De la Inclusión al plagio y del plagio a la locura

Para el año 2010, Venezuela ocupaba el quinto lugar en tasa de matriculación universitaria, superando (para desconsuelo de los escuálidos) a países como Estados Unidos, España, e incluso Japón, ello según un informe de la UNESCO. Un año antes, según la misma fuente, Venezuela es el segundo país con mayor matrícula universitaria en Latinoamérica, solo superado por la "Cuba comunista y tiránica".

Estos números tienen sentido y se explican en tanto las políticas de inclusión social desarrolladas en los últimos años en el país, ya que entre 1999 y el 2009 la matrícula universitaria se elevó 193%. Lo que es lo mismo decir, que existía casi dos veces la cantidad de personas que estaban fuera del subsistema de educación universitaria y que en ese lapso de tiempo fueron incorporadas al mismo, lo cual, no es ninguna tontería.

Ello se corresponde con las cifras que aporta el Prof. Pedro Rodríguez Rojas (2010) según las cuales el número de egresados universitarios aumentó 142% entre 1999 y el 2008.

Sin embargo, por otra parte, la misma UNESCO junto al Banco Mundial en el 2012 calculan que en Venezuela hay 290 científicos por cada millón de habitantes, que, aunque se coloca como uno de los mejores índices en Suramérica, se encuentra muy lejos de Finlandia que tiene unos 7.482 científicos por la misma cantidad, siendo este país uno de los de mayor matrícula universitaria y tener uno de los mejores sistemas educativos del mundo.

Esto quizás está relacionado con los datos presentados en el informe de la revista científica Nature (citada por la BBC en el 2014) que estipula que la producción científica en Venezuela, expresada en publicaciones y artículos científicos, es una de las de mayor declive a nivel mundial, con un descenso, entre los años 2009 y 2013 cercano al 30%.

Se hace evidente entonces que existe un desfase entre la política de inclusión (a través de la masificación en el sector universitario) y los objetivos de desarrollo científico que el país requiere.

Esto puede tener muchas explicaciones, entre ellas que la política de inclusión no ha venido acompañada de lineamientos efectivos para el desarrollo de la investigación científica, que la cantidad de recursos que el país destina a la investigación científica no es significativo (que en el caso de Venezuela es discutible y existen números que se contradicen al respecto), o que también el desarrollo de políticas específicas en cuanto a lo editorial han sido poco eficientes, (ya que el número de revistas y publicaciones científicas en el país ha aumentado), etc.

Pero como quiera que sea las universidades en Venezuela suelen presentar anualmente como parte de sus logros más relevantes las cifras de ingreso por una parte y la de graduados por la otra. De tal manera que algunas de las preguntas que surgen cuando relacionamos aumento de egresados universitarios con la baja producción científica es: ¿No es un "requisito especial" para optar a un grado la presentación y defensa de una investigación en la mayoría de las carreras de las distintas universidades del país?.. ¿Dónde está la producción escrita de esos graduados?… ¿Por qué no se publican?.. ¿La no publicación tendrá que ver con la calidad y originalidad de dichos trabajos?

Para A. Guerra, el plagio es "… la apropiación indebida del intelecto y palabras de los demás, sin el debido crédito o reconocimiento de la autoría original". Según el mismo autor en la acción del plagio subyace una intención de "deshonestidad intelectual" e implica un "dilema ético". También destaca en su artículo "Internautas y plagio académico" (El Nacional, 2011) que no es un problema nuevo ni específico del ámbito científico y tampoco es exclusivo del "tercer mundo". Ya son famosos los casos de políticos y escritores europeos (Alemania y España), así como de músicos y científicos japoneses y norteamericanos.

En Latinoamérica, en República Dominicana (2010) país que, cuando lo hace, aparece en los últimos puestos de cualquier "ranking" universitario, se produjo un gran escándalo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) ya que un estudio reveló que el 80% de las tesis tanto de grado como de postgrado eran plagios parciales o totales.

La publicación científica, en cualquiera de sus formas, supone la aceptación, "ex ante o ex post" por parte de los pares (árbitros y comunidad a la que va dirigido), entre otras cosas, de que lo que se presenta es una producción original, novedosa, que es algún tipo de aporte al conocimiento en general, y que respeta las reglas mínimas relacionadas al derecho de autor. Hoy en día existen variadas herramientas, basadas en la misma tecnología de donde proviene la mayoría de los plagios: internet, que facilitan la labor de detección de este delito.

