El hueco de la Revolución

En las “caimaneras” de pelotica de goma que jugaba de niño en los Bloques de mi querida Urbanización la Goajira, en Acarigua, era una regla que alguno de los compañeros de equipo susurrara al oído de quien ejercía su “turno al bate” cuál era “el hueco” en la defensiva del adversario. El “hueco” en referencia, era aquél jugador que menos habilidades poseía para atrapar la bola, por ende, batear por allí significaba ganar fácilmente la primera base. Cada equipo habitualmente tenía un sólo hueco, y en la mayoría de los casos, por allí se perdían aquellas bulliciosas y emocionantes partidas.

Ahora, extrapolando aquella figura de mi infancia, donde lo mas costoso que se podía perder era el no poder saborear  uno de los deliciosos helados de vasito que preparaba doña Juana de Cañizales (Dios me le dé salud), se nos presenta la revolución con sus huecos; Si, y desde hace bastante tiempo que el contrincante los reconoce, por que nos los hemos dejado ver hasta mas no poder. 

En la carretera que va de Guanare a Biscucuy hay uno (aunque son miles, los que hay en la autopista y las vías de Portuguesa) pero en el sentido literal de la palabra, este si es un hueco, un señor hueco;  está ubicado, en el primer kilómetro, a unos cuantos metros de la estatua de Páez y su enorme caballo; justo al frente de la Motobomba de Aguas de Portuguesa. Pareciera que ningún alto  funcionario  de la alcaldía o la gobernación ha transitado por allí (¿será posible?), lo digo por el inminente peligro que representa ese socavón de metro y medio de diámetro y unos dos de profundidad en plena carretera nacional, con casas y familias a su lado; los vecinos le han sembrado matas de topocho, de lechoza, le echan piedras, le izan banderas ¡pero el hueco se traga todo! Y lo peor ¡el Gobierno no lo ve!  ¿Tendrá que caer un autobús repleto de gente, o un auto pequeño y provocar un accidente para que las autoridades hagan lo que han debido hacer desde hace meses? Dios no quiera. ¿O tiene que pasar Chávez, ver el agujero negro ese, y pedirle a Jaua que mande a alguien desde Caracas a que lo tape? 

En nuestras caimaneras de la infancia “el hueco” que teníamos a la defensiva lo disimulábamos con un guante, o colocábamos a uno más hábil cerca de aquél.  Pero a la revolución, lo digo con nostalgia, a los “huecos” de la inseguridad, el sectarismo  y la corrupción, ya se le están sumando otros tantos como el que está en la salida a Biscucuy. Si no podemos cubrir ese, (símbolo de desidia e ineficacia de los entes respectivos), entonces, definitivamente,  será muy difícil que podamos sacar el país adelante.

Con un solo hueco caíamos vencidos en aquellas caimaneras de mi vieja Goajira, y nos perdíamos los cremosos helados de doña Juana. Hoy, la revolución tiene varios, y lo que está en juego aquí no es una golosina, es el futuro del país y el futuro de una irrepetible oportunidad de genuina revolución. 

Recuerde comandante, usted jugó pelotica de goma, o de verdad aplicamos las tres “R” ¿o cree usted que con “huecos” en primera, segunda y tercera ganaremos el partido del 2012? Y no permita, que ese pueblo que tanto apoyo y confianza le ha brindado, comience a percibir que también en el manager, la revolución tiene un “hueco”.

palmaritales@hotmail.com



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