La verdad es que no, por lo menos en el corto y mediano plazo.
Sin ánimos de querer ser brujo o experto en las ciencias ocultas, la razón de esta afirmación se encuentra en las leyes del mercado y el actual contexto global de expansión y dominio.
En primer lugar, todos los productores están tácitamente de acuerdo en vender más caro y en tal medida obtener mejores ganancias, por eso la tesis de congelar se mantiene, sin embargo, no se concreta y no se concretará porque varios productores, que incluso están de acuerdo con congelar, a su vez piden una excepción por motivos especiales.
Por ejemplo: Iraq dice que ellos “han sufrido una guerra y necesitan producir lo que antes de la guerra producían para poder recuperar su economía”, sin embargo, han dicho que si todos congelan ellos (los iraquíes) congelarían, pero a su vez, Irán dice que no podría congelar porque ellos han sufrido sanciones que han rezagado su economía y según necesitan producir más de 4 millones de barriles diarios para recuperarse y posteriormente hablarían de congelar su producción, el resultado es que Iraq no congelará su producción si Irán no lo hace.
Entonces, estos dos productores son a su vez enemigos históricos y estratégicos de el mayor productor Opep – Arabia Saudita - quien no está de acuerdo en congelar sus 10 millones de barriles diarios mientras que Iraq e Irán se apoderan de nuevos mercados gracias a la posible excepción que están solicitando, a su vez, los saudíes son los principales competidores del mayor productor de crudo del mundo – Rusia – quien dice que ellos congelarían sus 11 millones de barriles diarios si Arabia Saudita congela su producción. En pocas palabras, un efecto domino que responde a las leyes del mercado. ¿Cuál? Pues vender, vender y vender sin importar que se gane poco, lo que importa es vender, de hecho es una estrategia china.
Al final todos terminan vendiendo a bajo precio y anunciando que seguirán expandiendo su producción, como es el caso de Argelia y Venezuela, este último recientemente incluso firmó contrato con la Schlumberger y Rosneft para aumentar la producción en la faja petrolífera, entonces pretender que otros congelen mientras que otros producen más no suena muy lógico.
¿Cuál es la solución del mercado petrolero? Creo que la respuesta es la eficiencia. Ya no volveremos a los tiempos del crudo en cien dólares, pero podemos mejorar la eficiencia en la producción y obtener mejores ganancias de los bajos precios.
En el actual contexto de expansión y dominio no es posible congelar la producción, pero si hacerla más eficiente.
*Periodista e investigador en diferentes medios públicos y privados. Colaborador en Rebelión.org y Aporrea.org
rafaelenriquex@hotmail.com
