo anterior, consideramos que para afianzar la propuesta programática presentada por el compañero Chávez, con miras a fortalecer la transcendental victoria popular del pasado 7 de octubre de 2012, es necesario alimentar dicho manifiesto político, con un conjunto planteamientos que sirvan para diseñar un Plan de Gestión Regional (Gobernaciones) que colabore, por un lado, al reforzamiento de la propuesta nacional y que a su vez quede como un compromiso de quienes asuman su concreción como un programa de lucha que oriente la transición del capitalismo al Socialismo.

Como punto de partida de nuestra propuesta, presentamos las siguientes Líneas Programáticas:

  1. Consolidación del Programa Autónomo de la Clase Trabajadora.
  2. Construcción de la conciencia crítica revolucionaria.
  3. Consolidación del Poder Popular en el establecimiento del poder dual.
  4. Hegemonía de poder emancipador a partir del Bloque Social Revolucionario.
  5. Rediseño político-jurídico Regional con miras a lograr la nueva arquitectura revolucionaria del poder.
  6. Consolidación de una política medio ambiental garante del desarrollo planificado y de la relación armónica entre la especie humana y su hábitat.
  1. Consolidación del Programa Autónomo de la Clase Trabajadora: si partimos de la premisa en la cual se concibe al Socialismo Revolucionario como fase previa de construcción para la sociedad sin clases, enfocada en los aspectos culturales, económicos y creador de espacios hegemónicos del poder proletario; y si a lo anterior añadimos lo dicho por Lenin en cuanto a que "sin teoría revolucionaria, no puede haber movimiento revolucionario y viceversa". Debemos entender que para lograr desarrollar en la práctica la democracia directa, esta tiene que estar sustentada en un programa de lucha, que siente las bases y sirva de guía estratégica de la Revolución Bolivariana en la composición de una fuerza social revolucionaria autónoma.

Dicho de otra manera, para lograr una transformación real del orden establecido, es necesario desmontar las estructuras democrático burguesas, sustituyéndolas por un conjunto de organizaciones autónomas (consejos comunales, consejos de trabajadores, comunas, etc.), cuya acción debe estar caracterizada por la concientización del pueblo, sobre todo en cuanto al objetivo central de cualquier lucha política: la toma del poder. Claro está, entendiendo que el poder, bajo la perspectiva revolucionaria socialista, no se refiere al poder individualista, antidemocrático, reaccionario de la socialdemocracia, sino al poder colectivo, participativo y protagónico planteado por el Socialismo.

Todo lo anterior adquiere sentido, si y solo si, el diseño y ejecución de las políticas públicas, pasa por un amplio debate que sirva de garantía para que la reactivación del parque industrial, el fomento del turismo, la conservación de nuestro medio ambiente, el problema del transporte, la educación, la inseguridad, el manejo y contraloría de los recursos del Estado, sea producto de la participación de todas y todos, no para una repartición de cuotas de poder, sino como una unidad revolucionaria enmarcada dentro de una nueva hegemonía del poder.

  1. Construcción de la conciencia crítica revolucionaria: tomando como punto de partida, el hecho de que la Revolución Bolivariana es un proceso estratégico, concebido a largo plazo, el cual ha de irse construyendo en base a un programa de lucha de amplia acción colectiva, que enfrente hasta derrotar las nefastas políticas neoliberales, la social democracia y el neoreformismo; y que además, surja de la fusión y síntesis de las reivindicaciones, necesidades, aspiraciones e intereses de todos los sectores oprimidos y explotados del pueblo venezolano.

Lógicamente, es compresible que al emprender tan compleja empresa, como la de acabar con el rol hegemónico del Estado burgués y la creación del Estado comunal, se expresen posturas que busquen desviar los objetivos centrales sobre los cuales se fundan sus bases político ideológicas.

Por tanto, debe entenderse que al calor del proceso de revolucionario se harán visibles una serie de contradicciones propias de cualquier transformación social; Pues, la unidad de acción y de pensamiento no se logra por decreto, es un proceso dialectico que exige un diario batallar para combatir las concepciones burguesas y pequeño burguesas que están presentes en la mente y acción de todos quienes vivimos en el marco del sistema capitalista: el individualismo, el personalismo, el oportunismo, liberalismo, la vanidad y autosuficiencia.