Considero que hoy el plagio total y absoluto es poco frecuente, ya que genera o puede generar inmediatas sospechas. Por eso el plagio parcial múltiple es el preferido y más utilizado, el cual consiste en un proceso de "corte y pega" de ideas escritas por otros que introduce una nueva dimensión al problema; la incoherencia. El "collage" de ideas y planteamientos teóricos y metodológicos distintos y antagónicos que hace que el plagiario en su desesperada labor de producir "investigaciones" desde un ordenador, produzca verdaderos engendros incomprensibles. El problema de la articulación entre las distintas fuentes de información (incluso sean plagiadas o no) representa un problema grave de coherencia teórica, metodológica e incluso textual; la locura.

En Venezuela los casos de plagio denunciados tienen vieja data. En el estado Zulia el diario Panorama entre el 2009 y 2010 denunció en varios artículos toda la industria que existe en torno a la elaboración de las tesis en varias universidades de la región sobre todo en la URBE, URU y LUZ.

En lo que respecta a la UNERMB, el Prof. Lewis Pereira ha venido realizando una serie de mediciones en cuanto al plagio a nivel de pre y postgrado. Para ello ha utilizado diversas herramientas e instrumentos (como una plataforma anti-plagio) que ha arrojado unos resultados "sorprendentes". Según el Prof. Pereira el promedio de plagio en los distintos trabajos; monografías, informes y tesis alcanza el 90%. Siendo que en la tesis de postgrado alcanza hasta un 95%.

Realmente lo sorprendente de los datos aportados por el Prof. Pereira es que el Estado venezolano, a través del Ministerio, no haya tomado medidas al respecto, ya que el problema no es solo de la UNERMB sino de todas las universidades del país. Lo sorprendente es que las autoridades de las distintas universidades y en específico de la UNERMB no hagan absolutamente nada para afrontar esta situación. Por el contrario, se mantienen viejos esquemas y procedimientos que más bien la promueven.

En el caso de la UNERMB, un ejemplo tiene que ver con el aspecto académico administrativo donde se enmarca la elaboración de los trabajos de investigación. Al respecto, dicho marco es un espacio, además de cerrado y obsoleto, que se presta para la "simplificación" o más bien, para la "banalización" del quehacer investigativo, es un espacio que promueve el plagio.

Un ejemplo de ello lo constituye el hecho de que tanto que la ejecución y presentación se hace o debe hacer "por capítulos" o "fases". Esto supone que el proceso de investigación se constituye en un gran formulario susceptible de ser completado por cualquier persona, en donde los pasos o capítulos son "independientes" y no tienen por qué relacionarse, son separados. De tal manera que una vez terminado un capítulo se procede con el siguiente, completando así el llenado del "formulario". Dicho esquema, además de ser un marco donde se "cuadra la tesis", es un esquema anacrónico e ilógico basado en viejos esquemas metodológicos ya superados.

Existen otros aspectos importantes que de una u otra manera vienen incidiendo en la calidad de los trabajos y en la recurrencia al plagio como lo es el hecho de que en la UNERMB no exista la figura de la defensa del proyecto de tesis, o un comité técnico que evalúe dichas propuestas, entre otros.

En cuanto a los criterios de evaluación estos deben ser mejor definidos. Algo que me parece que no debe seguir existiendo es el "derecho" del tutor de una tesis a tener voto al momento de la evaluación. Si bien es cierto, que en las misivas de designación como jurado se plantea que: "… se establece como principio rector para la evaluación del trabajo de grado las normas: Elaboración y presentación de informes de investigación, y La elaboración, inscripción, sustentación y evaluación de los trabajos de grado…", no creo que estas normas puedan ser consideradas como "principio rector" para la evaluación final, ya que dichas normas para el momento de la defensa del trabajo debieron ser debidamente acatadas y observadas. Además que los márgenes, tamaño de letra, formas de citado, etc., no pueden ser considerados como criterios válidos para establecer si un trabajo es de calidad o no.

