El infalible Aristóbulo

El camarada Aristóbulo Isturiz, ha comenzado a darnos muestras de ser infalible en sus pronósticos políticos, recientemente en la Rueda de Prensa de los lunes, ha lanzado una de sus máximas: “El Vicepresidente para la Región Central del Psuv, Aristóbulo Istúriz, denunció este lunes que sectores de oposición a la Revolución Bolivariana están preparando un plan para "aislar" al país a nivel internacional y generar desestabilización a lo interno con guarimbas. Explicó Istúriz en la rueda de prensa de los lunes del Partido Socialista Unido de Venezuela que el plan pasa por generar guarimba y generar zozobra entre trabajadores y en el campo sindical…” (Últimas Noticias, 03-10-2011). En su página web, el “pitoniso de Curiepe” enfatizaba: “Los factores de oposición, dirigidos desde la gran oligarquía internacional, vienen a tratar de impulsar desestabilización, lo que pone en evidencia que hay un plan que busca aislar a Venezuela y provocar caos”, enfatizó Istúriz…” (http://aristobulo.psuv.org.ve/).

  Como era de esperarse, las palabras del camarada Aristóbulo se convirtieron en dogma; se decía que sólo la iglesia, por especial asistencia de Dios, es la infalible, sin posibilidad de error en sus enseñanzas. "Para mantener a la Iglesia en la pureza de la fe transmitida por los apóstoles, Cristo, que es la Verdad, quiso conferir a su Iglesia una participación en su propia infalibilidad. Por medio del 'sentido sobrenatural de la fe', el Pueblo de Dios 'se une indefectiblemente a la fe', bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia" (p. 262, #889). Ahora, sabemos que no sólo en la iglesia se practica el dogma de la fe, sino que, a lo interno del Psuv, también se expresa.

  Comunicado el dogma por el camarada Aristóbulo, de inmediato, sus seguidores/ras, siguiendo las palabras “sagradas” del “pitoniso de Curiepe” comenzaron a excomulgar aquellos/aquellas infieles que encajaban en el patrón definido por el camarada Aristóbulo, siempre en consonancia con el dogma eclesiástico, “una vez que el Papa ha hablado, acordó el Primer Concilio Vaticano, sus definiciones "son irreformables en sí mismas".

  Entre los primeros que hicieron público su plan de lucha, en defensa de sus reivindicaciones laborales, los/las trabajadores/ras universitarias pasan a convertirse en “agentes de la contrarrevolución imperialista”, por el solo hecho de hacer valer sus derechos contemplados en la Constitución Bolivariana: irrenunciabilidad de los derechos laborales (art. 89, numeral 2); el derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales (art. 91); el derecho a prestaciones sociales (art. 92); el derecho a la negociación colectiva voluntaria y a celebrar convenciones colectivas de trabajo (art. 96); en esos artículos constitucionales se resumen el conjunto de solicitudes y reclamos que vienen haciendo los trabajadores y trabajadoras universitarias, convertidas por la “gracia” de Aristóbulo en contrarrevolucionarios agentes de la MUD y del imperialismo, o como dijera una de las fanáticas que siguen su dogma, la “diosa guerrillera, la sangre de la Revolución”, llamada así por otro camarada afecto al bolivarianismo, acusaba vía internet a los sindicatos clasistas universitarios afiliados a Fetrauniversitarios y Fenasoesv, esta fanática del dogma de Aristóbulo: “Y Uds. como buenos operadores eficientes y por supuesto -luego del receso vacacional- cumplirán al pié de la letra las instrucciones recibidas de la Mesa de la ultra derecha…”

  Este dogma enunciado por el camarada Aristóbulo, si revisamos el Libro Rojo, el libro fundamental para la militancia del Psuv, libro guía de la militancia, nos hace dudar de la Infalibilidad del camarada, si repasamos sus Principios Generales, leemos que: el partido se declara como: “Comprometido con los intereses de la clase trabajadora y el pueblo”, entre otros Principios. Nos preguntamos entonces: ¿cómo es, que si es un partido comprometido con los intereses de la clase trabajadora, la acusa de contrarrevolucionaria, cuando la clase sale en defensa de sus reivindicaciones y derechos laborales? Algo no nos cuadra en el dogma de fe enunciado por ese camarada.

  Nos permitimos poner en duda el dogma del camarada Aristóbulo, porque así nos lo ha enseñado su propia experiencia política. Así, en las pasadas elecciones para elegir diputados y diputadas a la Asamblea Nacional, designado como fue, Jefe de Campaña del Comando de Campaña: "Epa!! Ya tenemos Comando de Campaña BOLÍVAR200. Y saben quién es el Jefe' Nada menos q Aristóbulo!!! Arrollaremos a los escuálidos!!!", escribió Chávez para dar a conocer la información a través de su Twitter. En esa oportunidad, el camarada Aristóbulo, enunció su dogma para esa campaña electoral: “Para nosotros el triunfo se materializa con 110 diputados o más y sería un triunfo contundente. Nosotros tenemos absoluta convicción de que tendremos los 2 tercios en la Asamblea Nacional y en eso tiene que ver mucho el hecho de que le dedicamos la primera fase de la campaña a la organización con un millón 817 mil patrulleros, 36 mil patrullas, 12 mil 471 Unidades de Batalla Electoral y 109 mil testigos. Esa es la estructura”, afirmó Istúriz…” (Informe21.com, 21-09-2010).

  Los resultados posteriores nos revelarían cuán ciertos, son los dogmas que enuncia el camarada Aristóbulo, “El primer boletín oficial del Consejo Nacional Electoral de Venezuela dio a conocer el resultado todavía parcial de la elección parlamentaria del domingo 26 de septiembre en la que el Partido Socialista Unido de Venezuela y su aliado el Partido Comunista obtuvieron 95 diputados, los partidos aliados en la Mesa de Unidad 59 y el 2 el PPT, faltando todavía por definir 7 circunscripciones, en una contienda donde emitieron su voto el 66,5 por ciento del registro del país que supera los 17 millones de electores. Los reñidos comicios dan así una mayoría simple para el PSUV, confirmándolo como la primera fuerza política de Venezuela, aunque no lograra alcanzar los dos tercios del cuerpo legislativo a que aspiraba (110 curules) para mantener la hegemonía en la Asamblea Nacional, una meta que el jefe del Comando de Campaña, Aristóbulo Isturiz reconoció como “ambiciosa”, ante los seguidores reunidos frente al Palacio de Miraflores…”(http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2010-09-26/psuv-se-consolida-como-primera-fuerza-politica-de-venezuela/).

  El 2 de octubre 2010, el presidente del PSUV, Hugo Chávez Frías, se reuniría con las diputadas y los diputados del partido, electos a la Asamblea Nacional, para realizar un balance político de los resultados electorales, se preguntaba el camarada Chávez: “¿por qué? Porque ahora en este 26 de septiembre comparado con las elecciones del referéndum de la enmienda (donde votaron 6,3 millones), ¿por qué ahora votó un millón menos? Desde ese punto de vista, lo que ocurrió el 26 de septiembre, las fallas que hubo, las derrotas que en algunos estados, ciudades y circuitos nos sorprendieron. Eso tiene que llamarnos a la reflexión…”, a lo que añadiríamos: “¿por qué falló lo infalible, el dogma de Aristóbulo?”

  Un año antes, en diciembre de 2009, el mismo Aristóbulo habría anunciado otro de sus dogmas infalibles, valga la redundancia: “Los mejores gobernadores serán aquellos que primero desbaraten las gobernaciones; los mejores alcaldes serán aquellos que primero desbaraten las alcaldías y les transfieran competencias y poderes a los consejos comunales”, un año después, invitado por José Vicente a su programa dominical, ya electo diputado, insistía en su dogma: “Con estas alcaldías, con estas gobernaciones no vamos a hacer la revolución”, cuyo avance depende de que “de alguna manera” se vaya “desmontando la estructura del sistema” de democracia representativa para sustituirlo por otro donde el pueblo sea el protagonista”. Dado el revuelo alcanzado en la opinión pública, por este dogma Aristobulesco , al camarada Chávez no le quedó otra opción sino desmarcarse de lo infalible: “¿A quién se le puede ocurrir que nosotros vamos a acabar con las alcaldías (…) las gobernaciones?“, expresó el mandatario el 19 de diciembre pasado, y agregó que, por el contrario, el proceso socialista que lidera desde 1999 requiere que esas figuras político-administrativas sean “de verdad sólidas y democráticas”.

  Las verdades matemáticas se nos presentan como verdades objetivas, perfectas, inmutables a través de los siglos. Sin embargo uno puede hacerse la siguiente pregunta: “Si la matemática es creación del ser humano que es falible ¿Puede entonces la matemática ser infalible? ¿Puede un ser falible, crear lo infalible?”, preguntas que nos hacemos en la búsqueda de justificaciones al dogma lanzado a la opinión pública por el camarada Aristóbulo: “el plan pasa por generar guarimba y generar zozobra entre trabajadores y en el campo sindical…”. No camarada, usted se equivoca, los trabajadores y trabajadoras de nuestra Patria no siguen ninguna agenda distinta a la contemplada en la Constitución Bolivariana y las leyes del trabajo, hacer respetar sus principios y beneficios para el sector trabajo. Satanizarlos, con sus dogmas balurdos, es contrario a los principios generales que debe acatar un militante revolucionario inscrito en el Psuv, más si se trata de un camarada de la Dirección Nacional o Vicepresidente de una Región, obligados como están a dar ejemplos de acatamiento a los lineamientos del libro guía, el Libro Rojo.

  Más aún, de los lineamientos que ha emanado el camarada Chávez, en referencia a la relación que debe existir entre el militante revolucionario y la clase trabajadora, leámoslo: “Yo quiero insistir hoy a nombre del Gobierno Revolucionario, y además cuando insisto es porque quiero pedir a todos los miembros del Gobierno, los Vicepresidentes, Ministros, Procuradora, todos, y pedir a los gobiernos locales, gobernadores, alcaldes, a todas las instituciones del Estado, al gobierno todo, pedir que cada día seamos de verdad, cada día más un gobierno obrerista, como hace años lo estamos señalando (…) No puede ser una frase, una retórica. No, no, tiene que ser un gobierno que marche al ritmo de la Clase Obrera, un Gobierno que se ponga a disposición de la Clase Obrera (…) Sigamos organizando los Consejos Obreros, y bueno, que los sindicatos y los consejos obreros no tienen por qué entrar en conflicto, todo lo contrario, fortalecer las organizaciones de batalla, para la batalla contra el capitalismo, contra los patronos que abusan, explotan a los trabajadores, y si en alguna parte algún gerente o algún jefe de gobierno, de empresa del Estado abusa, pues ustedes tienen que luchar también contra esos abusos y dar la batalla en todas partes…” (Hugo Chávez, Teatro Teresa Carreño, 30-04-2010). 

henryesc@yahoo.es

Caracas, 08-10-2011


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Henry Escalante


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