Respuestas a Virginia Betancourt y Milagros Socorro

Había una vez…

“Acá todo el mundo hace lo que le da la gana y si no, lo obligamos” le escuché decir una vez al poeta Andrés Mejía y tal aporía se me vino a la mente mientras leía las opiniones que Milagros Socorro y Virginia Betancourt expresaban en sendas notas periodísticas aparecidas recientemente. Ambas se quejaban de la naturaleza ideológica del Plan Revolucionario de Lectura que lanzara el Comandante Presidente durante el acto de reinaguración de la GAN. Ambas se horrorizaban de la propuesta de lectura como ejercicio de apropiación y construcción colectiva del saber. La una decía que la lectura era “una actividad privada” mientras la otra se escandalizaba de que “cualquier hijo de vecino” tuviera hoy acceso a los originales que durante décadas le estuvieran negados con faraónico celo. Leer es un acto de naturaleza social, leemos a otros, “al otro” y lo discutimos con otros. Y, más allá del onanista ejercicio lector de los escribidores sin público, todo el que escribe lo hace para ser leído por otros. Escritura y lectura son pués indiscutibles vías de socialización establecidas en todas las sociedades contemporáneas. El placer y su relación con la lectura es también un elemento determinado socialmente en el mundo de hoy. Afortunadamente ya han pasado varios siglos desde que el ejercicio individual de los monjes copistas dejó de ser un modo de vida y que hoy sus únicos descendientes habitan la elitesca sociedad de la alabanza mutua en que se han convertido los intelectuales de la derecha opocisionista venezolana.

Leer en colectivo, leer con los otros y para los otros. Leer más allá del texto impreso, leer nuestra tradición oral y la de nuestros hermanos de los pueblos originarios son los anclajes que sostienen la propuesta del Plan Revolucionario de Lectura. Toda lectura está cargada de un presupuesto ideológico que no invalida el placer individual o colectivo. En la construcción de la patria socialista esperamos que el placer individual de leer un texto pueda ser compartido y disfrutado por todos aquellos a quienes la cuarta república excluyó de toda práctica cultural alentada por el Estado. El Comité de Damas que grita ¡herejía! cuando el gobierno revolucionario democratiza el acceso a los bienes culturales, es también el mismo Comité de Damas que chilla cuando ve a nuestro pueblo plenando los otrora “templos” culturales. Y no es gratuita la mención eclesiástica que ambas señoras hacen respecto de las bibliotecas o de la lectura. El iniciático ritual de “los amigos del Teresa Carreño” o de los “amigos de la biblioteca” es ahora festín popular que se escenifica en todas las Plazas Bolívar de la patria cuando se reparten millones de libros gratuitos o se venden en más de cincuenta librerías a precios inferiores a dos dólares, para hablarles en la moneda con la que sueñan y aman estos Comités de Damas del Placer Difuminado.

Estas ilustres representantes del llamado “sector cultura” aluden a la univocidad de las propuestas lectoras del Comandante Presidente y del Plan Revolucionario de Lectura. Ignoran las compungidas damas que en cada una de las veinticinco mil bibliotecas de los consejos comunales que se están repartiendo, están representados nuestros mejores y más reconocidos escritores y escritoras venezolanos o del resto de nuestra América. Gallegos, Andrés Eloy, Garmendia y Francesca Gargallo comparten su sitio en la biblioteca con Mariátegui o Martí. Y respecto de la necesaria presencia del placer en la decodificación del texto debemos contestarles con el adagio preferido de los promotores culturales: “La lectura es un lujo de primera necesidad”. Primera necesidad de moral y luces, de herramienta liberadora, antiimperialista y descolonizadora. Sí, respetables damas, el Plan Revolucionario de Lectura es un plan de formación ideológico, tal como lo fue aquel que en el pasado una de estas damas prohijó. O, tal como lo fue la visión monacal que de las bibliotecas hubo durante los cinco lustros que, sin reelección, la otra dama auspició.

luisedgarpaez@gmail.com



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