Causas que originaron la sequía actual sobre Venezuela y su contundente efecto en la disponibilidad de agua para su uso hidroeléctrico, potable y agrícola

 El valor de los Bosques para la disponibilidad del líquido fundamental de la Vida. 

La actual situación que atraviesa Venezuela y que puede complicarse a medida que avanza su periodo seco del 2010, no puede plantearse bajo el corto punto de vista de “crisis de servicios”, pues en realidad es una CRISIS DE AGUA que evidentemente se refleja desde la disponibilidad de agua potable hacia el consumo doméstico en los centros poblados, así como el gran impacto que ésta reducción ha traído a la gran generación hidroeléctrica nacional hasta la posibilidad de riego en las zonas agrícolas del país. La situación realmente se presenta cuando los ríos del territorio están bajando su caudal de agua abruptamente, superando registros históricos a medida que avanza el periodo seco. Así estos ríos alimentan de manera deficiente embalses o infraestructuras de captación que en referencia al volumen de agua que estos desalojan para diversos usos, ocasionan un rápido desnivel de agua. 

Ríos como el Guarico, Chirgua, Tocuyo, Neverí, Uribante, el Caroní o cualquier otro del territorio que alimentan embalses de diversas dimensiones, dependen principalmente de la cantidad de agua que haya retenido en el periodo de lluvias esas áreas ubicadas aguas arriba de estas represas que son las cuencas hidrográficas de estos ríos. Esta clave retención de agua para desalojarla gradualmente hacia el periodo seco entre Noviembre y Abril como caudal de esos ríos, depende directamente de cuanta cobertura de vegetación boscosa tenga la superficie de la cuenca. Esta vegetación boscosa actúa como un oportuno obstáculo que regula la escorrentía superficial del agua y favorece su infiltración. Si estos bosques desaparecen, se afecta esta importante retención y los ríos tienden a llevar agua en sus cauces solamente cuando está lloviendo en la zona. 

Es necesario considerar que muchos de estos ríos estaban presentando cambios significativos de reducción en sus caudales en años anteriores debido a la destrucción acelerada y permanente por diversas razones de esa útil cobertura boscosa en sus cuencas hidrográficas. 
  

EL PROBLEMA ELÉCTRICO SE ORIGINA CON LA DESTRUCCIÓN MINERA DE LA CUENCA DEL CARONI 

Este es el caso del río Caroní, que alimenta el embalse Guri y los sistemas como Caruachi y Macagua en el bajo Caroní. Este río posee un caudal turbinado promedio de 4120 Mts3/seg., que desaloja el embalse en las estaciones de sequía, generalmente mayor que el aportado por el río a su entrada. Esto conduce lógicamente a que la falta de estos volúmenes de agua los soporte el que acumula el embalse hasta que nuevamente se inicien las lluvias, pero si este caudal disminuye más allá del estimado en los cálculos de diseño debido a la imprevista destrucción de la cobertura vegetal de la cuenca, la velocidad de disminución del nivel en el embalse, desde los 271,60 msnm máximos, donde trabaja el aliviadero, podría bajar más allá de los 240 msnm mínimo, donde se alteraría el peso necesario del agua o la presión hidrostática suficiente, que con el caudal turbinable, constituyen los valores adecuados para el trabajo normal de estos equipos que generan casi el 80 % de la electricidad al país.  

Existe suficiente evidencia de la destrucción de ésta estratégica cuenca por la actividad minera de oro en el territorio y parece que se quiere ocultar su contundente efecto sobre el río Caroní. Aunque no hubo problema de extensión de sequía para el año 2003, por ejemplo, en la segunda quincena de Febrero apenas llegó a los 612 metros3/seg; un volumen inferior 66.6% al volumen histórico registrado para el mismos periodo y un mes antes, tuvo 891 metros3/seg, representando un 60 % de inferioridad al caudal histórico del mismo periodo. Esto significa una merma de caudal de 279 metros cúbicos por segundo en apenas un mes. Ese proceso de deterioro minero que se evidenciaba de año a año y con lluvias normales en sus periodos respectivos, llevó al final del periodo seco del 2003 a un metro del nivel mínimo al embalse. Para los años siguientes después de inaugurar Caruachi con más 2000 megawatts en el bajo Caroní fue fácil reducir la salida del caudal turbinado en Guri para evitar desniveles de peligro en los periodos secos en los años siguientes sin afectar la demanda nacional de electricidad. Ahora es un deber mencionar el daño minero a la cuenca energética más importante de Venezuela. En el año 2005 el presidente Chávez inició una serie de medidas para proteger de la minería la cuenca del Caroní desde el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, pero esto fue abortado con toda la campaña opositora en la llamada “masacre de la Paragua”. No es posible que el interés de unos pocos sea superior a los altos intereses de la Nación venezolana en mantener una generación eléctrica barata y limpia ecológicamente al preservar esa cuenca.  
 