Para ello, es preciso practicar la crítica y autocrítica. Donde se señale los errores de una manera objetiva, oportuna y franca; orientada a ubicar las causas y consecuencias, así como a encontrar el camino de la corrección y superación de los mismos.

En base a nuestra experiencia, podemos asegurar que el uso correcto de esta herramienta, abona el camino para que se consolide una mayor camaradería, se minimice la postura pequeña burguesa, sirve además, como método, para procesar los señalamientos y estimular los correctivos con el propósito de seguir adelante.

La crítica y autocrítica es un arma eficaz para erradicar prácticas deplorables como el grupismo y amiguismo, las cuales son alimentadas cuando, en una actitud liberal, hay complicidad, conciliación y condescendencia con los errores y desviaciones.

En definitiva, desarrollar la autocrítica desde los organismos de dirección y estimular la crítica desde la base, debe ser siempre una norma en el funcionamiento revolucionario.

  1. Consolidación del Poder Popular en el establecimiento del poder dual: en 2008, el Movimiento Revolucionario TUPAMARO publicó un libro titulado Propuesta: Programa de Gobierno Revolucionario: políticas de alianzas con las fuerzas anti-fascistas, en él señalamos: "Para dar rango revolucionario y socialista a un Programa de gobierno, es imprescindible incorporar el problema del poder del Estado Burgués y el necesario fortalecimiento y desarrollo de otro poder, antagónico en intereses y propósitos (fortalecido por una filosofía emancipadora, una praxis y la teoría revolucionaria), mediante la conciencia de clase, con sentido claro de los valores humanistas, sustentado en la búsqueda de la abolición de la explotación."; a partir de las categorías mencionadas, con el propósito de crear condiciones mínimas necesarias para el nacimiento del Poder Dual, en el cual se enfrentan la hegemonía del Estado burgués ya posesionado contra el desarrollo de la hegemonía proletaria en crecimiento."

De manera que, para lograr la destrucción de la vieja hegemonía reaccionaria, es necesario convertir los espacios naturales, en lugares propicios para la organización de los trabajadores (del campo y la ciudad), estudiantes, pequeños productores, comerciantes, ejército industrial de reserva; los que en un proceso de acumulación de fuerzas, creen las condiciones para que se produzca la consolidación de la autonomía político-organizativa de los explotados de la sociedad (Poder Popular).

Siendo justamente, este Poder Popular, la agrupación de las organizaciones autónomas e interdependientes, en sí y para sí, las que en su carácter de clase, se enfrentará al poder burgués, convirtiéndose de esta manera, en expresión viva en el fortalecimiento del poder político por parte del pueblo organizado en su lucha por la instauración del Socialismo.

  1. Hegemonía de poder emancipador a partir del Bloque Social Revolucionario: En la Venezuela de hoy, buscamos romper con viejos artificios que nos encadenan a la indolencia tradicional del funcionario público y  al burocratismo. Para lograr dicha ruptura, es necesario darle vida a la democracia participativa y protagónica, como expresión de la voluntad mayoritaria del pueblo, en razón del bienestar común.

En base a la visión expresada con anterioridad, consideramos necesario el fortalecimiento del Poder Popular como una forma de organización impulsora del poder autónomo del pueblo, concebida fundamentalmente para la construcción del poder dual. A través del cual se fomente el trabajo colectivo y puedan converger mediante el Bloque Social Revolucionario, las diferentes estructuras organizadas: consejos comunales, de trabajadores, estudiantiles, de pescadores, campesinos, la línea militar independiente, conocida como milicias populares. 

Estamos convencidos, que para lograr la destrucción del Estado burgués, es necesario que la clase dominada cree su propio poder Estatal, el cual deberá robustecerse a la par y en oposición al viejo Estado, estableciéndose de esta manera una dualidad de poder, el cual se materializará a través de un nuevo bloque histórico como expresión del Poder Popular.

