El organismo de integración “CECOSESOLA” está haciendo un llamamiento público para discutir sobre algo grave que no se ha debatido lo suficiente o dado la debida importancia, y es la carga impositiva que ahora deberán pagar al Estado las cooperativas, asociaciones civiles y demás entidades de la Economía Social, que elimina las ventajas competitivas que tenían estas organizaciones frente a las compañías anónimas mercantiles. Sin dudas existen compañías mercantiles que se disfrazan de cooperativas para obtener ventajas impositivas o ser instrumentos de tercerización laboral, pero castigar a todas por las desviaciones de algunas, es como buscar eliminar el cáncer matando al enfermo.
Una genuina organización cooperativa transciende el aspecto meramente económico y comporta una función moral, al eliminar la distinción entre capital y trabajo, en la búsqueda de la transformación individual y colectiva desde la praxis diaria en el proceso social de trabajo, algo que en la práctica ha logrado CECOSESOLA, con su sistema democrático asambleario de participación diaria, la eliminación de los cargos directivos o jerárquicos, la eliminación de los trabajadores subordinados por la inclusión de todos los trabajadores como asociados, la repartición de los anticipos de forma igualitaria, las prestación de servicios y venta de bienes a precios solidarios en sectores populares, con una vocación de educación comunitaria en eventos culturales y académicos, todo ello producto de una experiencia social cercana a medio siglo de historia, siendo referencia del cooperativismo venezolano en el mundo.
Eliminar las ventajas impositivas de estas genuinas cooperativas que tienen que mantener además de las exigencias inherentes a todo proceso económico, el peso de un objetivo moral de transformación social, es hacerlas inviables frente a las empresas capitalistas que fomentan la división capital-trabajo, jerarquía y explotación de los trabajadores, y por tanto se concentran exclusivamente en lograr el mayor lucro posible explotando el hombre por el hombre. Si realmente se quiere construir el socialismo, se debe apoyar estas formas genuinas de socialismo de base, que procuran repensar las relaciones humanas, sociales y económicas desde una perspectiva moral, y no ahogarlas con cargas adicionales que las que ya tienen, que en la dura competencia del libre mercado es algo que se paga caro. Ayudemos a estas organizaciones que su verdadera razón de ser, es la real construcción del socialismo desde la praxis cotidiana, desde el ejemplo de vida.
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