 

EL CULPABLE DEL CAMBIO CLIMÁTICO SOBRE VENEZUELA  ES LA DEFORESTACIÓN DE LA SELVA AMAZÓNICA 

Si algo puso en evidencia la sequía que vive Venezuela es la dramática destrucción a la que han estado sometidas las cuencas hidrográficas de los principales ríos del territorio. Esta sequía se presenta con una extensión del periodo seco hacia los meses de Mayo y Junio con que debería iniciarse el periodo de lluvias. Pero registros de estaciones meteorológicas del territorio demuestran que este fenómeno climático de sequía se esta presentando en Venezuela con una tendencia gradual decreciente desde el año 2005, año en que se declara por los medios internacionales a toda la zona de selva tropical de la cuenca del río Amazonas entre Brasil y Perú como zona de desastre ante una extrema sequía. 

El modelo climático que rige la franja de Sudamérica situada a la misma latitud geográfica donde esta Venezuela  está definido hace años, como para analizar qué elemento ha sido perturbado que ocasiona el retraso en las precipitaciones. 

Venezuela, por estar ubicada entre los 10º latitud norte solo tiene 2 estaciones pluviométricas: lluvia o sequía; que dependen del desplazamiento de norte a sur entre los trópicos terrestres durante el año, de una zona donde al encontrarse dos vientos suman sus respectivas cargas de humedad produciendo lluvia al ascender formando, una franja de baja presión atmosférica, que se llama la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT). Esta franja que busca ese Ecuador térmico variable que se origina por el desplazamiento de los rayos perpendiculares del sol entre los trópicos a los largo del año de traslación terrestre, es lo que origina la estación lluviosa en Venezuela al entrar por el sur de nuestro territorio a finales de Abril rumbo al norte, luego se regresa al sur para salir en Noviembre cuando entra nuevamente la sequía a Venezuela.  La lluvia de Venezuela se origina por el aporte de humedad que trae cada uno de estos vientos llamados alisios, tanto los que vienen del norte como los del sur; mientras los del norte se cargan de humedad por la evaporación que origina el sol sobre la superficie de agua del Caribe y Atlántico el otro viento que viene del sur del Continente atraviesa realmente el último bosque tropical lluvioso extenso que le queda al planeta; aquí es donde este viento capta su carga de humedad con un fenómeno particular de estas selvas denominado EVAPOTRANSPIRACIÓN que aporta de 1000 a 1500 litros de agua por cada metro cuadrado de bosque.   Pero la deforestación de la selva tropical amazónica en más de 30 años ha reducido a una quinta parte la superficie de esta selva amazónica y ha acumulado una extensión de 926000 KM2 (Kilómetros cuadrados), disminuyendo significativamente la evapotranspiración y su aporte de humedad al alisio del sur.   

La humedad o carga higrométrica de esta masa de aire en movimiento que viene del sur al ser significativamente reducida está originando un evidente decrecimiento en las lluvias empezando por el mes de Mayo y ahora también Junio, de esta forma se afecta y perturba el clima venezolano y el de otro países de la región que tienen territorio en áreas periféricas al Amazonas.   

El clima de Venezuela no depende totalmente de su territorio pero áreas como la cuenca del Caura actúan como un corredor climático donde interviene la selva para llevar lluvias al norte venezolano, incluyendo estados agrícolas en los llanos centrales y occidentales, por lo tanto su protección debe ser inmediata declarándola Parque Nacional. ¿Cuánto tiempo nos queda? Actualmente la minería esta invadiendo miserablemente a esta única cuenca intacta y se habla de más de 4000 mineros acabándola en este momento junto a sus comunidades indígenas. 

Nos deben preocupar los índices de deforestación en Brasil y otros países amazónicos y debemos ocuparnos en cómo detenerla, pues nuestra vida depende directamente de esta amenaza al último bosque tropical que le queda  al planeta.- 

Ecologista Leobardo Acurero CI 4724602

Frente Ecológico del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)

0414-7447932

frenteecologicopsuvlara@gmail.com 

Febrero 2010 

Nota:

Uno de los soportes de este artículo es el siguiente:

Acurero, Sidartha. Influencia de la deforestación de los Bosques Tropicales Húmedos del Amazonas en el régimen pluviométrico del territorio venezolano y sus alteraciones como efecto del cambio climático. Noviembre 2009. Tesis Mención honorífica Universidad Yacambu



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