Por otra parte, si bien el Poder Popular, desde el punto de vista revolucionario se refiere a la fuerza que es capaz de desplegar el pueblo en determinados procesos históricos, con miras a la toma del poder, este no tendrá capacidad de lograr dicho objetivo, sin que se sustente en una forma organizativa que permita su desarrollo. Es por ello que, dando continuidad a la política nacional, en cuanto a la transferencia de poderes y competencias a las comunidades organizadas, la mencionada labor debe ser asumida en los estados como una de las líneas maestras para la construcción del Socialismo.

De esta manera, la comunidad organizada podrá generar sus decisiones, sustituyendo progresivamente la autoridad ejercida aun por los gobernadores, alcaldes, diputados, concejales por vocerías, cuyo rol no será otro que acatar y cumplir las decisiones tomadas en las asamblea de ciudadanos y ciudadanas del Poder Popular, quien en tal virtud podrán designar y revocar dichos voceros y voceras en los distintos órganos del Bloque Social Revolucionario desplegado en las comunidades, Comunas y otros entes político-territoriales que se conformen como la unidad política primaria del territorio.

  1. Rediseño político-económico-jurídico de los estados con miras a lograr la nueva arquitectura revolucionaria del poder: Es bien sabido que el Estado burgués representa la organización política de la burguesía, puesto que en ella, la élite delega la responsabilidad de mantener el régimen de explotación capitalista como una institución.

Indiscutiblemente, todo régimen representa los intereses de la clase política dominante, en este sentido, su estructura legal se confecciona en función de sus necesidades de predominio.

Basta decir que en el régimen esclavista se desarrolló un conjunto de leyes que permitían un tipo de propiedad privada que hoy podemos considerar absurda, pero que hasta hace menos de dos de siglos atrás eran aceptadas en la sociedad de la época, tanto así, que comercializar con seres humanos era tan común como hoy hacerlo con un perro, un gato o una silla incluso.

La breve introducción hecha en esta propuesta, tiene como objeto ubicar en su justo contexto la necesidad existente, en el marco del proceso revolucionario venezolano, de emplear las herramientas institucionales para producir una implosión que debilite el poder del Estado burgués, ente que en su carácter parasitario se convierte en una estructura corrupta, donde se crean las condiciones para el lucro indebido, tanto gubernamental, como de la élite que controla los medios de producción. Claro está, no nos referimos aquí al mediano o pequeño productor o comerciante, sino a aquellos que controlan realmente el poder económico y político tanto regional, como nacional e internacionalmente.

De modo que, para lograr el debilitamiento progresivo del poder político burgués, es necesario llevar a cabo una transformación agresiva en materia económica y jurídica, a los efectos de impulsar un proceso productivo como nunca antes se haya visto en nuestro territorio.

Para cristalizar este ambicioso plan, indudablemente se requiere crear las condiciones (vialidad, seguridad, centros de industriales organizados bajo la visión de la producción directo-comunal, etc.), con el objeto de que el parque industrial, los centros agroproductivos y de distribución, se extiendan y diversifiquen en torno a ejes de desarrollo sostenible y en base a una economía planificada. Donde se trabaje además, en función de optimizar las capacidades productivas regionales, el control obrero de la producción y el mejoramiento en las condiciones de vida de la clase trabajadora, partiendo de los intereses comunes sobre los individuales, donde se garantice definitivamente la satisfacción de las necesidades sociales y materiales del pueblo.

Si bien es cierto que, para emprender la reactivación del parque industrial venezolano, es necesaria una fuerte inversión por parte del gobierno nacional y de los entes gubernamentales regionales; no es menos cierto que, caer en la tentación de inyectar recursos a las estructuras del poder burgués estadal o municipal mediante el recurrente aumento de las tasas impositivas en las regiones, así como la creación de nuevos impuestos, sin que esto responda un plan de crecimiento regional, sino que se oriente a alimentar las insaciables necesidades de recursos de una burocracia que día a día va degenerando la carga institucional en gobernaciones y alcaldías, resulta atentatorio contra el objetivo planteado, específicamente en lo relacionado a la reducción del tamaño del poder constituido y el crecimiento no burocrático del Poder Popular.

Entre las propuestas presentadas en este documento, planteamos la creación del Consejo del Poder Popular Para La Transición al Socialismo (CPPPTS), el cual estaría conformado por las voceras y voceros de cada instancia de las estructuras sectorial y regional del Bloque Social Revolucionario como contraparte al Bloque Histórico de la Clase Dominante.

Partiendo de la tesis de Antonio Gramsci, en donde establece que el Bloque Social Revolucionario emana de la red de organizaciones de lucha, con estructura orgánica que comulgan en su carácter clasista y su estrategia  insurgente ante el estado burgués que se resiste a morir.

Proponemos que el CPPPTS se integre a través de una acción conjunta de las organizaciones del poder autónomo; agrupadas, en lo sectorial, por su rol en el proceso productivo; Consejo de Trabajadores, Ligas Campesinas, Frentes de Pescadores, etc.., al igual que los colectivos de medios de comunicación alternativos, Consejos Estudiantiles Revolucionarios, Ligas de Artesanos; y en lo regional,  su organización ha de surgir desde los Consejos Comunales, las Comunas hasta llegar a los Ejes Comunales Regionales basados en la realidad geopolítica de su espacio territorial, que va mas allá de la actual división arbitraria del territorio (parroquias, municipios y estados), en tanto que éstas divisiones respondieron en su momento, al interés de la clase dominante como parte de su estrategia para perpetuar su dominio.

De igual manera, consideramos que el CPPPTS debe ser integrado, a nivel regional por las vocerías de los consejos comunales y de las comunas ejerciendo el Parlamento Comunal y en lo sectorial las vocerías locales de los Consejos de Trabajadores, Ligas Campesina, Consejos Estudiantiles Revolucionarios ejerciendo el Parlamento Sectorial Revolucionario.

A nivel Regional, tanto el Parlamento Comunal como el Parlamento Sectorial Revolucionario, designarán vocerías temporales para acometer las temáticas de interés regional, planificar y legislar la acción de los gobiernos regionales, instrumentar y ejercer mecanismos blindados de contraloría social, y conformar con la totalidad de los voceros a nivel nacional el CPPPTS la instancia donde se evaluará, articulará y planificará las políticas y los planes de desarrollo en un accionar conjunto y complementario en la instauración del socialismo.

Queda entendido que concebimos como función primordial del CPPPTS, la creación de una instancia política de participación colectiva que se encargue de discutir, diseñar, planificar y orientar el proceso de transferencia de poderes y competencias de la gobernación a las organizaciones autónoma de masas, así como, el decidido impulso en la conformación de las Comunas como estructura revolucionaria Socialista bajo la cual debe lograrse la emancipación económica del trabajo y de allí ir configurando la nueva arquitectura territorial en los estados, como lo sería la conformación de las Ciudades Comunales que surgirían de la unión de las Comunas. 

En su momento, una vez que el CPPPTS logre estructurarse de abajo hacia arriba, hasta convertirse en una instancia nacional, estamos convencidos que se dará impulso a un tipo de gobierno colectivo en donde voceros campesinos, pescadores, trabajadores de las diversas ramas (petroleros, siderúrgicos, textiles, del transporte, etc..) al igual que los voceros estudiantiles, cultores populares, comunicadores, amas de casa, personas con discapacidad, así como también los voceros a nivel nacional de las comunas, podrán participar directamente en la formulación y aplicación de las políticas revolucionarias del país. De tal manera que los aparatos inoperantes de los concejos municipales y los consejos legislativos regionales tendrían la oportunidad de ceder sus atribuciones a las nuevas estructuras del Poder Popular en un acto revolucionario o declararse defensoras del viejo estado burgués.

Obviamente, nada de lo aquí planteado podrá ser realizable sin que, en el proceso de avance en torno a la destrucción de lo viejo y su sustitución por lo nuevo, se desarrolle un arduo trabajo formativo, generado a través de un ciclo permanente de debates y encuentros, en los cuales se fomente, a través del pensamiento creador, los preceptos de una cultura relacionada al poder y la forma de ejercerla colectivamente y no como un privilegio.

Del mismo modo, a sabiendas de que la burguesía no cederá su posición de predominio, sin antes oponer una férrea resistencia, estamos conscientes de que las propuestas aquí planteadas encontrará en el camino importantes trabas, incluidas las jurídicas institucionales, sin embargo, con voluntad política, un proyecto político claro y el pueblo organizado, podremos, como poder constituyente, derrumbarlas.

