Hospital en Cumaná: de “especial” a “comunal y socioproductivo”

Arquitecto Fruto Vivas: “Hospital Comunal de Cumaná es un modelo a seguir de participación popular, Esta es una parte de la obra maestra del legado del Comandante Hugo Chávez cuando creo el Poder Popular, es su obra más grande, es un verdadero modelo de lo que podemos hacer en el manejo de instituciones como esta, estoy consciente de la posibilidad de convertirlo en un hospital productivo, autosustentable, autosuficiente y que sirva a la comunidad”.

Con la convocatoria al consejo presidencial del poder popular de la salud, se abre una nueva oportunidad para discutir el proyecto del Hospital “Dr. Julio Rodríguez” de la ciudad de Cumaná, estado Sucre. Desde que fuera convocada por el presidente Hugo Chávez la discusión del Plan de la Patria en el año 2012, los trabajadores de la salud y las comunidades organizadas hemos venido bregando en su concreción. Hemos realzado múltiples actividades, asambleas, gestiones, militancia práctica para ir abriendo lentamente puertas para que esta propuesta sea escuchada y abrir un diálogo entre el poder constituyente y el constituido. Entendemos que el proceso de elección de las vocerías del poder popular, su interacción con las autoridades de salud y el presidente Nicolás Maduro será una oportunidad lógica para su aprobación. Estamos convencidos que éste es el camino para transitar a un nuevo sistema salud porque “creemos en los poderes creadores del pueblo” y de que “o inventamos o erramos”.

El Sanatorio Antituberculoso de Oriente (SAO) lleva por nombre el de su primer director y apasionado impulsor el Dr. Julio Rodríguez. El SAO fue uno de los tantos hospitales llamados “especiales” que se construyeron en varias ciudades del país en el período de modernización del estado que inicio con el general López Contreras a la de Pérez Jiménez (1931-1954), período de expansión capitalista por el impulso petrolero. Durante este período se crea el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) en el año 1936 junto al Ministerio de Obras Publicas (MOP), que entre otros crearon los hospitales “especiales” los cuales eran “exclusivamente destinados a enfermos mentales, tuberculosos o leprosos”. Su aislamiento por “peligrosos, contagiosos”, requería “lugares para métodos terapéuticos especiales, lugares para morir o para sanación, restauración de la salud mediante el aislamiento del paciente y de la ciudad”. Así surgieron en Latinoamérica y el mundo las colonias, sanatorios, leprosarios ante la alta mortalidad que producían estas afecciones y la necesidad de aislar estos pacientes de la comunidad y sacarlos fuera de la ciudad. Lo que por Foucault denomina “un lugar sin lugar”. El avance de la ciencia con la forja de médicos como José Ignacio Baldo, Julio Rodríguez, Jacinto Convit y cambios de criterios y condiciones socioeconómicas, hicieron que estas instituciones se fueran vaciando. Los “enajenados” adquirían derechos ciudadanos y volvían a sus familias y comunidad, y los leprosos y tuberculosos con nuevos tratamientos supervisados ahora no requieren hospitalizaciones. Ahora es necesario repensar éstas instituciones que tanto aporte dieron en otro momento, y el estado y el poder popular encontrar un “nuevo lugar”, un lugar para la salud de la comunidad.

El Hospital “Dr. Julio Rodríguez” ha pasado por varias etapas. Inaugurado en los años 50, tuvo su apogeo 1952 con capacidad de 280 camas, seis salas de Hospitalización, dos de hombres, dos de mujeres, una para niños y otra para Cirugía. Tenía sala de Anatomía Patológica, laboratorio, pabellón para broncoscopias; equipo completo de Rayos X, que comprendía un aparato para radioscopia en cada sala de hospitalización; un aparato de radiografía central, y un tomógrafo. En 1952 se hicieron dos mil intervenciones que cubren toda la gama de la terapéutica quirúrgica de la tuberculosis y de las neumopatías no TBC y los primeros cateterismos cardíacos y las primeras aortografías, cardio-angiografías que se practicaban en el Oriente. Por su ubicación geográfica fuera del casco céntrico, contaba con 57 hectáreas a la vera del río donde aptos para producir los alimentos para los internados y trabajadores, contaba con una sastrería, taller mecánico y carpintería que permitía su autogestión. En los años 90 con la descentralización pasaría ser Hospital de Veteranos para los trabajadores de la gobernación y en el año 2006 el presidente Hugo Chávez Frías inaugura en una ala del hospital el primer Centro de Alta Tecnología(CAT) del país, con su Centro Diagnostico Integral(CDI), rehabilitación Integral, Misión milagro, óptica popular. Caso único en el país de convivencia en un mismo espacio físico de barrio adentro y el hospital tradicional. Con el tiempo también se crearía un servicio de excelencia: la Unidad de Diabetes, Centro de atención a deportistas de alto rendimiento, el Centro Regional de Estudio de Enfermedades Respiratorias (CREER) y la Farmacia de medicamentos de alto costo. Una especie de re ocupación no planificada de los 10.000 metros cuadrados de construcción. Actualmente cuenta con 60 camas operativas con 47% e ocupación, que clama de un plan estratégico y salir de la condena de ser hospital “especial” con un exiguo presupuesto y así dejar de ser “un lugar sin lugar”.

El Plan de Salud 2013- 2019 contempla las Aéreas de Salud Integral Comunitarias (ASIC) como unidades de gestión popular de un territorio que incluye varios ambulatorios, consultorios populares, CDI y bases de misiones. En Cumaná hay cuatro ASIC, una de ellas el ASIC Julio Rodríguez donde el Hospital y Barrio Adentro, en convivencia, deben ser los ejes integradores. El proyecto de transformación en hospital comunal y socioproductivo propone una orientación hacia la promoción, prevención, atención integral y rehabilitación fortaleciendo los servicios actuales y desarrollar nuevos servicios como de sala de partos y pospartos: un materno infantil acorde a la demanda del ASIC. El carácter de socioproductivo se ha avanzado en la creación de una empresa de producción social (EPS) de siembra y patio productivos agrosaludables, para producir alimentos y plantas medicinales en los terrenos del hospital y los patios y terrenos disponibles del ASIC. Asimismo está previsto convertir la sastrería del hospital en industrial e incorporar costureras populares en red, recuperar los galpones abandonados para carpintería y taller mecánico y hacer una biblioteca popular. Avanzamos en recuperar un espacio para la sala situacional donde quede plasmada la historia, el presente, y sobretodo el hospital que soñamos. Hemos realizado una constituyente de salud, funciona un colectivo de dirección que expresa la participación de todos los sectores del hospital y el poder popular. Con el equipo del arquitecto Fruto Vivas hemos realizado diseño participativo para en colectivo pensar el nuevo hospital. Hemos sacado un número del periódico “el Veterano” y conseguido financiamiento para un documental para la memoria histórica de Hospital. Se realiza trabajo voluntario para resolver situaciones puntuales en la institución. Todo esto sin haber recibido aún los recursos gestionados por los consejos comunales y la EPS. La sensación que tenemos es que hay un modelo de hospital que se ha agotado y uno nuevo que aún está por nacer. Somos optimistas que los genuinos representantes del poder popular del ASIC Julio Rodríguez junto a los ASIC del municipio Sucre sepan enarbolar la bandera del proyecto, que entendemos es un modesto modelo a compartir y lograr un “justo lugar” en el consejo presidencial del poder popular de la salud.

rodolfocarballo@hotmail.com
Médico del colectivo de dirección


Esta nota ha sido leída aproximadamente 8446 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter