A propósito del Proceso de Transformación Curricular: ¿Se planifica la Educación Liberadora?

Hoy, cuando nuestra Patria vive tal vez el más grande ataque que se haya conocido después de la Guerra por la Independencia, hoy cuando los Estados Unidos de Norteamérica sumido en tal vez su más grande crisis ataca a nuestra Patria con la intención de apropiarse de nuestro pueblo y de sus recursos naturales para de esta manera detener el acercamiento que ha tenido Venezuela con Rusia, Irán y China, urge que los revolucionarios nos organicemos para resistir y contraatacar al enemigo histórico de los pueblos que en este momento se concretiza en las burguesías nacionales, las transnacionales, el gobierno de los EEUU y la clase política latinoamericana siempre servil a los designios de sus amos del norte de América. Ante esta situación, los que sentimos la Patria hasta en nuestras vísceras, los que tenemos sembrados nuestros sueños, seres queridos y nuestro futuro en este suelo, que ha sentido el palpitar heroico de Bolívar, Sucre, Zamora, Chávez, Luisa Cáceres de Arismendi, Negro Primero, entre otros grandes hombres y mujeres, no nos queda otra cosa que organizarnos para luchar, resistir y contraatacar, siempre en unidad perfecta de las fuerzas revolucionarias.

De este modo, debemos prepararnos para luchar en varios frentes entre los que destacan la seguridad ciudadana, la política, la economía, la salud y la educación. Es en este último donde nos detendremos a reflexionar. Durante este año escolar 2016- 2017 seguiremos haciendo que ocurran importantes transformaciones, hemos visto como el pueblo ha vivido hermosos procesos como lo son la alfabetización de todos y todas, el milagro de las computadoras Canaima, los libros de la Colección Bicentenario, los Congresos Pedagógicos, la Micromisión Simón Rodríguez, la conformación de los colectivos de educadores interesados por reflexionar y transformar la educación, entre muchas otras experiencias maravillosas que ha desarrollado y promovido la Revolución Bolivariana.

Ahora bien, en este año escolar que está por comenzar tendremos como epicentro de la política educativa el Proceso de Transformación Curricular. Sin duda habrá, cómo ha existido durante estos 17 años de Revolución Bolivariana, hermosas y apasionadas discusiones, mentiras e intentos de engañar al pueblo por parte de algunos políticos de derecha, encuentros, desencuentros. Seguramente veremos a los factores violentos y apátridas de la oposición intentando aprovechar este proceso para promover el derrocamiento del Presidente Maduro, y con ello dar un zarpazo a nuestra Revolución que es esperanza por un mundo mejor.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, es impostergable que las y los educadores comprometidos con la Patria y la Revolución Bolivariana nos organicemos para planificar las acciones que nos permitan seguir construyendo un modelo educativo que se le oponga a aquel que privilegia la despolitización de la educación, la neutralidad de la ciencia, la desvinculación de realidad, la preponderancia de lo rutinario y la falta de organización de los grupos humanos que hacen vida en las instituciones escolares.

Ahora bien, cuando algunos camaradas escuchan la palabra planificación educativa saltan y brincan, tal y como lo haría un conservador de derecha cuando se le toca algún tema relacionado con el derecho que tiene la mujer de disfrutar a plenitud su sexualidad. Al referirnos a la planificación educativa por supuesto que lo hacemos pensando en una planificación donde la dialéctica y el método de investigación acción tienen una determinante influencia, pensamos que este plan de vuelo inicial se verá permeado por la fuerza de la realidad y la acción del pueblo.

Hay quienes pretenden, de forma manipulada y poco reflexiva, colocar la planificación educativa como el opuesto de la educación liberadora, y para ello usan al gran pedagogo latinoamericano Paulo Freire. Sin duda alguna Freire ha realizado grandes aportes a la pedagogía, incluyendo un método para la alfabetización que comprende cinco fases y que tiene implícito una forma de organizar y planificar el acto amoroso que significaba para Freire educar. Una lectura crítica de su obra pudiera evitar las vacilaciones e interpretaciones inadecuadas, y aclarar el hecho de que Freire jamás planteó el antagonismo entre el proceso de planificar la educación y hacer una educación liberadora.

