La universidad necesaria para el cambio epocal

Para avanzar hacia el socialismo necesitamos de una educación universitaria capaz de desarticular las tramas de la opresión, explotación y dominación que hoy subsisten en la sociedad venezolana. La transición socialista en curso reclama como fin supremo la pulverización de los aparatos ideológicos del Estado, entre estos: la vetusta universidad, solo ha servido para que el capital siente sus bases de dominación hegemónica. Actualmente la universidad venezolana navega en la dirección que le prescribe el capital. Sin embargo, para revertir tal situación es necesario avanzar hacia otro modelo libertario que garantice la formación de un ciudadano desalienado. A tal efecto, se impone un modelo universitario que acelere la transición al socialismo concretizado en el segundo plan socialista 2013-2019. Este documento en relación a la nueva universidad propone:

Consolidación de la transformación universitaria en torno a la formación integral, la producción intelectual y la vinculación social que garantice el desarrollo de las potencialidades creativas y capacidad resolutiva frente a los problemas prioritarios del país y los objetivos estratégicos del proyecto nacional Simón Bolívar.

La universidad para el socialismo debe ser impulsora de un nuevo modelo de Estado y de sociedad que construya que impulse las potencialidades humanas con el fin supremo de avanzar a hacia un país de productores libres asociados.

En contrario, la universidad del presente formadora de recursos humanos para el capital colide de frente con los grandes objetos del plan de la patria en ejecución; y en su accionar ha producido resultados han sido nefastos que en poco ha contribuido a la mejora social de las masas humildes del país. Entre los grandes desaciertos de esta universidad matrimoniada con el mundo empresarial tenemos los siguientes:

1.- Una universidad para el status quo imperante.

2.- La universidad venezolana nació medieval y fue modernizada para generar mano de obra calificada.

3.- La universidad que jamás ha proclamado una lucha contra la exclusión social.

4.- Una universidad que jamás ha propuesto alternativas políticas, económicas y sociales a la explotación el pueblo trabajador.

5.- El futuro trabajador formado en la universidad tradicional se convierte en un profesional liberal y funcional al sistema,

6.- La universidad no emancipa: forma trabajadores explotados y explotadores.

7.- La universidad tradicional prioriza el conocimiento y el análisis hegemónico de los Estados Unidos y Europa.

8.- La universidad machista y patriarcal, ha sido timorata ante la inclusión de la mujer en el campo de la investigación y en cargos de relevancia.

9.- La universidad defensora de los procedimientos para fortalecer la institucionalidad neoliberal y la jerarquía de los saberes despolitizados y no críticos; sino más bien, superficiales y sin crítica social.

10.- La universidad que no hace consultas populares a la comunidad universitaria, ni mucho menos acepta propuestas educativas de cómo debe ser una universidad pública.

11.- La autonomía universitaria es para aferrarse al poder y administrar los presupuestos.

12.- Una universidad que no toma en cuenta ni estudiantes, personal administrativo ni obreros para integrar el claustro universitario.

13.- La formación de posgrado es arancelada y limitada a las clases populares.

14.- El modelo de universidad que tenemos fue inventada en el siglo XVIII en Europa y actualmente este modelo está siendo revisado por la propia burguesía transnacional. Paradójicamente este modelo en revisión es el que se aplica en las universidades rojas rojitas.

Ante lo expuesto, es necesario que la universidad venezolana asuma el rol transformador de la sociedad, en un sentido verdaderamente revolucionario, emancipatorio y productor de conocimiento, bienes manufacturados, tecnología, entre otros. La universidad venezolana debe romper con lo tradicional y hacer de su quehacer una verdadera revolución universitaria que expanda sus tentáculos en diferentes espacios de vida, que involucre todo conocimiento científico y popular, extrayendo de las masas invisibilizadas su sapiencia cotidiana al servicio de una mejor sociedad.

Una universidad transformadora debería abrirse a una plena participación, inclusión, solidaridad, respeto a la diversidad y el derecho del pueblo a una educación liberadora que inserte a los jóvenes, adultos mayores y todo el colectivo trabajador a insertarse a los cambios estructurales de la sociedad mundial y regional que demanda el cambio epocal. La universidad para la transición socialista tiene que casarse con el poder comunal para darle vida a la nueva geometría del poder propuesta en el plan de la patria 2013-2019.

ramonpgchirnos@hotmail.com

ramoncoro



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1900 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter