Pedagogía comunal en tiempos de guerra económica

Porque estamos enseñando para un mundo nuevo

Con las herramientas del viejo mundo (...) German Zabala Cubillos

Al escuchar en palabras de la Ministra del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales Isis Ochoa, referirse a la Pedagogía Comunal, me retrotraje a aquellos inolvidables conversatorios con el maestro German Zabala Cubillos, Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales de la Universidad del Valle Colombia, (Doctorado de Estado) en Topología del Instituto Henri Poincar, Universidad de la Sorbona, Paris. Matemático de formación, topólogo y trabajador social cuya mayor área de interés fue la educación para un contexto social y productivo, él hoy sigue siendo junto a Humberto Maturana y Francisco Varela uno de los grandes sugerentes de la Revolución Humana y a quien con respeto, orgullo y admiración eterna me atrevo a llamar mi maestro.

Espacios aquellos, en los que nos advertía que "la educación ha estado inscrita en los procesos de cambio expresando las relaciones sociales de producción de cada época" y allí hacia paréntesis para introducirnos en lo que para él resultaba la mejor obra de Carlos Marx Los Grundrisse, refiriendonos que se trata del intento más sistemático jamás realizado por Marx de plantear la cuestión de la evolución histórica de las Formaciones económicas pre-capitalistas; anunandonos que el mundo se estaba cambiando y que no se detuvo con el Capitalismo, proponía que deberíamos prepararnos para encontrar desde la pedagogía social la comprensión de las relaciones económicas nuevas post-capitalistas. Por esa razón, me atreví a escribir este artículo convencida que su pensamiento tiene utilidad en el emerger de la autoorganización de las Comunas en Venezuela que exigen al Estado una pedagogía que les permita garantizar la sustentabilidad de la producción frente a la dificultades económica que vive el país.

La organización comunal surgida de la nueva Constitución para la República Bolivariana de Venezuela, mediante referéndum aprobatorio el 15 de diciembre de 1999, se ha vuelto el territorio de la convivencia en Venezuela, que necesita recuperar la confianza en la medida que se vuelva eficaz y transparente en la solución de los problemas, renaciendo la concertación entre los distintos beneficios en las comunidades, para conquistar los espacios de contratación de la acción humana en los territorios comunales donde la participación social, parece ser el nuevo fenómeno político organizativo de la vida comunitaria.

Cuando la política de nuestro tiempo abusa del término transparencia, para combatir la corrupción, no acierta; ni el gobierno ni la oposición por tratarse de un tema que se ubica en la moral, para calificar una situación de descomposición económica. En el momento en que un sistema entra en crisis, porque sus relaciones pierden la sustentabilidad volviéndose insostenibles; así puede observar que ante la incomprensión de la realidad que se vive por parte de los actores políticos, la corrupción surge como consecuencia lógica y solo se corrige cuando se cambien las relaciones que no funcionan.

La ética no es un comportamiento de santos, nos decía el maestro Zabala, es la consecuencia que surge entre la diferenciación del deber ser y la realización humana del derecho a la diferencia. Por eso, considero importante traer aquellas expresiones suyas; "La revolución es para todos, o no es para nadie" o aquella de "La abundancia es para todos, o no sirve de nada" entonces la transparencia aparecerá como lo natural. Por eso es claro: que en las instancias de los territorios comunales, la virtud que debe concretarse es la transparencia de lo contrario la salida que plantean las organizaciones comunales dejaran de tener legitimidad social y al final terminan producido más de lo mis mismo.

Los actores sociales que construyeron en más de diez siglos la relación entre Capital y Trabajo y que han venido elaborando una cultura de alto rendimiento económico, fueron la Burguesía y Clase Obrera, que el caso venezolano representan la dupla del discurso político que polariza la tradicional lucha de clases, que hoy pierde vigencia porque no termina de resolver nada. El capital y el socialismo han venido controlando la superestructura de los medios de producción, (tierras, industrias, fabricas) en lo Financiero la Banca (pública y privada), en lo Comercial (las importaciones que se realizan en todos los órdenes porque está claro que lo mejor que produce este país son mujeres bellas y petróleo) y lo Tecnológico (nos coloca en el tránsito de la tecnología obsoletas a las tecnologías innovadas, que se evidencia con los proyectos de desarrollos de plataformas tecnológicas) de esta forma es que el trabajo venia regularizando la infraestructura de las relaciones laborales, en el manejo social de los derechos y deberes reivindicativos propios del Derecho Laboral para una justicia social que en un contexto histórico determinado posibilitó el equilibrio del sistema y de las relaciones sociales del pasado.

