Todos los gobiernos han sentido temor para decretar un aumento al precio de la gasolina y en verdad ese temor tiene su fundamento, especialmente si recordamos el Caracazo. Una de las chispas de dicho estallido social, fue precisamente el aumento del precio de la gasolina. Es evidente que la expectativa de una acción como ésta produzca una reacción similar, porque la población supone que su situación económica va a empeorar. Sin embargo, si se logra, a cambio, mejorar notoriamente la calidad de vida del pueblo venezolano, la respuesta sería un aplauso general, y esto se puede lograr!
En efecto, el razonamiento es el siguiente: Si eliminamos el subsidio nacional a la gasolina vendiéndola al precio de un dólar por litro (que es menos del promedio internacional), se generarían ingresos al estado venezolano por el orden de Bs 2000 millones diarios (suponiendo una tasa de Bs.20 por Dólar). Con estos ingresos se podría pagar el transporte urbano de excelente calidad, para 20 millones de venezolanos (que aproximadamente son los que se movilizan diariamente) en todas las ciudades del país y nos sobrarían todavía unos Bs 1000 millones diarios que permitirían además subsidiar con creces el transporte de carga a nivel nacional . Esta medida, lejos de producir un aumento en el costo de los productos, o una inflación generalizada, estaría encaminada en la dirección del verdadero socialismo, ya que el subsidio real llegaría directamente al usuario y no a la gasolina. Sería en verdad un ejemplo a seguir en muchos países que disponen de este recurso natural no renovable. Es cuestión de hacer bien las cuentas, que por lo demás son muy sencillas e interesantes.
Por otra parte, esta medida terminaría definitivamente con el contrabando de extracción de nuestra gasolina que tantos problemas y dolores de cabeza nos causa. Además, como este subsidio es directo al usuario y no al producto, no debe existir el temor de que se cause algún daño, puesto que este tipo de beneficio no es "derrochable", como podría ser en otros casos, ya que nadie se desplaza más de lo necesario para ir de un sitio a otro por el solo hecho de que el pasaje sea gratuito. Por otra parte, el despilfarro a nivel nacional de la gasolina se vería disminuido, por razones obvias.
Ahora bien, como el pueblo está cansado de tantas promesas incumplidas, y ya no es tan crédulo, es necesario, primero que todo, brindársele el servicio de transporte gratuito y posteriormente, sí se podría eliminar el subsidio de la gasolina. Es urgente sincerar el precio de la gasolina, pero insistimos que es imprescindible y posible, antes que todo, suministrar un servicio de transporte público urbano de excelente calidad. Se requiere voluntad política y pronta decisión! No podemos continuar "sufriendo" un transporte público tan deficiente, costoso y obsoleto, que obedece a intereses muy particulares y perjudica a la mayoría de la población.
Sería además muy conveniente para este fin, crear una Gran Empresa de Transporte Nacional Socialista, muy bien administrada, coordinada y controlada, con sus respectivas estaciones terminales, talleres de mantenimiento, servicios y adiestramiento, con sedes en todas las ciudades del país, donde dicho sea de paso, existe el personal suficiente y necesario para satisfacer las necesidades de la empresa y generar los controles adecuados para su perfecto funcionamiento. O sea una empresa verdaderamente socialista, que pueda además servir de modelo para crear nuevas empresas socialistas en otras aéreas de la economía nacional.
En la actualidad, contamos en algunas ciudades, con incipientes sistemas de transporte urbano, que cuentan con algunas unidades nuevas, que se deberían incorporar para formar parte de esa Gran Empresa de Transporte Nacional Socialista y que podrían aportar su experiencia con el fin de optimizar la calidad y eficiencia del servicio que prestan y de las mejoras que deben hacerse.
Está por demás resaltar las bondades de esta medida en el incremento de la generación de empleo digno, la organización del tránsito automotor en todas las ciudades, su des congestionamiento y la disminución de la contaminación ambiental.
Encuentro que es la mejor manera de resolver, conjuntamente, el problema del precio de la gasolina y del transporte urbano y además, dentro del modelo socialista. Si alguien piensa que el razonamiento anterior es una locura, o no es viable, lo invito a una discusión de altura por el bien de la sociedad venezolana, proponiendo otra alternativa y que se abra el debate antes de tomar una decisión apresurada.
