La Universidad Socio Productiva entre la Demagogia y la Necesidad

Desde hace un tiempo con mucha fuerza surge la necesidad de que las universidades impulsen los proyectos socio productivo como fuente autosostenible del desarrollo de la república, sin embargo ¿las autoridades universitarias tienen completo conocimiento de esta necesidad o solo es la excusa perfecta para cuadrar una foto que labre sus aspiraciones como ministr@? Si bien el Artículo 2 de la ley de universidades expresa que. "Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales." Esto no puede deducirse en un acto de sembrar lo que sea y como sea como si fuese una mala parodia del arca de Noé, sobre todo cuando no existe (bien sea por flojera, ineficiencia o conveniencia) la formación del elemento humano como un protagónico sujeto de cambio y no como hoy existe un objeto recopilador de teorías inútiles que no guardan relación con la realidad social ni con las demandas de las comunidades que esperan de estos nuevos profesionales no comunes letrados, sino compañeros de una misma lucha para la concreción de una nueva y mejor sociedad.

En relación a los proyectos socio productivos estos pueden definirse como "aquellos que impulsan el desarrollo de actividades generadoras de bienes y servicios útiles para nuestra comunidad, enmarcándose dentro del concepto de desarrollo endógeno, generando redes productivas para el desarrollo de la economía solidaria." En ese sentido más que encontrar una respuesta nace la pregunta de ¿Cómo una universidad puede ser productiva en las comunidades si no tiene la capacidad de autogestionarse? No obstante es importante aclarar que cuando me refiero en autogestionarse no hablo de aplicar la vieja pero vigente práctica de hacer gestión con el dinero de los estudiantes, sino de cómo desde el recinto universitario se impulsan bienes y servicios útiles para nuestra comunidad.

No creo amiga mía o amigo mío que sea tan difícil en una universidad que forma administradores, no pueda hacer un trueque institucional con organismos del estado, empresas públicas y privadas donde las casas de estudios ponga a la disposición sus conocimientos en el área administrativa bien sea a través de cursos, diplomados, talleres, foros, a cambio de apoyo para la recuperación de la planta física universitaria, seguramente no descubro el café con leche con esta idea como tampoco el premio nobel de la cantinflada, pero estoy seguro que es más útil que quitarle dinero al estudiante para comprar productos de limpieza para mostrarle la foto al jefe fingiendo que todo está bien y después no saber explicarse porque la deserción en la matricula estudiantil.

Ahora bien que ¿te permite un proyecto socio productivo universitario? Ubiquémonos en la universidad entre los centenares de estudiantes y preguntémonos ¿Cuántos jóvenes emprendedores en este instante transitan por los pasillos del alma mater sin que la universidad sepa de sus potencialidades? Imaginemos que entre esos muchachos exista una que haga tortas, otro jugo de pulpa, arepas de maíz pilado, monederos, carpetas, etc y que por un instante no sean invisibles para las casas de estudios sino más bien reciba un microcrédito por la dirección de desarrollo estudiantil el cual así como tiene una partida de viáticos para los dirigentes estudiantiles pudieran crear un fondo para emprendedores. Juguemos sobre que permitiría esto:

  1. Activan el desarrollo de la economía local: al recibir este apoyo fruto de un proyecto presentado, este estudiante crearía un producto que ofrecer, pongamos los ejemplos ya mencionados como la producción de tortas, jugos de pulpa, arepas de maíz pilado, y que estos productos fuesen comercializados en el cafetín universitario, no solo se estaría hablando de la elaboración de un producto realizado por un estudiante anteriormente anónimo para la universidad, sino estaríamos hablando de un proveedor que está en la posición de cotejar la calidad y el valor de su producto con el de las empresas capitalistas que bajo el pretexto de la inflación hacen que un refresco cueste 1000 Bs y un cachito 1600 Bs.
  1. Promueven la inclusión de la comunidad en las distintas actividades del proyecto: en el marco de lo planteado no solo se habla de un producto realizado de un integrante de la comunidad universitaria a la comunidad universitaria, sino que al incrementar la producción generaría empleos directos e indirectos de la misma comunidad alma mater, por lo cual ya no sería un estudiante beneficiado
  1. Mejoran nuestra calidad de vida: ya no estamos hablando del o de los mismos estudiantes invisibles para las autoridades universitarias sino de universitarios emprendedores los cuales generan ingresos propios y empleos directos como también usuarios que adquieren un producto a precios no especulativos.
  1. Promueven el "Nuevo Modelo": al culminar el pregrado este estudiante no solo ha tenido una formación académica sino una experiencia de producción el cual le permitirá tener una visión de su presente y futuro de las acciones que emprenderá ante la sociedad, ya quedaría disminuida esa visión de las casas de estudios de formar para el mercado laboral ya que mediante esta experiencia nace una alternativa formada para el emprendimiento.

La razón de este artículo no fue hablar de tortas, arepas, ni jugos, sino de cómo la formación integral del estudiante universitario se debe adaptar a la realidad social, como crear un nuevo modelo que rompa las cadenas del asistencialismo, que permita escapar de la centenaria cultura rentista y asumir una cultura productiva, durante muchos años y a lo largo de cada acto de grado que pasa no solo convivo con el pensar en la alegría de formar un nuevo profesional, sino en la angustia de cuál será el destino de nuestro egresado y cuál será su aporte a la sociedad, si realmente se quiere cambiar el modelo económico y fortalecer la construcción del socialismo del siglo XXI, tenemos que dar ese salto de esa educación de competencia que enseña a competir basado en el complejo de opresores contra oprimidos, por una educación liberadora donde los oprimidos por los métodos capitalistas enquistados en los procesos formativos nos entreayudemos para construir un proyecto educativo popular y liberador que nos permita ser siendo, construir construyendo, vivir viviendo, y romper la dualidad del parecer a parecerse al opresor, como diría Freire en su pedagogía del oprimido

el hombre es un ser en siendo, nunca deja de aprender ni de ser;
el hombre es un proyecto que se construye día a día y se transforma conforme al componente energético de su esencia. Felix Adam (1987)



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Marcel Doubront

Profesor UNESR Bolívar

 marceldoubront@gmail.com

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