Desmontando las megamentiras del artículo: “Lo que viene no es feo, es dramático”

La guerra de cuarta generación a la que estamos sometidos los venezolanos, tiene entre sus principales armas, la desinformación. Ésta tiene como objetivo atacar la confianza del venezolano en el gobierno, y en general, en las instituciones democráticas. La desinformación se materializa a través de medias verdades y mentiras. Las medias verdades se caracterizan por tomar elementos reales y exagerarlos o subestimarlos para que el destinatario del mensaje llegue a una conclusión errada. La mentira es un invento sin asidero real pero que es necesario que parezca creíble, pues de lo contrario entra en el campo de la fantasía.

En la guerra sicológica, se pueden fusionar las medias verdades con las mentiras, para crear un efecto mayor en las víctimas; vale decir, en los destinatarios del mensaje.

En el artículo publicado en Aporrea el 5 de enero de 2015, intitulado: “Lo que viene no es feo, es dramático”; escrito por un periodista cuyo nombre es Rubén Marcano, de quién uno supone que sabe lo que hace desde el punto de vista comunicacional. Las mentiras son escandalosas y no tengo la más mínima duda que ese periodista es un agente político de la guerra sicológica. Y digo eso porque de lo contrario tendría que concluir que es un mitómano, pero en el contexto político que vivimos estoy seguro que los mitómanos no se dedican a escribir en Aporrea.

Comencemos a desmontar las mentiras:
Cuando en ese artículo se dice: “Desde finales de año, los venezolanos están en vilo. Una nueva devaluación se refleja en el horizonte.
No será para ajustar alguna disparidad puntual de la moneda, sino que tendrá las mismas características de las 8 anteriores desde la implementación del control cambiario en 2003.

Es decir, tiene ribetes de megadevaluación.” Aquí este señor emplea el metamensaje (que es una manera de mentir o de inducir a un razonamiento sesgado). Lo más que puede ocurrir en materia cambiaria es que se busque una unificación cambiaria o un sistema de bandas, lo cual no supone una devaluación y menos una “megadevaluación”. De hecho, ninguno de los economistas opositores habla en los términos de ese señor periodista Rubén Marcano. Esa megadevaluación es una nueva tesis creada por este señor.

Cuando habla del panorama del 2015 y menciona cifras de los ingresos petroleros de PDVSA en los años 2012, 2013 y 2014, el descaro es supino. Cualquier venezolano, medianamente responsable y medianamente inteligente revisaría las cifras en la página oficial de PDVSA y podría constatar las aberrantes mentiras del señor Rubén Marcano, cuando afirma que los ingresos petroleros del 2012 fueron de 93.569 millones de dólares; en el 2013 fueron de 64.396 millones de dólares y en el 2014 fueron de 58.520 millones de dólares.

Siendo la verdad que en el 2012, los ingresos petroleros de PDVSA fueron de 124.459 millones de dólares; en el 2013 los ingresos petroleros fueron de 131.979 millones de dólares y los ingresos petroleros de PDVSA en el 2014 todavía se están consolidando en la empresa; razón por la cual no se han publicado. Pero el megamentiroso ya los tiene.

Es importante destacar que los ingresos de PDVSA se dividen en ingresos petroleros y sus derivados, e ingresos financieros, lo que significa que los ingresos han sido superiores a los que acabo de expresar. Las cifras a las que hago referencia las pueden ver en los informes financieros que publica PDVSA en su página web ¿Acaso el megamentiroso difundió la fuente de sus cifras? Imposible, porque las inventó. Así hizo con TODAS las cifras que menciona en su megamentira.

En cuanto al panorama sombrío que describe cuando dice: “QUÉ NOS ESPERA”; por supuesto, si creemos en toda la farsa que escribió antes de llegar a ese punto, la conclusión lógica es que las cosas terminen como el megamentiroso las plantea.

Pero lo cierto es que en algunos momentos de la revolución, estuvimos en peores condiciones económicas y hemos salido adelante sin sacrificar nuestros logros sociales. Durante el paro petrolero del 2002-2003, la producción de petróleo en nuestro país llegó casi a cero y no dejamos de pagar deudas, ni de importar insumos necesarios, y mucho menos permitimos que se afectaran las misiones sociales.

En el año 2009 hubo una crisis en los precios del petróleo y nuestro barril llegó a cotizarse en el mercado a 26 dólares. A pesar de eso no caímos en default, ni dejamos de atender las necesidades sociales.

Ese “periodista” no tiene memoria. Aunque ahora creo que no es periodista ni se llama Rubén Marcano; en realidad es Adriana Azzi, que como no ha pegado una sola de sus predicciones astrológicas respecto a la política en Venezuela, se fue por esta vía a ver si alguien le cree, a parte de los oposicionistas.


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Juan Carlos Valdez


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