Democratizar el ingreso petrolero con una visión holística del vivir

La crisis del modelo capitalista, en los países desarrollados, enfatizada desde el 2008. Tiene para las franjas mayoritarias que son los trabajadores, un nuevo contenido. Ya que la fuerza laboral, como eje fundamental del modelo capitalista, agrega unos elementos nuevos. Especialmente, cuando la explotación de la mano de obra con la producción de plusvalía, se ha desmarcado como eje fundamental de la operatividad del mercado. En su papel de elaboradores de mercancía y a su vez con los salarios demandantes de la misma. La ecuación que establecía Karl Marx (Dinero-Mercancía-Dinero) era realizada por las franjas laborales del Mundo. Hoy, cada día, se desdibuja esta fórmula económica. Para dar paso a la hegemonía del capital financiero, donde como un gran río que arrasa y cubre toda la actividad económica, sus afluentes fundamentales provienen cada vez más, de los negocios de la guerra, droga, trata de blancas, juegos de azar y maquilas. Donde los seres humanos, que allí laboran, son menos que esclavos en sus sobrevivencias. Todo esto, reseñado en líneas anteriores generan unos nuevos retos para el Planeta  y en especial para las mayorías trabajadoras. Y en este caso particular para Venezuela, donde la renta petrolera, nos hace tener condiciones especiales. Con la propuesta del Cmdte Hugo Chávez y el hacer del actual Presidente Nicolas Maduro, sobre el Poder Popular, es muy importante revisar algunos aspectos que nos puedan dar luces, para iniciar un debate bajo la forma operativa de la búsqueda de respuesta: Reflexion-Accion-Reflexion. En este sentido tomando la línea de nuestro Libertador Simón Bolívar en su conceptualización del buen gobierno “…donde la mayor suma de felicidad posible para el pueblo” estas ideas que vamos a exponer provienen de algunos autores:

 Las percepciones afectan las conductas y el equilibrio de los mercados (Joseph E. Stiglitz)

Con la aseveración del premio nobel Stiglitz, es muy importante revisar como es el modelo deseable del vivir de la sociedad venezolana, que está enmarcado en el sueño americano, siempre más de lo necesario. Donde los medios de comunicación, como lo refería el Presidente Maduro el 15-01-2014 en la Asamblea Nacional Han moldeado una actitud vivencial particularmente entre la juventud: donde el aquí y ahora; hay que tener dinero sin importar el medio para conseguirlo y eso es la posibilidad de la realización personal. Desde allí, se alimenta un mercado que ofrece aparatos terminados de tecnología de punta, como celulares y televisores. Donde su uso, normalmente es para ratificar a través de las redes sociales y programaciones televisivas estos valores consumistas. Todo esto lo denominamos “el mal vivir ” , ya que las necesidades falsas que  allí se promuevennormalmente al saciarlas lo que causan es malestar o simplemente banalidad en sus usos: Competencia por belleza, ropa de marca, acceso a comida fuera de casa y autos particulares entre otros. Todo ello, negando el papel del trabajo, ya que la hegemonía del consumir, engulle todo lo que representa la honestidad cotidiana y ética de realizar un trabajo para nuestro vivir y el resto de la comunidad.

            Frente al esbozo de este drama societario, donde lo dramático reside en que las pequeñas franjas juveniles que arriban a saciarse de estos productos (chucherías del capital), normalmente le pierden el sentido a la vida, para caer en el consumo de drogas. E inclusive el modo esquizoide que los lleva a afiliarse en pandilla para lograr una identidad. Y otros, afortunadamente minoría en forma individual se legitiman como enviados y usan sus armas para aniquilar colegiales y maestros. Sin agrandar estos dramas, es necesario revisar los planteamientos del Buen Vivir que enarbolan algunas etnias indígenas sureñas y que retomaba el Cmdte Chavez con alusiones al maestro del Libertador, Simon Rodriguez. Quien hacia énfasis en el trabajo en relación directa con la educación. Ya que la tendencia del producir y luego consumir, se intenta invertir, para hacer hegemónico el consumismo. Donde el mercado presiona para ello, obviando cada vez más el trabajo orgánico y la dignificación humana inherente a este. De allí que nos atrevemos a ratificar que la democratización del ingreso petrolero, tiene que ser monitoreada por la familia venezolana de lo holístico de su uso para su bienestar. Donde el Buen Vivir esta radicado especialmente, en varios aspectos como: afecto, salud y trabajo. Si un ser humano tiene sus capacidades de laborar y de allí establecer relaciones afectivas sólidas, tanto en su entorno de trabajo, familiar y comunitario. Los problemas normales del vivir, seguramente serán encarados con mayor fortaleza. Todas las investigaciones de política de gestión empresarial desde un enfoque holístico, así lo ratifican. De manera que la democratización financiera debe ir de la mano con la democratización educativa hacia la producción necesaria.                                                                                                                                                  

En la nación venezolana, la masas trabajadoras, mueven todo los ingresos que tiene la nación, como mano activa laboral, desde su trabajo formal e informal.  Sin embargo estamos en deuda con ellos.  En el sentido que las políticas sociales como el ahorro habitacional, se aplican tímidamente en relación a las franjas más depauperadas que las llamaba Marx: lumpen proletarios, como es la Misión Vivienda, sin entrar a discutir en el ahora, ese tema.  Tenemos la responsabilidad de mirar la cotidianidad de los que realizan el vivir de la patria.  Ya que ellos, serán los que en forma efectiva empujaran a estos hermanos más allá de su condición de lumpen.  Recordando la consigna: Solo el Pueblo salva al pueblo.  Y no se trata solamente de la fuerza laboral fabril, también es los trabajadores intelectuales.            En el país existen mas de diecinueve mil profesores universitarios jubilados y probablemente el triple en educación primaria y secundaria. Sin embargo tenemos  un déficit severo en docentes de física, química, matemática, biología e idiomas, materias centrales para la formación de técnicos y profesionales integrales que realicen los bienes y servicios necesarios de la sociedad.

Para ser estas notas más practicas, vamos a proponer que se haga una gran organización bancaria con los ahorros y movilizaciones financieras de la mayoría trabajadora. Haciendo énfasis en dar créditos para el bienestar holístico de la  familia activos y jubilados(retirados). Donde el Estado a través de su ente Regulador Banco Central de Venezuela conjuntamente con la comunidad organizada en sus distintas modalidades y  grupos académicos, hagan una gran concertación de ideas, donde se mueva una gran política crediticia que inclusive sirva para sus usuarios para actualizar sus saberes laborales desde la dignificación que se vengan tejiendo en la política de Seguridad Social, inicialmente para los trabajadores activos. En la elaboración de un entramado societario. Construyendo y aplicando una política de garantizar un Salario Social, con el cual puedan acceder a los  desarrollos científicos, tecnológicos y educativos, como lo hace fácilmente las franjas medias más cultas:  Comunidades de medicina alternativa, academia de idiomas, de inteligencia emocional, comida sana, siembra de alimentos orgánicos, plantas de agua domesticas entre miles de propuestas de grupos de innovadores de tecnología popular y científica. Donde la visión del Buen Vivir y el planteamiento del Comandante Chávez: “ Toda la Patria, una escuela” Se pueda llevar a cabo una política financiera que ordene la gran liquidez que por ahora ahoga las posibilidades creativas de las comunidades y emprendedores. Es importante revisar la experiencia en países como Finlandia y Ecuador donde las inversiones económicas tienen un plan académico transformador de los problemas cotidianos de esas sociedades, como lo son la delincuencia juvenil auto excluidas de las aulas y de las actividades de desarrollo

Nota: estas ideas es para discutirlas, ampliarlas y debatirlas. Abriendo un gran concierto entre lo financiero y lo académico para la transformación social.



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