Los complejos cambios culturales y tecnológicos van, hoy por hoy, generando una fuerte sensación de que somos arrollados por un maremágnum de cosas, que estamos en un continuo presentismo en el que ya no existen los metarrelatos, los ideales culturales, las utopías inspiradoras y que desde hace siglos han motivado y movido al espíritu humano a ser alcanzadas e historizadas; sino donde la media-información está a la orden del día que como agujero negro hambriento está dispuesto a irnos robando poco a poco la luz y finalmente devorarnos haciéndonos caer en un inerte solipsismo, en una muerte moral y ética, donde la anomia social es y será el principal predicamento. Seguir este camino en el que el futuro se desdibuja, en el que ya no hay límites éticos ni morales, ni comunicacionales, ni relaciones humanas primarias nos traerá lamentablemente la consecuencia de ir perdiendo la dignidad propia como también reconocer al otro como otro ya no tanto en función de mis intereses sino como una realidad externa a sí mismo, al cual se debe respetar en sus nichos vitales y existenciales. Paradójica y patéticamente el actual sistema de educación tarifario, punitivo, anquilosador de formas y maneras, de modos de proceder repetitivos y competitivos porque es lo que se "estila"; viene a convertirse en el caldo de cultivo en el que esa realidad social externa irá hundiendo sus raíces creando una raigambre y entramado profundo capaz de ir marcando y predeterminando la cosmovisión de los sujetos como también su estar en el mundo y por ende su estar en-humanidad.

A este cuadro o representación posible un tanto dantesca, surgen como alternativa posibilitadora de vida, de humanidad, de personalización, de rescate de la propia mismidad y dignidad humana, de la ética y la moralidad ciudadana las Comunidades de Aprendizaje, las cuales podemos caracterizar como un espacio, un nicho-entorno ecológico de encuentro entre pares que potencia e impulsa al reconocimiento de sí mismos como personas, como seres vulnerables en procesos de reactualización resiliente-autopoiética donde lo que media son los valores vividos ya no tanto en función de su fundamentación teórico-axiológica sino en la práctica cotidiana del quehacer vital, en vivir y reconocer la vida día a día con admiración agradeciendo cada momento que ella brinda. Ante el sistema educativo homogenizador y uniformante, surgen las Comunidades de Aprendizaje como la alternativa capaz de devolver a la educación su sentido último en cuanto que, en el encuentro social para la construcción del conocimiento a través del reconocimiento del otro como otro distinto a mí y también como un dechado de humanidad, con su historia, sus circunstancias; es capaz de ir permitiendo la convergencia y mutuo intercambio de valores, convicciones vitales, de creencias nucleares, de experiencias trascendentes e inmanentes para la construcción del conocimiento no como privilegio ya de pocos o para pocos, sino como don = regalo, donación a ser com-partido con otros. En pocas palabras, hace de la educación, de la vocación y deseo innato plenamente humano por aprehender y desarrollarse un bien civilizatorio social capaz de generar procesos de concienciación y emancipación psico-histórico-espiritual cuyo objetivo sea trascender la falacia presentista que busca imponerse y calar hondo tanto en las conciencias como en los afectos y en la epidermis de los hombres, mujeres, jóvenes y niños-niñas de nuestro tiempo. Son en definitiva las Comunidades de Aprendizaje, la alternativa de re-encuentro y re-conocimiento personal y social, nicho de humanización que nos permitirán la valoración de la vida, de la persona, de la Creación dada por el/la Trascendente con un sentido de corresponsabilidad en la que ya no somos dueños y señores de lo existente y sus circunstancias sino hacedores corresponsables del presente y del futuro de la humanidad.

Éste es el testimonio y camino recorrido desde hace algunos años por 2470 participantes inscritos formalmente en casi 300 Comunidades de Aprendizaje; sin contar algunos otros cientos en procesos iniciales del Programa de Estudios Abiertos (PROEA) de la Universidad Politécnica Territorial del estado Mérida (UPTM) “Kléber Ramírez” presentes en toda Venezuela. Iniciativa inédita que, bajo la guía sabia, señera e insigne de la Dra. Myriam Anzola y su equipo, van creando espacios comunitarios capaces de construir Patria, entornos ecológicos privilegiados donde el deseo de Simón Rodríguez y de muchos otros sabios maestros como Paulo Freire, verán cristalizadas en ellas espacios u oportunidades de formación y re-encuentro, para inventar y no errar, para hacer camino al andar, para la formación y aquilatamiento de los Republicanos y Republicanas que la Matria nuestra Venezuela necesita. Donde vamos fraguando a los hombres y mujeres nuevas que el Plan de la Patria y el legado de nuestro Cmdte. Eterno Hugo Rafael Chávez Frías requiere. ¡Allí está nuestro compromiso…Esa es y será por siempre nuestra apuesta!

*Camarada y Tutor de Comunidades de Aprendizaje en El Vigía Edo. Mérida.

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