La universidad venezolana: Un debate impostergable

Vivimos una etapa conflictiva, donde el capitalismo imperialista domina el escenario mundial que se mantiene vigoroso y a la ofensiva, a pesar de la grave crisis financiera de los últimos años. No hay dudas en que capital y burguesía determinan el destino de las grandes mayorías de hoy. Las empresas transnacionales mantienen el control absoluto de la economía e imponen una concepción única del mundo: la globalización neoliberal, una forma de determinismo hegemónico, el sometimiento inexorable del hombre al capital, a las empresas monopólicas.

 

Frente a este mundo unipolarizado emerge una tímida respuesta que parece apostar a la construcción de un mundo multipolar sustentado en el respeto a la libre determinación de los pueblos y a las relaciones integrales e intercambios basados en la solidaridad. En Venezuela se habla de un Socialismo Bolivariano con una mezcla teórica aún por definir (con graves acusaciones sobre burocratismo y corrupción) y donde, a pesar de seguir siendo básicamente un país capitalista rentístico, se vive desde 1998 una etapa de conflictos, vicisitudes y un importante debate de ideas en torno a modelos políticos.

Sin embargo, ese debate de ideas no aparece claramente en el ámbito universitario. No negamos la existencia de opiniones encontradas, ni pretendemos ocultar o minimizar los conflictos y enfrentamientos que se producen en este sector; pero, no percibimos debates de ideas, ni siquiera a lo interno de cada corriente política. La derecha se ha enquistado en posiciones de dirección de las universidades autónomas y en un movimiento estudiantil desde donde se participa en trancas y protestas, sin ninguna posición teórica respetable y sin ninguna bandera que cobije a todas sus corrientes, mientras que en el seno de la izquierda se ha perdido la iniciativa para encausar debates sobre los aspectos medulares de cualquier proceso que pretenda cambios estructurales. Hoy luce inaplazable la confrontación de ideas y opiniones, por lo menos entre los que luchan por una verdadera transformación social.

La universidad es una construcción histórico-social, por lo tanto sujeta a permanentes cambios y creemos que, en esta coyuntura, puede y debe convertirse en un gran escenario para el debate de ideas, porque notamos mucho slogan y poca precisión de categorías esenciales. Por ejemplo, el término socialismo se limita, entre múltiples acepciones, al trabajo comunitario, al asistencialismo, a la asignación de subsidios, o tiene una connotación eminentemente religiosa. Se habla de un Estado Comunal, sin delinear sus características y se estructuran Comunas sólo desde un registro meramente burocrático para poder administrar una ínfima parte de la renta petrolera. Consideramos urgente una revisión crítica de nuestros modelos de producción y consumo, la manera de vincularnos con el producto de nuestro trabajo y hasta la forma de concebir el ocio, ello implica la lógica incorporación de los universitarios en esa discusión.

Otro tema importante a debatir es la estructuración de una nueva educación. Compartimos la idea que la educación venezolana es un aparato que responde claramente a la ideología liberal burguesa. Además, a lo interno de las propias universidades, parecen muy tímidos los cuestionamientos a su estructura y funcionamiento.

Para ese debate sugerimos algunas preguntas como: ¿Qué entendemos por globalización?, ¿Cuál socialismo?, ¿Cómo se consolida una sociedad participativa?, ¿Qué es un Estado comunal?, ¿Cómo debe ser una educación liberadora?, ¿Cómo es la universidad que necesitamos?

Insisto, el debate es impostergable.

(oswaldoa.rangelr@gmail.com)

 



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