Un mes llevan los trabajadores de esta importante empresa básica de Ciudad Guayana sin cobrar un centavo de su salario; prácticamente se encuentra con un cierre técnico bajo sus espaldas; y con una empresa en la indigencia; sin que nadie de la cara, sin que nadie se responsabilice por nada, sin que nadie tome una decisión; con un presidente desaparecido, ni el clan que se trajo de la Guaira, su lugar de origen, para que lo acompañara en su gestión afloja datos sobre el paradero de Juan José Méndez; un turista que no conocía estos lares y por aquellos golpes de suerte; algún capitoste de esos que nunca faltan, toco algunas puertas y logro que lo nombraran presidente de una empresa tan importante como esta, como al que escogen para dirigir a una pulpería, sin más experiencia que la obtenida en una pasantía que hizo en la gobernación del estado Miranda siendo Diosdado Cabello Gobernador.
Cuatro años tiene este transeúnte frente a la empresa y lo que observamos por todos lados es a una empresa sumida en el caos y la desesperanza, con un tren de incondicionales, que no saben ni papa de cómo se maneja una factoría de esta naturaleza y que solo vinieron a clavarle el diente a cualquier mango bajito para su beneficio personal; unida todo esto a una administración repudiada y rechazada por todos los trabajadores; con un enfrentamiento contumaz contra el movimiento sindical y de trabajadores honestos que luchan a brazo partido por rescatar del marasmo en que su empresa se encuentra sumida; dentro de esta tónica se encuentra el movimiento Integración Bicentenario de Trabajadores de Carbonorca 200; que luchan a brazo partido para que esta empresa no desaparezca. .
Juan José Méndez está jugando al fracaso de la empresa; ya tiene en puertas un cierre. Ochocientos trabajadores reclaman desde hace un mes su salario; la empresa se quedo sin insumos, sin implementos se seguridad. Estamos escasamente a 95 días de las elecciones; uno de los procesos más difíciles, donde está en juego el destino del país; con actitudes como esta, le estamos brindando en bandeja de plata los votos de unos trabajadores, que sienten como se les está cerrando su lugar de trabajo. El ministro Menéndez vino por aquí la semana pasada, solicito su presencia y nada que apareció. El gobierno central tiene la palabra. Alguien tiene que responsabilizarse de este debacle.
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