21.03.11.- “Sí, creo que es una tarea grande, pero hay que hacerla identificando qué tenemos entre manos en nuestras instituciones y qué es lo que podemos hacer realmente, porque sino caemos en el pragmatismo de hacer por hacer y por decir que estamos realizando muchas cosas por la transformación universitaria, pero que no van hacia la misma dirección (…) esto si es importante debatir”.
Así lo apuntó Marlene Yadira Córdova, ministra del Poder Popular para la Educación Universitaria (Mppeu) al clausurar, este sábado 19 de marzo, el primer encuentro de trabajo sostenido entre representantes ministeriales y autoridades de los Colegios e Institutos Universitarios (CU/IUT) del país, en la sede del Centro Internacional Miranda (CIM) donde se debatió los nudos críticos de las instituciones educativas universitarias, a fin de construir un cronograma de acciones que den un salto sustantivo hacia la transformación universitaria.
“Tenemos que ir definiendo ya acciones, programas y líneas de trabajo conjunto que nos permitan ir construyendo ese otro modo de llevar adelante la educación universitaria”.
Córdova aclaró que la transformación universitaria empezó cuando “arrancó la Revolución Bolivariana”, al plasmarse en la Constitución Bolivariana la educación gratuita, la autonomía universitaria, la ciencia y tecnología como un asunto de interés público (…) luego con las Misiones y el esfuerzo de lo que significa la Misión Sucre como estrategia para la universalización, los Programas Nacionales de Formación (PNF), entre otras aristas; “solo que han salido como experiencia de cada gestión y momento de la Revolución, pero cuando uno las va poniendo a dialogar entre ellas, allí están las claves de la transformación”.
- Este es el concepto que aglutina todo lo que hemos venido haciendo en la transformación. Nosotros no estamos partiendo de cero, nosotros estamos diciendo hagamos un balance para determinar dónde nos equivocamos. Bueno, nos hemos equivocado, pero si nosotros tenemos claro que tenemos que construir un modelo alternativo, un modelo de universidad y de educación universitaria, siempre en función de lo que significa transformar la educación universitaria y ese sistema que nos interrelacione en función de la construcción del Socialismo. Si eso lo tenemos claro no debemos temer en reconocer nuestros propios errores, limitaciones y carencias, porque la conciencia crítica revolucionaria nos obliga a tener que mirarnos, discutir y convenir en dónde hemos avanzado, en dónde estamos estancados y en dónde nos equivocamos.
En relación con el papel de las instituciones de educación universitaria como espacios políticos, la ministra Córdova destacó que cuando se va a tomar decisiones y se vuelve a los lugares de acción de inmediato “se nos olvida que somos actores políticos. Y de pronto uno siente que no hay una presencia pública de nuestras instituciones educativas marcando rumbos sobre los acontecimientos nacionales cuando tienen tantas cosas que aportar y decir, y no están presentes; y no me refiero al hecho inmediatista, sino sobre grandes temas estratégicos del país”.
Córdova ante los directores de los CU/IUT se refirió al Socialismo y a su construcción al señalar que “si no lo construimos no vamos a llegar nunca al Socialismo. No nos va a venir del cielo ni en un decreto. Lo tenemos que construir y preguntarnos ¿cuál es el proyecto de transformación que nosotros tenemos?, ¿Cómo nos articulamos todas las instituciones educativas en función de lo que eso significa?, ¿qué es lo que en verdad viene ocurriendo que nosotros no miramos con suficiente distancia el proceso?”.
Al respecto, señaló que sí cree que hace falta una mirada de mediano y largo plazo al proceso y está convencida de que hay un problema de escala cuando en vez de ayudar a las comunidades que lo necesitan se está pensando en el macro proyecto, o a la inversa, que se mira a las cosas “tan chiquiticas que implica un enorme esfuerzo humano, institucional y político con un impacto muy pequeño que no produce los verdaderos cambios. El problema que tenemos es cómo acercar esos dos extremos.
- Tenemos conflictos en nuestras academias, y en esos conflictos el Gobierno Bolivariano ha propuesto instalar mesas de trabajo, sin miedo al debate. Uno direcciona el debate para que salga la argumentación que se necesita para construir, para que salgamos del huequito chiquitico de la manía persecutoria (…) quitémonos eso de la cabeza, porque si no nos convertimos en sospechosos de algo. Abramos los espacios para el debate sin miedo para construir condiciones para la transformación universitaria. El Mppeu sólo marca el rumbo político, pero las acciones concretas solamente son de ustedes, las instituciones educativas del país.