Toda la propuesta de Freire persigue que los educandos sean capaces de mirar críticamente el mundo, de hacerse preguntas, de buscar caminos para hallar respuestas. La manera en la que estaba organizado el proceso de alfabetización que llevaba a cabo pretendía motivar al sujeto a pensar por sí mismo, a tener una posición activa ante la vida, a creer en la comunicación con los otros, a dialogar.

El problema para Freire estaba en que al emerger el pueblo brasilero con sus crecientes reivindicaciones, las clases más ricas asustadas reaccionarían irracionalmente contra las clases pobres, y que estos últimos debido a su desorganización, ingenuidad y desesperación, con fuertes índices de analfabetismo y semianalfabetismo, fuesen victimas de la violencia y los irracionalismos, que al final de cuentas beneficiaría a los privilegiados de siempre que lejos de identificarse con la nación, son más bien antinación.

Habiendo dicho esto, y tomando en cuenta que la propuesta de Freire se sostiene en el diálogo como la esencia de una educación para la liberación, es necesario continuar impulsando hoy el diálogo en la escuela venezolana como un medio que permita organizar y planificar la educación liberadora. Es importante que las y los docentes puedan ejercer ese diálogo libremente entre ellos, con las y los estudiantes, en y con la comunidad, para lograr la organización y planificación de las acciones educativas que permitan comprender fenómenos, situaciones y problemas de tipo social, económico, político, ambiental, pedagógico y didáctico, entre otros.

Una propuesta que hemos impulsado en distintos escenarios, incluyendo la Micromisión Simón Rodríguez, son los Colectivos Estratégicos para la Planificación Educativa (CEPE) y los Colectivos Estratégicos para la Sistematización de Experiencias (CESE).

Los Colectivos Estratégicos para la Planificación (CEPE) son grupos de personas que se encargan de pensar, reflexionar, accionar y transformar las prácticas educativas vinculadas con el proceso de enseñanza-aprendizaje de una o varias áreas de conocimiento. Los CEPES están conformados por un máximo de diez personas (docentes, voceros o voceras de los estudiantes y de las organizaciones de la comunidad), que se reúnen semanalmente para:

  1. Planificar:

a. Las experiencias de aprendizaje en la escuela, la comunidad y las formas en las que éstas se relacionan.

b. Acciones que contribuyan a transformar las prácticas sociales y educativas.

  1. Analizar y reflexionar la puesta en práctica de las actividades planificadas.

  2. Diseñar y elaborar propuestas para evaluar los aprendizajes de las y los estudiantes, la praxis pedagógica de las y los docentes, y el desarrollo de las actividades planificadas desde y con la comunidad.

Entre otras que acuerden los actores sociales involucrados.

Por su parte, los Colectivos Estratégicos para la Sistematización de Experiencias (CESE) son grupos de personas que se preocupan por la reconstrucción de las prácticas sociales y educativas, con la intención de generar conocimientos y dar soluciones imaginativas a los problemas del aula, la escuela, la comunidad, el país y el mundo, siempre bajo el proyecto de la independencia nacional y la construcción del socialismo.

Durante el proceso de sistematización, los CESE realizan interpretaciones críticas de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, permitan descubrir, comprender o explicar la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí y por qué lo han hecho de ese modo (Jara, s/f).

A través de esta forma de observar, reflexionar, planificar y accionar el proceso educativo, los actores sociales le asignan significado a sus prácticas, reconociéndose como protagonistas de la construcción de una educación liberadora y amorosa que responda al tiempo histórico que vive Nuestra Patria.

Referencias

Freire, P. (1975). La educación como práctica de la libertad. México: Siglo Veintiuno Editores.

Freire, P. (2005). Pedagogía del Oprimido. México: Siglo XXI.

Jara, O.(s/f). Orientaciones teórico prácticas para la Sistematización de Experiencias.(Documento en línea).Disponible en: http://www.bibliotecavirtual.info/wp-content/uploads/2013/08/Orientaciones_teorico-practicas_para_ sistematizar_experiencias.pdf.

(otravezdarwin@yahoo.es y mg_alzuarde@yahoo.es)



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