  1. Consolidación de una política medio ambiental garante del desarrollo planificado y de la relación armónica entre la especie humana y su hábitat: con la expansión del capitalismo como régimen imperante en la sociedad actual, todo cuanto existe ha sido convertido en un producto dispuesto para la compra y reventa, a fin de obtener la máxima ganancia posible.

Para el régimen de mercado, el ser humano y su hábitat no son más que simple mercancía. En particular, en el proceso de mercantilización, los elementos de la naturaleza han sufrido un proceso de deterioro sistemático y permanente tan voraz, que el mismo sistema de regeneración del ecosistema planetario ha sido rebasado por la sociedad de consumo. Esto implica que el deterioro producido por el alocado régimen de explotación nos está conduciendo inexorablemente a la autodestrucción de la especie humana.

Cada día que pasa, observamos como ante la opinión pública y fundamentalmente para aquellos miles de millones de personas que padecen más directamente las consecuencias del ecocidio mundial, el deterioro del medio ambiente en la llamada crisis ecológica del planeta, es motivo de preocupación.

Fenómenos como la contaminación del aire y las aguas, la degradación de los suelos, la deforestación indiscriminada, la apropiación corporativa privada de la biodiversidad, la crisis energética, el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, el manejo de los desechos industriales y urbanos, el agotamiento progresivo de los recursos naturales, etc., son temas que a diario se discuten, sin que se consiga una solución viable dentro del sistema capitalista.

Sin lugar a dudas, el capitalismo y su régimen de explotación no puede ser solo visto como una lucha entre pobres y ricos por derrotar la hegemonía burguesa sobre el proletariado, es también una lucha por la supervivencia de la vida misma en el planeta.

Definitivamente, ante el crimen ecológico que se está produciendo en la actualidad en todo nuestro mundo, no queda otra opción que oponerse a la lógica de crecimiento y consumo que nos ha impuesto el capitalismo, atacando de raíz los hechos que ocasionan dicha situación, tanto desde el punto de vista económico, ideológico y social.

Ciertamente, es imposible transformar la sociedad y la lógica burguesa, sin generar para ello una revolución cultural, capaz de sensibilizar al pueblo sobre lo significa nuestro medio ambiente y la necesidad lograr una armónica relación con nuestro hábitat. 

Partiendo del ¿Qué hacer? Proponemos, que se decrete una emergencia ecológica donde se establezca una masiva campaña de concientización, que incluya un gran proceso de formación orientado a generar una profunda reflexión sobre la necesidad de preservar nuestro hogar natural; foros, talleres, revistas, charlas, además de excursiones eco-turísticas patrocinada con recursos de los estados, a objeto de fomentar el conocimiento necesario que propicie el acercamiento entre el medio ambiente y el ser humano.

De igual manera, a objeto de atacar los diferentes frentes que afectan nuestro ecosistema, proponemos la conformación el Consejo del Poder Popular Para la Preservación del Medio Ambiente, el cual se constituiría como un frente de guardianes ecológicos, cuya estructura estaría conformada por los organismos especializados en esta materia (bomberos, protección civil, etc.), en conjunto con las organizaciones del Poder Popular y movimientos sociales con vocación ecológica; siendo una de sus principales misiones, crear un plan integral de rescate de nuestro hogar natural y de inspirar una conciencia revolucionaria en torno a la preservación de nuestro entorno natural.

Finalmente, queremos expresar que el trabajo aquí presentado no lo consideramos un texto culminado, de hecho, pretendemos se convierta en objeto de una amplia difusión y debate, al punto de que suministre los aportes que, en primer lugar, sirva para profundizar aún la propuesta programática en torno al II Plan Socialista 2013-2019 presentada por el camarada presidente Hugo Chávez, y en segundo término, facilite el inicio de un gran debate unificador, que permita la obtención de una propuesta de gestión regional construida colectivamente, en la cual nadie en particular pueda asignarse su autoría, sino que sea una composición de ideas, producto de la reflexión de todas y todos en nuestro recorrido hacia el Socialismo.

A los 10 días del mes de Octubre de 2012

Hasta La Victoria Siempre

Correo: direccionnacional@tupamaro.org.ve

Twitter: @TupamaroMRT



Esta nota ha sido leída aproximadamente 4574 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter