21 marzo 2016 - La decisión del Gobierno de México de mantenerse al margen del cabildeo de los países productores de petróleo para estabilizar los mercados y mejorar los precios del crudo es un “error estratégico”, dijo a Sputnik Nóvosti el experto Alexis Juárez Cao.
“Estamos ante un error estratégico de política energética gubernamental”, dijo el investigador en temas petroleros de la Escuela de Gobierno y Política Transformacional del prestigioso Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Con el silencio de México ante un acuerdo para mejorar los precios petroleros —adoptado el 16 de febrero por Rusia, Arabia Saudí, Qatar y Venezuela- el gobierno de Enrique Peña “está dejando pasar la oportunidad de tener presencia a nivel internacional como uno de los mayores productores mundiales”, dijo el académico del Centro de Estudios de Energía del ITESM.
México, décimo productor mundial de crudo, “abdica de su papel protagónico que ha jugado en otros momentos de bajos precios”, como lo hizo a finales de los años 90 del siglo XX.
Los precios han caído más de 70 por ciento por la sobreoferta de unos 2 millones de barriles diarios estimulada por Arabia Saudita, pero en México “los estrategas de la política energética mexicana están concentrado en la apertura en la industria petrolera a la inversión privada y extranjera, y la reestructuración de la empresa estatal Pemex”.
El gabinete federal de Energía “ha dejado pasar grandes oportunidades de incidir, como ocurrió en la reciente gira del Presidente a Medio Oriente”, en enero de 2016, al no participar en los cabildeos de los grandes productores, dijo el investigador del programa de posgrado sobre la Reforma Energética, considera el académico.
Los países miembros y no miembros del cartel petrolero de la OPEP, discutirán a mediados de abril en Doha, Catar, sobre el congelamiento de la producción a niveles de enero de 2016, si otros países productores. “Este es un signo positivo, una señal importante para los mercados en el marco del descenso de la actividad económica de China y EEUU”, dijo el analista.
No sería la primera vez que el país latinoamericano participa de ese tipo de cabildeo: en 1998, México tejió una alianza tripartita y se distribuyó la reducción de 300.000 barriles diarios (b/d) con Arabia Saudita y Venezuela, un acuerdo al cual se unió después la OPEP y acordó un retiro toral de 1,7 millones de barriles diarios que logró duplicar los precios petroleros.
