El zuliano Néstor Luis Pérez, primero en los lineamientos de la Ley del Impuesto sobre la Renta y luego en la Ley de Minas e Hidrocarburos, sancionadas por el Congreso Nacional y firmado el ejecútese por el Presidente de la República, General Isaías Medina Angarita en 1942 y 1943, respectivamente, fue Ministro de Fomento en 1936 en sustitución de Manuel R. Egaña, quien había ocupado la cartera interinamente tras el repentino fallecimiento de Alberto Adriani. Es reconocido como una de las más destacadas figuras latinoamericanas en el campo de la jurisprudencia, reconociéndosele, a la vez, sus incuestionables y valiosos aportes en la creación de leyes que contribuyeron a la modernidad del país con la creación de instituciones necesarias para el eventual desarrollo industrial del país.
Néstor Luis Pérez Luzardo, nació en Maracaibo, el 15 de diciembre de 1882, y falleció en Caracas el 4 de febrero de 1949 a la edad de 70 años Bajo su dirección la economía venezolana dio el primer paso hacia la modernidad, con la creación de leyes, organismos e instituciones, necesarios para el desarrollo industrial del país. Se le reconoce, a la vez, el haber sido el primer ministro venezolano que tuvo un enfoque nacional de la industria petrolera. Con la aprobación de las leyes petroleras (Ley del Impuesto sobre la Renta y Ley de Minas e Hidrocarburos) que presentó al parlamento en 1938 y aprobadas en 1942 y 1943 respectivamente, se le daba término legal a la Política de Concesiones a compañías extranjeras, se autorizó al gobierno a intervenir en cualquier fase del negocio petrolero y se lograron por primera vez importantes ventajas para la tesorería nacional. Esas ideas, pioneras en el acontecer de la jurisprudencia petrolera del país, no podían ser del agrado de los prohombres de las transnacionales aceiteras. Las conjuras y las conspiraciones palaciegas y cuarteleras no se hicieron esperar; el presidente Medina Angarita supo capear las primeras arremetidas hasta caer definitivamente por la asonada adeco cuartelaría del 18 de octubre de 1945.
Conozcamos un poco mejor a este insigne venezolano. Su padre, el general Eduardo Pérez Fabelo, fue interventor de la Aduana de Maracaibo y senador de la república, además de candidato a la presidencia del Estado Zulia; estaba casado con Adela Luzardo Esteva, sobrina del Dr. Joaquín Esteva Parra, fundador de la Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia.
Estudió bachillerato en Maracaibo e inició la carrera de leyes en la Universidad del Zulia, la cual fue cerrada durante el gobierno de Cipriano Castro en 1904, en vista de lo cual se trasladó a Caracas, donde continuó sus estudios en la Universidad Central de Venezuela; tres años después obtuvo el título de Doctor en Leyes.
Regresó a Maracaibo con su título de abogado en la mano y un brillante expediente estudiantil. Se hizo el más fiel amigo de Eduardo López Bustamante, ilustre político marabino, quien luego fue su cuñado y director del diario opositor El Fonógrafo. A partir de sus nexos con este reconocido político zuliano, comenzó la vida política de Néstor Luis Pérez y lo que sería también un largo camino de persecuciones, encarcelamientos y destierro.
Los hombres no llegan a los cargos de importancia, como ciertos monarcas, por voluntad divina. Los biógrafos de Néstor Luis Pérez afirman que, ya en 1909, cuando aun no contaba con 27 años de edad, fue elegido presidente del Concejo Municipal de Maracaibo. Enfrentamientos con el gobierno de Gómez, que no reconocía y prohibía las decisiones del Concejo violando la autonomía de la municipalidad, lo obligaron a renunciar. Un año después regresó al Cabildo como vicepresidente. El escritor zuliano Atenógenes Olivares (hijo) narra los hechos en su libro "Siluetas ilustres del Zulia": En cuanto el ejecutivo regional atropella la autonomía del ayuntamiento con el objeto de hacer una inspección en los libros de contabilidad, el cuerpo edilicio protesta por el abuso. El Dr. Néstor Luis Pérez amenaza al ejecutivo con hacer valer uno de los recursos que le confiere la ley, en garantía de sus fueros autonómicos, y el gobernador del Zulia Gumersindo Méndez consigue del dictador Juan Vicente Gómez que sean reducidos a prisión los dignos concejales, quienes fueron encerrados en el Castillo de San Carlos.
Al salir de prisión de San Carlos estuvo sometido al acoso diario del gobierno local que le vigilaba y perseguía como a un criminal. En 1913 es acusado de conspirar contra el gobierno de Gómez y es llevado de nuevo a prisión. Esta vez se le recluye en La Rotunda, por entonces una cárcel llena de presos políticos enfermos, desnutridos y maltratados. Allí paso nueve años, con grillete y perno en los pies, viviendo condiciones infrahumanas.
Casado en 1921 a la edad de 31 años, salió al exilio en 1924, a causa de la persecución política del dictador Juan Vicente Gómez, para regresar 12 años después a la muerte de éste. Se dedicó de inmediato al servicio público y a la docencia.
Sus años de destierro transcurrieron entre EE.UU y Puerto, en permanente lucha contra la dictadura y su fortalecimiento como jurista.
Como mencionamos arriba, fue designado Ministro de Fomento en 1936 por el Presidente E. López Contreras. En el discurso que pronuncio al tomar posesión del cargo, dijo: aquí son muchas las cosas urgentes que hay que hacer, entre otras... organizar el negociado del petróleo para permitir la riqueza nacional, que es la industrialización del país Y de inmediato puso en práctica la política de no otorgar nuevas concesiones a los consorcios internacionales del petróleo que venían operando en Venezuela desde prácticamente 1909, tomando medidas como las señaladas en el párrafo segundo de este escrito.
Fue el primer Ministro que se enfrentó resueltamente a las todopoderosas empresas petroleras inglesas y norteamericanas.
[1] T2esorero de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia
Economista
