Esta semana, el cuerpo legislativo, diputados y senadores de los Estados Unidos, así como el Ejecutivo por medio del Presidente Barack Obama, este último, con su firma el viernes pasado, le han lanzado un nuevo misil al precio del petróleo, el cual consiste en el levantamiento, a través de una Ley, de la prohibición de exportar petróleo, con las excepciones, preexistentes, de exportaciones a Canadá y unos permisos especiales aprobados para algunas empresas. Si ya el precio del petróleo era bajo, 35,57 dólares por barril, para el viernes en la mañana, con este nuevo factor, para el cierre de la bolsa, del mismo viernes, el precio cayó a 34,55 dólares por barril, contribuyendo, así, a la tendencia bajista del precio.
La prohibición tuvo una duración de 40 años y se inició con la promulgación de una Ley en el 1975 como respuesta al embargo petrolero, de productores árabes de petróleo, en contra de los Estados Unidos. Este embargo, en el período 1973-1974, se hizo en represalia por el apoyo que los Estados Unidos dio a Israel en la guerra de este país contra algunos países árabes entre ellos Egipto y Siria.
Una pregunta que debemos respondernos es el porqué los Estados Unidos empezará a exportar petróleo, ante la paradoja que sigue siendo un importador neto de petróleo. La respuesta entra en lo que se ha llamado, como Estrategia Mayor, la “Desintegración Controlada de la Industria Petrolera Mundial”, la cual pasa por la destrucción de la OPEP, el cambio político en Rusia, Irán, Venezuela, etc. Ya lo analizamos, en artículo anterior, con esta Destrucción… los EE.UU. intenta erigirse no solo como el que manda, a nivel mundial, imponiendo nuevas reglas en el mundo petrolero, sino que, también, pretende ser el hegemón político que le daría el “derecho” a cambiar gobiernos, economías, etc., en cualquier parte del mundo. Dentro de esa estrategia, los Estados Unidos financió la producción del Petróleo de Lutitas, no se dice Petróleo de Esquisto, como un Proyecto de Estado para llegar a duplicar su producción, como país, a niveles cercanos a los 10 millones de barriles por día y continuar con la estrategia de la Destrucción… Esta producción de Petróleo de Lutitas ha llegado a límites en el que ya copó la capacidad de refinación, para este tipo de petróleo, casi llena los depósitos de la reserva nacional, etc. En otras palabras, ha satisfecho sus necesidades de petróleo extraliviano y con eso ha dejado de importar ese tipo de petróleo que antes importaba, por ejemplo, de Nigeria. Por eso, la velocidad con la que aprobaron (en el mismo día fue aprobado por diputados senadores y el presidente) las acciones para derogar la medida de prohibición de exportación de petróleo, la cual se incluyó en la Ley de Presupuesto del 2016. De aquí, saco la conclusión de que los Estados Unidos no va a exportar un petróleo que otros países necesitan, sino que por el contrario, un petróleo que, ya, ellos no requieren y que hay que deshacerse de el. En el futuro cercano, empezará la torcedura de brazos para que aliados de los Estados Unidos que se verán obligados a comprar el Petróleo de Lutitas, no se dice Petróleo de Esquisto, lo cual seguirá alterando el mercado petrolero con consecuencias, hacia la baja, del precio del barril.
Sin duda, para Venezuela se visualiza, también, una contínua baja de los precios para lo que queda del 2015 y, si no sucede algo espectacular, seguiremos teniendo precios bajos por los próximos años. De modo que, aquellos que ofrecieron “cambio” y que eliminarían las colas y que llenarían los anaqueles de los supermercados van a tenerse que verse con las expectativas no cumplidas de parte del pueblo que votó por ellos. Con petróleo, hoy, en los 29 dólares y conociendo que los costos de producción están alrededor de los 20 dólares por barril, nos quedaría solo 9 dólares para satisfascer muchas necesidades de la República. Esperemos que Lorenzo Mendoza (4 mil millones de dólares), Juan Carlos Escotet (1,5 mil millones de dólares) y Gustavo Cisneros (4,4 mil millones de dólares), entre otros, pongan sus fortunas a disposición del gobierno para contribuir a satisfacer las necesidades de ese pueblo que ellos quieren tanto. Si Luis.
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