Los socialistas venezolanos se percataron de los abusos que la burguesía hacía de esas cerraduras, por ser los poseedores de las llaves, pensaron que si cambiaban de manos, la clase obrera mejoraría las condiciones de la humanidad reproduciendo el sistema con todos sus vicios y virtudes. Lo que nunca pensaron, que lo que iba a desaparecer era el trabajo humano al ser sustituido por la robotización, que dejo sin sentido el empleo y no solo en Venezuela sino en el Mundo, evidenciando una crisis sin presidentes en la historia, porque las relaciones de producción que lo sustentaban dejaron de existir; por eso cuando una escucha a los dirigentes políticos cortarse las venas con esos discurso sobre políticas de pleno empleo y ofrecen como alternativa proyectos de ley de empleo para los jóvenes, ruedan las caretas de la mentira y aparece el reformismo y populismo, que no es otra cosa que pan para hoy y hambre para mañana.

El costo de este dialogo significo dos guerras mundiales y el derrocamiento del socialismo proletario con la caída del Muro de Berlín. Hoy; ni los unos ni los otros, tienen vigencia en las nuevas relaciones sociales, ya que la fuerza de trabajo queda sin piso, como productora del plus producto realizador del capital en la acumulación del mismo, y del salario para dar a los obreros y empleados en el empleo, el consumo social, ese que hoy como lo hemos observado durante los últimos meses, en el esfuerzo del gobierno revolucionario y socialista, otorgar a los trabajadores en importantes incrementos salariales que no terminan por nivelarse a las necesidades de los hogares venezolanos. Por eso hoy, cuando el sistema económico venezolano colapsa con la baja de los precios del petróleo cobra vigencia la proclama libertaria del siglo XXI en palabras de Hugo Chávez en la que rotulaba "Comunas o Nada", porque es evidente que sólo la vida puede conocer la vida y solo la autoorganización de las comunas puede conocer sus problemas para encontrar sus soluciones.

En este momento, lo que aplica como certidumbre frente a las dificultad económica es la inversión del Capital Social con políticas crediticias en el espacio del capital social, que son una solución que supera la hecatombe financiera que está viviendo la Banca Mundial, generando el territorio propicio para desarrollar una política social de grandes proporciones, por eso Las Comunas deben contar con una instancia financiera (la Banca Comunal) que encuentre la base orgánica económica que haga posible que la organización popular transite los caminos de los emprendimientos participativos y comunitarios, activando un nuevo aparato productivo - comercial de carácter local donde esos sectores que económicamente fueron excluidos que han aprendido a vivir al margen del trabajo asalariado puedan convertirse en el factor de cambio, es decir, hacer del crédito una totalidad que involucre el capital en la globalidad de los paquetes económicos, el financiero, el comercial y el tecnológico que requieren de una aplicación pedagógica comunitaria que edifique mediante en "el saber hacer" de la revolución bolivariana el fundamento de la nueva economía social, aspectos que ya han sido desarrollados en artículo 308 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el Marco Jurídico para el Poder Popular vigente.

La ocupación en Venezuela ha comenzado a remplazar al empleo, esto puede reflejarse en aspectos como el incremento de lo que se ha denominado "bachaqueo interno", para separarlo de lo que ciertamente hemos conocido como contrabando de extracción en frontera. Esta variable, es la que más debe llamar la atención a la pedagogía comunal, para diseñar una propuesta válida que le sea útil a las organizaciones económicas participativas comunitarias. Es decir, considerar aese sujeto delictivo en una propuesta pedagógica que lo transformen en un emprendedor participativo que sustituye al obrero, esas personas se enfrenta al desafío de la subsistencia que los coloca cual gladiador en esa doble moral, porque su actuar se enmarca en una conducta antijurídica que lo inscribe como un criminal económico, esto de acuerdo a los términos de la institución del derecho penal, porque ya hemos aclarado que el trabajo o un salario mínimo no le resuelve la vida. La propuesta revolucionaria y social del Siglo XXI que propuso Hugo Chávez, nunca concibió esa categoría de los ilícitos económicos tan absurda para subsumirla, por lo menos que yo recuerde, en una dimensión tan amplia como lo es el mundo social venezolano, que lo que exhibe es la ineficiencia e inoperancia de las relaciones sociales tradicionales de producción; esta realidad se evidencia en ese ejemplo de los llamados bachaqueros, que supera el debate que aspira responsabilizar de todos los males al gobierno, eso visto así, sería una formula apresurada que solo produciría una alternancia al mejor estilo argentino, pero que estaría muy distante de avanzar en la concreción de una propuesta económica que viabilice la paz social con propuestas innovadora financiera de corte social. Porque lo más creativo que la oposición venezolana ofrece es la propuesta "la dolarización del salario" que se aleja y separa de la frecuencia de la manera cultural venezolana.

