No ha sido esta coyuntura electoral precisamente el contexto donde el presidente Chávez ha llamado a las clases más pudientes a lo que se ha denominado “Burguesía Nacional” para que asuman posturas de encuentro y trabajo conjunto en el proceso económico y productivo del país. Mas allá de las posiciones ideológicas y realidades en el sistema económico durante estos últimos años, nadie puede dudar que los que mas tienen han sido favorecidos y aumentado sus capitales.
Negarlo sería una ceguera política. Ahora, avanzada la campaña electoral hemos escuchado repetidas veces que el propio presidente ha insistido y lanzado mensajes a los sectores económicos privados para que respalden su candidatura. En primer lugar tenemos claro que la proporción electoral de dichos sectores no es determinante para el triunfo del presidente Chávez; pero lleva intrínsecamente un reconocimiento y un llamado a que los capitales y las inversiones privadas permanezcan en el país porque la victoria del candidato de la patria, garantiza paz, estabilidad y garantía a dichos sectores.
Y Visto desde la perspectiva meramente económica, lanza un mensaje a romper con la mezquindad y no reconocimiento de la apertura y los espacios que siempre han existido y en estos momentos se incrementan no solo en el país sino en el marco de nuestra participación en convenios y tratados internacionales siendo el MERCOSUR una ventana que permite a los sectores privados tener una puerta donde entran perfectamente, siendo el Estado quien les brinda total seguridad para su participación.
Entonces, interpretar de manera trivial y meramente electoral el exhorto del candidato Chávez a los grupos económicos privados del país, lleva consigo la negación a los avances y a la disposición que se tiene desde el gobierno para incluir y trabajar en conjunto por el crecimiento y engrandecimiento de la patria. Otra variable que vale la pena destacar es el tema de las políticas macroeconómicas que el gobierno ha venido implementando con inversión en materia de infraestructura, vivienda y diversificación de la economía lo que ha permitido el crecimiento sostenido en los últimos 8 años.
Por tanto, para nosotros la construcción del socialismo bolivariano implica que el desarrollo de nuestra independencia económica incluye a todos los sectores del país, incluso a aquellos empresarios serios que no juegan al acaparamiento, a la usura y que aceptan los preceptos legales plasmados en nuestra constitución y en las leyes de la República.
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