Profesora Asalia Venegas: Política bolivariana masificó el ingreso del pueblo a las universidades

Profesora y periodista Asalia Venegas

Profesora y periodista Asalia Venegas

Caracas, mayo 20 - En los últimos 16 años se han abierto tantas oportunidades gratuitas de estudio en Venezuela que la educación universitaria dejó de ser un negocio. A partir de 1999 se plantea en el país una nueva concepción del Estado enfocada en políticas públicas en áreas como economía, salud y educación -para ese entonces en vías de privatización- y es esa reconstrucción del Estado lo que evitará, como ocurrió durante la década de los años 80, la proliferación de universidades privadas y el estancamiento de universidades públicas.

Para hacer un análisis sobre los logros que en materia universitaria ha alcanzado el país, Asalia Venegas, profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), realiza un recorrido por los últimos 30 años en los que Venezuela pasó de un modelo neoliberal, influenciado por las corrientes del neoliberalismo en el mundo, específicamente por los regímenes de Ronald Reagan, en Estados Unidos, y Margaret Thatcher, en Inglaterra, a un modelo inclusivo interesado en llegar a las grandes mayorías.

En entrevista con el equipo de la Agencia Venezolana de Noticias, Venegas comentó que en el caso de los países de América Latina se dio un proceso de mímesis de las corrientes neoliberales y, en Venezuela, los gobiernos de turno ejecutaron una política pública que se corresponde en materia educativa con esos lineamientos que lograron una mínima actuación del Estado en la esfera pública para abrir las compuertas a los grandes grupos privados; por eso, son algunos sectores de la burguesía y el Opus Dei los que van a influir en la creación de las universidades privadas.

La profesora Venegas explica que fue necesario reconstruir lo que existía y rememoró que para ello se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, que se aprobó por las mayorías y llevó a la promulgación de la nueva Constitución Nacional.

Nace así un nuevo Estado de derecho y de justicia basado en un modelo democrático, participativo y protagónico. Si bien desde la época del presiente Antonio Guzmán Blanco (1870-1877) el Estado venezolano se compromete a ofrecer una educación gratuita a los niños y jóvenes, en los años siguientes y más drásticamente durante la dictadura de Juan Vicente Gómez el sistema se debilita y se sientan las bases de la educación privada que se consolida en la Cuarta República, periodo de 40 años (1958-1998) que en su última década arrecia acciones privatizadoras que resultan en la creación de sólo cinco universidades, en contraste con las 42 creadas por la Revolución Bolivariana en sus primeros 16 años.

Formación para todos

A modo de reflexión, Venegas, egresada de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, donde se desempeñó como directora (en los períodos 1999-2002 y 2002-2005), comentó que tal como lo establece la Constitución, el Estado venezolano debe garantizar la educación pública, gratuita y obligatoria.

Para cumplir con este mandato, la Revolución Bolivariana desde sus inicios en 1999, comienza una serie de transformaciones en el sistema público educativo y crea diversas casas de estudio, algunas especializadas como la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y la Universidad Nacional de la Seguridad (Unes).

Emprende, además, la creación de las misiones educativas Robinson (Alfabetización y educación primaria) Ribas (Educación Media) y Sucre (Educación universitaria) que amplían las oportunidades de estudio y llevan las posibilidades de formación a todos los rincones del territorio nacional, razón por la que en 92% de los municipios venezolanos hay presencia de al menos una institución universitaria.

Para Venegas esto fue fundamental en el proceso de disminución de los bachilleres sin cupos, que antes de 1999, producto del impulso de la privatización, alcanzó la cifra de más de 500.000 jóvenes. Este panorama, dijo, está relacionado con la poca disponibilidad de plazas ofrecidas por las universidades denominadas autónomas y experimentales que llegaron a reservarse el 100% del ingreso. Posteriormente, las universidades entregaron al Estado 30% de los cupos y actualmente continúan reservándose el 70% que son otorgados a través de las pruebas internas, también creadas durante la cuarta República.

"Si es el Estado el que coordina, supervisa y controla en ese caso la educación, refrendado en nuestra Constitución y refrendado por la Ley Orgánica de Educación, y la universidades públicas son financiadas por el Estado venezolano y todo el presupuesto es el Estado el que las costea, más sin embargo, en la cuarta República, las universidades establecieron un cupo para el Estado", puntualizó.

En este sentido, aseveró que el Estado en ese contexto amplio, desde el punto de vista filosófico, teórico y jurídico es el que maneja todo lo que tiene que ver con la educación, sea pública o privada, y es por esa razón que se le permitió a algunos grupos crear universidades de gestión privada. No obstante, el Estado está en la obligación de supervisar su funcionamiento.

Ingreso más justo

Como parte de esa política de democratización, la también articulista del diario Últimas Noticias desde 2006, expuso lo que se ha hecho, en estos últimos 16 años, para pasar de una matrícula de 700.000 estudiantes antes de 1999 a más de 2.7 millones en la actualidad, lo que ubica a Venezuela como el quinto país en el mundo y el segundo en América Latina con la mayor matrícula universitaria, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

"Los años que preceden el ascenso del presidente Chávez al poder teníamos un porcentaje bastante grande de estudiantes que se quedaban sin poder ingresar a las universidades, que era lo que se llamaban los bachilleres sin cupo y ese contingente de estudiantes que no podía ingresar al sistema universitario era el que era captado, en la medida que esos padres podían costear los estudios de sus hijos, por las universidades privadas", expuso.

Venegas sostuvo que era tanto lo que había avanzado la educación privada en el país que estadísticamente se comprobó que 80% de los estudiantes que ingresaba a las universidades autónomas provenía de colegios privados y 20% de instituciones públicas.

"En el caso de las universidades denominadas autónomas hay una serie de líneas con el sistema de cupos para el ingreso. Frente a este gran muro de contención el Estado venezolano crea la Misión Sucre porque tiene que, de nuevo, ser coherente con su discurso inclusivo porque sí, hay personas que se graduaron de bachilleres pero cómo van a ingresar a las universidades si no tienen cupo", agregó.

La profesora recalcó que esa política de municipalización y territorialización de la educación, planteada por la Misión Sucre, es considerada en la actualidad mediante el Sistema Nacional de Ingreso Universitario 2015, plataforma creada por el Estado venezolano para democratizar el ingreso a las casas de estudio del país.

El nuevo sistema, que incluye variables, como el índice académico (50%), indicador socioeconómico (30%), territorialización (15%) y participación en procesos de ingreso anteriores y en actividades extracurriculares (5%), garantiza entonces, por primera vez, el ingreso masivo a las universidades del país, puesto que anteriormente el sistema solamente tomaba en consideración el promedio, sin darle valor a las condiciones en las que se desarrolla el estudiante.

La exclusión del sistema educativo universitario fue tal que en la década de los 90, el 46% de la educación universitaria en Venezuela era de gestión privada, mientras que 16 años después solamente 20% es privada y el resto es completamente pública y gratuita.

"El crecimiento de la matrícula es vital porque si el Estado no abre la matrícula, el ingreso al sistema universitario estuviera cerrado. También hay un proceso de politización y eso nos diferencia de las políticas neoliberales. Una de las premisas del neoliberalismo es el asunto de la individualidad: mi meta es estudiar, graduarme y me importa muy poco lo que ocurra a mi alrededor; en la política bolivariana es inclusiva, plantea lo que es la democracia participativa y protagónica", concluyó.


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