Es con preocupación, como ciudadano que cree profundamente en el ideal bolivariano, que miro la creación de CAMIMPEG. La Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petroleras y Gasíferas, una verdadera Corporación que manejará los tres principales sectores de la riqueza nacional, entregadas a los señores militares que tendrán, además un control discrecional sobre el funcionamiento de esta compañía. Para nadie es un secreto que nuestro país es blanco de las apetencias de las potencias imperialistas debido a su incomparable base de recursos minerales y naturales, y que por lo tanto la función de defensa y seguridad debe jugar un papel de primer orden en la proyección de la alta política ejecutiva, en la cual los militares, son como es lógico, actores fundamentales. Pero, entregarles el manejo discrecional de ingentes recursos financieros. ¿Qué se busca con ello? ¿Envilecer la fuerza armada, al convertirla de una institución respetada, nacional, de elevadas funciones, a ser sencillamente una empresa, una compañía? Yo si estoy de acuerdo en involucrar a la fuerza armada en nuestro ascenso apodíctico, predestinado, a la conquista de las cumbres del destino, de nuestro destino manifiesto, pero asignándole funciones más medulares, como la de crear una verdadera industria militar, autónoma, moderna, audaz, creativa y creadora, en donde se explote la capacidad innata de nuestros jóvenes oficiales, en conjunto con jóvenes promesas científicas en elevar el nivel del pensamiento diseñador militar que nos permita tener la industria militar mas avanzada del hemisferio sur y de esta forma, si, avanzar de una vez y para siempre en nuestro reto de ser la nación mas poderosa del hemisferio sur, estar en menos de una década dentro de las diez primeras economías del mundo, con un sólido poderío económico, político y militar.

Por eso pregunto: ¿Por que Camimpeg y por que no CIMA? CIMA: La compañía de Investigaciones Militares Avanzadas. O CENIPRODIMA: Centro Nacional de Investigación, Proyección y Diseño Militar Avanzado. La creación de estas corporaciones nos permitiría impulsar con todo el esfuerzo necesario la integración de todos los factores creativos en el desarrollo de una industria militar pesada, naviera y aérea. Cuando construiremos nuestros primeros aviones de combate, cazas y bombarderos, y si bombarderos, por que necesitamos estructurar nuestra política de defensa en la ofensiva. Cuando construiremos nuestro primer portaviones, destructores, cañoneros, con poder de fuego. Seguimos teniendo una armada "guardacostas", conformada por un escuadrón de fragatas, que no se compagina con los más de 500000 km2 de mar continental con ingentes recursos que debemos proteger. Y no es solamente proteger nuestros recursos en una visión localista. Al convertirnos en una potencia económica, evidentemente tendríamos que tener un espacio vital, un área de influencia, política y económica sobre nuestros vecinos América del sur y del Caribe, así como la costa atlántica africana, en la cual necesitaríamos de, al menos, dos o tres flotas para soportar nuestro poderío y los intereses comerciales que establezcamos en esas comarcas. Por ello debemos dejar de ser pigmeos políticos, cuando vivimos en zona de gigantes con botas de siete leguas.

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