Esto es importante en tanto que la llamada "defensa de la tesis" no es estrictamente un "ritual de transito", es decir, no es un velorio en donde todos sabemos a dónde o en dónde terminará el difunto. Nuestras exposiciones o defensas de tesis se han convertido en una especie de fiesta, en una parranda donde "los regalos a los miembros del jurado" se exhiben en una mesa al lado de los tequeños humeantes y de las bebidas frías. Se nos ha olvidado que, de hecho, la defensa es un acto académico importante en donde se lleva a discusión, a la confrontación con los "expertos", tanto el proceso, así como los resultados y conclusiones de una investigación determinada.

Pero por supuesto ello no es lo más inquietante en el quehacer investigativo de la UNERMB. Nuestras investigaciones carecen de la reflexión necesaria, precisamente por los niveles de plagio, incoherencias e inconsistencias teóricas y metodológicas que presentan, como para llegar a establecerse que se llegó sin duda a un conocimiento, a un tipo de conocimiento en específico. En principio, porque los temas y/o problemas tratados son temas "hiper-trillados", repetidos una y mil veces que no aportan absolutamente nada al conocimiento preexistente, o que en el mejor de los casos se desvanecen en un conjunto de "acciones" que supuestamente "transforman" la "realidad" donde fueron desarrolladas.

A nivel teórico metodológico, aspecto central dentro de una investigación, las mismas se convierten en un glosario, en una definición de términos, inconexos teóricamente, sin reflexión que no esclarecen la posición del autor y mucho menos ayudan a la definición de las variables en estudio cuando es el caso. Esto último resulta muy importante ya que es una de las razones por la cual generalmente las variables están mal dimensionadas. Ello contribuye a que las mismas no puedan ser correctamente medidas ya que se tiende a confundir variables, dimensiones e indicadores.

A nivel estrictamente epistemológico metodológico, en su gran mayoría nuestros trabajos de investigación se asumen o se inscriben en el paradigma "positivista", sin que ello signifique el cumplimiento fiel de sus principales postulados, en tanto que están cargadas de planteamientos y afirmaciones profundamente sujetivos. Nunca se describe el procedimiento metodológico seguido, sino que se definen una serie de conceptos relacionados con lo metodológico que no son vinculados u operados debidamente al caso específico de la investigación.

Las muestras son asumidas y calculadas de manera muy ligera, asumiendo como único criterio de selección en muchos casos si la población es "grande o pequeña". No se distinguen ni se toman en cuenta las características de los sujetos / objetos de investigación, al suponer por ejemplo, que un director de escuela tiene en todos los casos los mismos intereses que un docente de aula. Las técnicas para la recolección de información y los instrumentos respectivos se asumen sin una reflexión que deje en claro la conveniencia de asumirlas. Existe un mal uso (y abuso) del instrumento tipo "Escala de Likert" el cual en buena parte de los casos no es el más indicado para la recolección de dicha información. No se explican los procedimientos estadísticos aplicados, entre muchos otros aspectos.

En cuanto al análisis de los resultados y las derivadas conclusiones, la situación no varía. Es así como los datos recogidos (válidos o no) cuando mucho sirven para establecer "la vieja" relación entre dos únicas variables, sin mayores sobresaltos, sin creatividad, sin intentos de "descubrimiento", sin intentar cruzar otras variables de interés (como la edad, sexo, condición social, etc., que generalmente no son medidas), o de destacar alguna otra información importante que haya podido surgir en el transcurso de la investigación. Nada de esto último es posible encontrar en nuestros trabajos. Es por ello que cuando se revisan algunas tesis, independientemente sean de pre o postgrado, siempre se tiene la sensación de haber sido leídos con anterioridad, en tanto que son realizados, redactados y organizados de la misma manera, tanto así que pareciera fueran realizados por la misma persona.

Esto último está relacionado al hecho cierto de que, al igual que en todas las universidades, en la UNERMB funciona una red de grupos que prestan este "servicio", en donde incluso participan no pocos profesores y algunos empleados.

De tal manera que este tipo de características presente en nuestros trabajos de investigación (los cuales no son distintos a los de la mayoría de las universidades del país) tienen pocas posibilidades de ser publicables, incluso así se "ganen" esa mención.

Esta es quizás una de las razones acerca de por qué no se corresponde el alto porcentaje de graduados universitarios con la cantidad y calidad en la producción científica publicada en el país en los últimos años y esto es un asunto de Estado, en tanto que el esfuerzo que se hace no se corresponde con las necesidades de desarrollo del país.

lenincalderon@gmail.com



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