Se trata de individuos sociales que se ha mutado y que no deja de ser, seres humanos que fueron educados para recibir dinero por trabajar y gastarlo en el consumo diario, lo que hoy ya no les funciona, de manera que es justo allí, donde debe actuar la Pedagogía Comunal porque es el espacio donde se encuentra la propuesta de los mercados comunales y locales de Hugo Chávez, en ese intersticio, de una sociedad compleja y diferenciada como la nuestra, donde el Estado al no contar con una respuesta renovadora frente al problema económico, toma el atajo de la judicialización y apela a la criminalización de la vida de los desempleados y los desocupados que engrosan las largas colas en los establecimientos comerciales en Venezuela, por lo menos en ese nivel particular al que me estoy refiriendo, es obvio que para ellos les resulta más atractivo hacer largas colas para acceder a los productos regulados que aceptar una oferta laboral.

Por eso, la convocatoria de la Ministra Ochoa, me parece tan oportuna, su discurso sobre la Pedagogía Comunal muy sentido pero debe tener una vicion total del problema que supere el acontecimiento de los resultados electorales del seis (06) de diciembre que modifican los escenarios políticos de representación en la Asamblea Nacional. Su llamado ha sido certero, porque se trata que las comunidades estén atentas, para que no se produzca un revés legislativo ante las conquistas sociales obtenidas durante la Revolución Bolivariana, sin embargo, la animo a valerse del contexto actual para ir al fondo del problema.

La pedagogía solidaria no tiene antecedentes, esta debe ser implementada teórica y didácticamente desde la investigación de los entornos comunales. La nueva banca, debe garantizar dentro de sus estructuras fiduciarias los costos de la educación comunal, ya que es en este espacio de la producción económica donde se preparara políticamente la participación social.

La Participación Social resuena hoy como un aspecto mucho más amplio y de largo alcance, que el llamado de activación del pueblo legislador, porque establece distintos momentos para conseguir manifestarse en la solidaridad humana, que frente a las dificultades encuentra en esos valores la fundamentación de la existencia personal, para transformar las viejas relaciones que se vuelven inoperantes, por formas nuevas que debemos definir los venezolanos y venezolanas aquí y ahora. Encontrar las aplicaciones que se necesitamos para evidenciar las nuevas relaciones sociales de producción, requiere ante todo, la capacidad de mantenimiento de esas relaciones desde el Poder Popular y Las Comunas, para que desde la sustentabilidad se encuentren los procesos de sostenibilidad de las mismas en la conformación de una nueva sistematización autopoyetica.

La metamorfosis cultural que se está viviendo en Venezuela, nos está diciendo que la organización social no deben ser llevadas a una confrontación que implique atender a los llamados a guarimbas, salidas violentas e incendiarias para producir la ingobernabilidad o que por el otro lado de la polarización dar un paso que signifique inmolarse o dar la vida por la patria, como aspiran o pretende algunos dirigentes políticos; por el contrario la participación debe transitar los caminos de la paz en nuestras comunidades, porque la participación es pensada como el desarrollo de los cuatro mínimos comunitarios: La sintonía de lo mínimo necesario, el acuerdo mínimo necesario, el esfuerzo crítico mínimo necesario y la certeza mínima de lo útil, que permite continuar en el movimiento de una manera cultural comunitaria que es donde ha encontrado su cauce con revolución bolivariana.

Algo pasó en Venezuela sucedió sin que nos diéramos cuenta: la visión estructural de la economía ya no actúa. A partir del Proceso Constituyente el mundo se había volteado y los de abajo que no tenían la experiencia del ejercicio del poder, de pronto comenzaron a tenerlo. Michel Foucoult nos había dicho en una de sus obras "que cultura y poder iba unida en un solo contexto", pero la cultura de La participación no podía actuar, porque nunca había ejercido sus derechos ciudadanos hasta que irrumpió la Constitución Bolivariana y Participativa de 1999 que visibilizo y empodero a las comunidades, de manera que la propuesta pedagógica comunal no debe limitarse al parlamanetarismo de calle, sino comprender que Venezuela anuncia los cambios que se vienen viviendo en la Globalización: el desempleo, la desaparición de las relaciones entre capital y trabajo. El tránsito de los Estados Nacionales a la Ecorregiones Productivas con espacios de integración como el ALBA, la CELAR, el MERCOSUR por ejemplo, donde se exponen la ruptura del Modelo Monetarista y la aparición del humanismo que reclama una ética individual, donde el ser humano sea el centro del nuevo mundo que ha nacido en nuestro Continente.

La pedagogía comunal debe formar un ser para nuestro tiempo; que no venda su fuerza trabajo, y no sea patrón de nadie; superando así la explotación humana y la especulación del dinero. Se trata de fomentar en palabras del maestro German Zabala Cubillos "empresarios participativos en la construcción de la calidad que se conquista en el emerger del Capital Social porque cuando la explotación deja de ser un negocio debido a que la automatización desplaza el trabajo humano, se cumplía el sueño de siempre. Por primera vez el hombre tiene Tiempo Libre para ejercer el Ocio Creador en la posibilidad de generar una sociedad distinta. Estamos por lo tanto ante el surgimiento de una nueva organización política, donde el líder desaparece por inútil y surge la acción colectiva de la participación, como la autopoyésis humana que direcciona el trabajo social de las comunidades".



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