La colectivización de las Unidades de Producción, públicas y privadas, genera nuevas relaciones de producción que se traducen en nuevas estructuras organizativas, nuevas relaciones de trabajo, nuevas formas de gestión y nuevas normas y procedimientos organizacionales. Esta novedad organizacional no puede consistir únicamente en nombrar, parte del colectivo, los nuevos burócratas y luego funcionar bajo los principios gerenciales capitalistas, basados en la explotación del trabajador, la acumulación del capital, público o privado, el ejercicio vertical del poder, la clasificación y especialización del trabajo.
La negociación de los cargos no hace la gestión colectiva, socialista; esta la hace la participación colectiva de los factores de la producción, a través de la autogestión colectiva, continua y permanente de todos los trabajadores e inversionistas; la gestión socialista traduce el ejercicio colectivo del poder popular sobre los medios de producción.
Pero ¿qué es el ejercicio del poder colectivo, el socialismo, sobre los medios de producción? es el restablecimiento reivindicativo de las condiciones justas de trabajo, la participación igualitaria en la toma las decisiones de la unidad de producción y de su implementación. Puesto que en la producción socialista no hay quien manda y quien obedece, quien planifica y quien ejecuta, quien piensa y quien trabaja. Todos lo hacen todo, por eso las estructuras organizativas requieren, en grado sumo, organización, disciplina, responsabilidad, solidaridad y cooperación, entre lo más importantes.
La gestión socialista hay que crearla a partir de la realidad de la producción, a través de un proceso colectivo, continuo y permanente de investigación, experimentación, aprendizaje y sistematización, para crear las nuevas estructuras y las nuevas normas y procedimientos. La gestión socialista no está hecha, hay que crearla y solo lo puede hacer la Clase Trabajadora.
***Dr.
Comisionado UBTJR
Barquisimeto edo. Lara
gparotto@gmail.com
